Hechizo de Venus

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Creo que ya han pasado los 5 minutos que me dió mi puntual progenitora pero realmente le temo a aquella expresión..

No quiero ir...

Hace 8 años

- ¿Mamá estas preocupada por algo?- Observo con temor aquella expreción, cejas fruncidas, labios apretados y el cabello un poco despeinado, como si hubiese pasado las manos por él una y otra vez

-Debemos hablar, te espero en el despacho de tu maestra- Recuerdo que el día en que partí hacia este horrible internado ella tenía la misma expresión... llega a mi una premonición pero trato de tranquilizarme, quizá sea solo una coincidencia... como todas las otras veces en que, con la misma expresión me vi obligada a apasar por situaciónes terribles y complicadas. Cambio rapidamente mi uniforme y corro hacia el dichoso despacho.
- Vas a dejar el internado por un par de años, decidí que tu educación mental debe esperar, ahora te centrarás en la física. Empaca tus cosas hoy mísmo, mañana a primera hora te esperará un coche en la entrada, vas a aprender a luchar y a defenderte- Su voz y expresión no deja lugar a quejas ni reproches, sin embargo, quiero saber por qué... Por qué justo ahora, cuando por fín siento que hay un lugar en donde no estoy completamente sola... justamente ahora... debo alejarme. ¿Acaso querer alejar la soledad es un pecado?

Luego de muchos años por fin tunego una amiga y la tengo que dejar, quiero gritar y patalear, quieo huir de ella y todo el dolor que representa, no quiero alejarme de mi amiga.. de quien me ha defendido y acompañado desde que nos conocimos... Mara... Me tengo que ir--- tan solo pensarlo me rompe el corazón...
-Madre, no quiero, empiezo a hacer amigas por fin ¡Por favor!- Me lanzo hacia sus brazos buscando apoyo, un poco de cariño, pero todo lo que encuentro es un frio tempano de hielo, como siempre,m se hace a un lado apartandome conun gesto de fastidio- ¡Por favor, por favor, no me saques del internado te lo suplico- Mi voz suena tan acuosa como se observan mis ojos.
No recibo respuesta, sujeta mis brazos firme y fuerte apartandome un poco más, da la vuelta y camina hacia la puerta, con la mano en el picaporte se detiene solo para recordarme lo que quisiera olvidar.

-A oprimera hora, si no estas allí serás castigada- Abre y cierra la puerta tras de sí, dejandome sola, perdida y... vacía...

En la actualidad

Cierro los ojos con fuerza, creyendo saber lo que me espera una vez atraviese la entrada del estudio. Regreso a la realidad, respiro hondo y me pongo de pie, mejor enfrentar lo que sea de una vez, de cualquier manera, nada va a cambiar.

Arrastro los pies por el pasillo, retrasando este encuentro todo lo posible..

- Siga- Ni siquiera toqué la puerta pero... como siempre, mi madre está demasiado ansiosa de hacerme daño como para esperar que por lo menos toque la puerta. Al cruzar el umbral observo atentamente sus movimientos, msiempre controlados, siempre tranquilos, siempre tan lejana.
No me siento en frente, no le pregunto, solo espero. Lo que jamás pensé llegó por fin a mis oídos.

-Hoy estas cumpliendo la mayoría de edad, así que a partir de hoy eres libre de hacer lo que gustes con tu vida, pero lejos de aquí. No puedes quedarte en esta casa por más tiempo. Así que empaca tus cosas, mañana a prtimera hora las puertas de esta casa se cerraran para ti por siempre.




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