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Oigo un murmullo en mi cabeza, en mi memoria, en una parte muy lejana del aquí y el ahora....

-El no, el no es... el no...- el susurro pierde fuerza con cada palabra- Sart....

-Eres tan hermosa...- Su voz es ronca y seductora. Yo... quedo en shock, no sé quépensar ni qué decir, mi mirada perpleja parece decirle algo porque inmediatamente niega con su cabeza pidiendo disculpas- Perdón, no quise incomodarte, a veces puedo ser muy sincero, quizá más de lo que debería- mientras habla se reincorpora y camina hasta detenerse junto a mí- como disculpa también te invitaré el postre que elijas ¡Verás que esta cafetería es la mejor!- me toma suavemente del brazo y emprendemos marcha, creo que ninguno de los dos desea hablar sobre lo sucedido y quizá es mejor así, no quiero sentir que, a demás de todo, también estoy enloqueciendo.
El camino fue tranquilo, apacible y sin ningún otro incidente extraño.
Mi atención se pierde por completo de la charla que mantenemos al ver un letrero rústioco en madera, este ocupa por completo el costado derecho en la entrada de una enorme cafetería, el nombre del sitio es hermoso tanto, que un escalofrío recorre mi columna vertebral.
**Amor Eterno** Se lee en el lamativo aviso.

-¿Impresionada? - Volteo a ver a Tras y en sus ojos se lee orgullo puro, como si tan mágnifica impresión se debiera nada más que a él, levanto una ceja algo confundida, no entiendo lo que está pásando. Tras se aclara la garganta con incomodidad- ¡Oh! Disculpa, es que me esforcé mucho en la fachada, y no te conté que la gran insistencia por venir aquí es porque quisiera que probaras lo que más puedas de la carta, necesito una opinión sincera- guiña uno de sus hermosos ojos y siento nuevamente electricidad recorrerme, es simplemente despampanante, observo lentamente y con todo detalle su figura, entonces comprendo por qué continúo diciendole "sí" a absolutamente todo lo que me pide: alto, cuerpo bien definido y lo suficientemente musculos como para haber labrado la madera él mísmo, cabello y ojos negros, piel trigueña, nariz perfecta, ni muy larga ni muy pequeña, simplemente perfecta, pero lo que más me llama la atención y casi hace que mis piernas, que ya parecen gelatina, pierdan por completo su funcionamiento, esos labios, tan perfectos, tan gruesos y bien contorneados. Esos mismos labios que ahora mísmo dibujan una media sonrisa que me obliga a volver a la realidad.

¡Oh no! ¡No! ¡No! ¿Por qué???? ¿Por qué me pasa esto a mi? ¡Sé que tengo cara de tonta, sé que falta poco para que la saliva salga de mi boca, y él lo notó ¡Esto no me puede estar pasando a mí!! Al voltear un poco a la derecha me topo con nada más y nada menos que Maggy, está en posición de lucha y una mirada que dice "Encontré la opoirtunidad perfecta para acabarte"

-Ay por favor, que cara de tonta. Hola Tras, disculpa por el mal momento que seguró te hizo pasar esta mogigata pero....- Mi hermana arroja estas palabras como dardos para lastimarme un poco más. No le basta con saber que ya no puedo regresar a casa, que ya no tengo familia ni apoyo de nadie, que tampoco tengo mucho dinero ni amigos que me hechen una mano, aún así quiere venir a pisotearme, alejarme del mundo entero...