Heraidis y la espada de Esmeralda.

ODISEA

En este mundo existen diferentes criaturas que solo en la imaginación de las personas habitan. La magia se mueve entre los reinos, entre los propios hombres que están igualados junto a las demás razas que en la tierra de Migrathir habitan. Los reinos de los hombres se levantan con gran esplender: Autrasia, Opicia, Empetria y los demás reinos que existen y ciudades magnificas a las cuales florece la civilización humana. El imperio de los centauros con gran poder en el noreste, han levantado uno de los reinos más fuertes y poderosos en la batalla, los enanos en las tierras de fuego, en el suroeste han perforado debajo de las grandes y pocas montañas de rocas que se alzan en medio del desierto, los gigantes en la tierra helada gobernando desde tiempos antiguos, con su tamaño simplemente intimidan y también por su gran fuerza. Los elfos dispersos sin algún reino o ciudad como sede, permanecen en pequeños reinos, aldeas o ciudades en lo profundo de los bosques en todas partes del mundo. Los magos, seres que son una sub raza humana con la diferencia que estos poseen poderes elementales y muy pocos entre ellos pueden conjurar hechizos, los conocidos magos grises. Estos magos son el consejo y guardia personal de los reyes y emperadores, aunque los centauros no los usan. Luego de una guerra devastadora propiciada por los enanos, casi dejó en ruinas los grandes reinos gracias a la ayuda de los dragones, sirenas, lamias y muchas criaturas más que se encuentra en la región donde viven. La paz y las alianzas son muy recurrente, ya que la guerra solo de muestra la peor cara de las razas.

Tanto como humanos, enanos, centauros, gigante y elfos vivían en relativa paz luego de una serie de enfrentamientos hace una década atrás. Los reinos de cada raza son fuertes, pueden plantar cara a cualquier invasor que quiera adueñarse de sus tierras. La vida es plena, muy plena, pero eso está a punto de cambiar.

Transcurre la quinta edad, mejor conocida como: La Edad de los reyes. Ya que, hacia novecientos años que las tierras que en aquel tiempo eran nada más ciudades se convirtieron en reinos y luego de varias luchas, la paz por fin llegó a los recién nacidos reinos y al mismo tiempo, se firmó la alianza Humano-centauro, ya que el reino de los centauros no quería guerra con los reinos nacientes.

En Autrasia, El Gran Reino del Sur. Luego de una junta con el rey de turno, los magos de la corte Plinio, Hilgárth, Piloth, Pafosth, Sívrath, Linkiteth, Metarth y Tremarth, se dirigen hacia sus habitaciones. Pero hay algo raro con el mago Hilgárth, ya que desde hacía muchas semanas ha tenido sueños extraños y de entre los magos de la corte, es el que más poderes posee, teniendo: Hielo, Rayo y poder viajar en mente al pasado. Con esto es uno de los que el rey ha decido que sea el sucesor al trono porque este, no ha podido engendrar hijos por más intentos que hizo, así que el mago mejor calificado de la corte es Hilgárth. Luego de un viaje que realizo al pasado, ha tenido extraños sueños, sensaciones muy extrañas y al no poder dormir luego de tener una pesadilla, se dirige hacia el cuarto de su amigo, Plinio, un mago helado. Hilgárth llama a la puerta y Plinio atiende a la puerta adormitado.

–Hilgarth ¿Qué te sucede? Es media noche o quizás pasan de las mismas. No sueles venir a mis aposentos a esta hora.

–Perdona que te moleste, Plinio, pero necesito pasar te lo explicaré todo –Respondió con miedo–. ¿Estás haciendo algo importante?

–Bueno –Dijo pensando que escribía unas cartas, pero por su amigo negó con la cabeza.

Plinio al ver la expresión que su amigo tenía se preocupó y tomó credibilidad de lo que le decías, luego sin pensar, lo dejó pasar. Cuando Hilgárth entró, se nota que teme de algo. No puede estar tranquilo, nota que a su amigo algo le está carcomiendo por dentro.

–¿A que le temes? –Preguntó Plinio–. Es muy raro verte con miedo y mucho menos con ese aspecto.

–Amigo, he tenido un sueño recurrente en estas dos semanas. No entiendo porque o como, pero no dejo de tenerlos.

–Cuéntame el sueño que te aturde.

–Verás, he soñado a dos personas, pero no he podido ver sus rostros –Respondió respirando rápido–. Veo que ambas figuras irradiaban una luz dorada, pero la luz de una de las figuras era más potente, casi enceguecedora y de la nada, una nube carmesí aparecía y cubrían ambas figuras, mientras escuchaba una voz como de trueno que hablaba.

–¿Es recurrente como para no dejarte dormir?

–Lo es amigo mío. Cómo no tienes idea alguna.

–¿Ya le pediste consejo al mago gris?

–Claro, he enviado cientos de mensajes con las aves blancas, pero simplemente no responde.

–¿Cuándo fue tú último viaje? ¿Crees que tendrá algo que ver?

–Podría ser, porque fue cuando justo comencé con estos sueños. Es raro, nunca había tenido este tipo de sueños.

–Bueno, entonces tendremos que saber lo que viste, puede que tenga algo de relación –Dijo Plinio y Hilgárth se puso de pie.

–Está bien –Dijo acercándose–. Toma mis manos.

Plinio le tomó ambas manos quedando frente a frente y entonces a Hilgarth le comienzan a brillar los ojos de color verde esmeralda, empiezan a sentir un viento muy fuerte, Plinio cierra los ojos y ambos quedan de pie, la bruja Sívrath estaba por los pasillos caminando y cuando se acercó a la habitación de Plinio, vio la puerta entre abierta, vio por la ranura y al no poder ver mucho, decidió abrir más la puerta completamente y ve a los magos de pie, la bruja se fue en busca de los demás magos de la corte, pero solo encontró a: Páfosth, Tremarth y Metarth. Cuatro de los seis magos de la corte. Cuando entraron a la habitación, vieron a Plinio y Hilgárth de pie. Inspeccionan el lugar primero, luego a ellos hasta que uno decide hablar.




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