Heraidis y la espada de Esmeralda.

INVENTIO

Mientras avanzan, Sívrath le dijo a Hilgárth que Piloth había pedido que los árboles le avisaran de su posición, así que no podían tomar el camino el bosque ara ir a Empetria. Hilgárth optó en ese caso caminar por la montaña y llegar hasta Empetria. Iba a ser un camino un poco difícil he incluso hasta más largo, pero Hilgárth optó por seguir con este camino. La montaña es helada, con vario riscos, también con subidas y bajadas muy pronunciadas, pero eran hermosas también, Heraidis estaba encantada con cada desnivel, paso o risco que encontraban. En medio del camino comenzó a nevar, y siguió así por tres noches. Mientras más avanzaban, más largo se sentía el camino y luego de la primera semana de viaje Heraidis comonzó a sentirse desesperada.

–Pueden recordarme ¿Por qué vamos a Empetria? –Preguntó Heraidis tiritando.

–Iremos a hablar con la reina y advertir sobre la posible amenaza –Respondió Hilgarth–. Y luego nos dirigiremos hacia los demás reinos de hombres, enanos, centauros y gigantes. También hablaremos con los elfos.

–¿No podían solamente enviar una carta con un ave blanca? y nos ahorramos el viaje –Preguntó Sívrath.

–Los reyes no confiarían en la carta. El mismo rey de Autrasia tiene que estar ahí para que sea tomada enserio la advertencia.

–Bueno, supongo que tiene lógica, pero si así fuera no serían efectivas las aves –Respondió Heraiis.

–Es un peligro común y si no se toma con la debida seriedad, entonces es posible que nadie sobreviva. Por eso se necesita un aviso.

–Pero solo activaron el poder de Nubror ¿Hay peligro por eso?

–Claro que lo hay. El poder de tu hermano está ligado a ellos y cuando Griéthmag lo activó. Algo imprudente de su parte, porque así sabrán los dioses que tú hermano los espera, eso puede crear una serie de acontecimientos gracias a eso.

Heraidis no dijo nada, se quedó analizando sobre lo que dijo el mago.

Luego de un par de días, Heraidis comenzó a tener duda de quién era Hilgárth, de donde viene y todo lo que ha hecho, pero no se atreve a preguntarle en el resto del viaje. Mientras los días pasan Heraidis llegó a tener mucha más duda y ahora si quiere preguntar, pero no lo hace a Hilgárth, sino que a Froiten y poco a poco se acerca y cuando le pregunta la primera vez sobre Hilgárth, Froiten se negó a hacerlo y no le dijo el porqué. Así se mantiene durante el último día del viaje para salir de las montañas. Heraidis no soportó más y le insistió que le dijera lo que sabe de Hilgárth.

–Creo que te ha dicho explícitamente que no me preguntes por Hilgárth –Respondió ya molesto.

–¿Hace cuánto que lo conoces?

–Desde que era niño. El me encontró. Mira, las personas que viven en la aldea de Griéthmag no tienen a donde ir, magos marginados o huérfanos. El los rescata, los lleva a la aldea en la montaña y le enseña a usar sus poderes, a los niños los adopta.

–Y tú eres uno de sus hijos –Respondió.

–No, Hilgárth me encontró, me dijo que fue hace muchos años. Los poco que recuerdo es nada más un bosque y nada más. Él no me ha dicho nada al respecto, no sé si quiere protegerme de algo o quizá también lo olvidó, quien sabe.

–Ya veo. Supongo que has de tener el deseo de ver a tu familia

–Comentó.

–En realidad no, me he criado al lado de Hilgárth, él es la única familia que tengo.

–Entiendo –Dijo avergonzada.

–Tú tiene aún a tu madre y tú hermano, se ve que son muy unidos, puedo saber que le pasó a tu padre.

–Mi madre dice que un día por la mañana se fue. Agradezco a los dioses que no lo recuerdo con claridad – Respondió.

–Creí qué lo recordarías. Pienso que, si tuviera recuerdos de mis padres, les tendría mucho aprecio.

–No, nos abandonó y no quiero darle importancia a alguien que no me la dio a mí.

–Me gustaría tener ese pensamiento, pero me cuesta a veces no pensar en mi familia y como sería mi vida con ellos.

–Oye ¿Sabes porque Hilgarth tiene ese tatuaje en la muñeca?

Desde que lo conocí –Preguntó para variar de tema.

–Nunca ha hablado sobre eso. Siempre inventa una historia diferente cuando le pregunto.

Ese día salieron de la montaña, bajaron al bosque y comenzaron a caminar cerca de la misma para que los árboles no les, pudieran ver, pero un grupo de ladrones salieron del boque y le intentaron quitar todo lo que llevaban.

 La compañía hizo su mejor esfuerzo por repeler el primer ataque este terminó y en seguida venía otro ataque el cual era más difícil porque Hilgárth dio la orden de no matarlos. Froiten recibió corte en el pecho, nada grabe. Mientras todos se centraban en pelear, uno de los ladrones se llevaron toda su comida y suministros, Heraidis logró tomar una bolsa con poca comida, los ladrones desaparecieron y se quedaron incluso sin caballos, Hilgárth no quiso, pero tuvo que adentrarse en el bosque. Cuando entraron, comenzaron a intentar atravesar el bosque en línea recta, pero les resultó imposible y se perdieron, Hilgárth se resignó y decidieron quedare esa noche en el bosque. El frío era mucho, entre todos intentaron hacer una fogata y aunque no tenían como, la encendieron con mucha dificultad, ahí pudieron calentar la comida que Heraidis había podido rescatar, luego se durmieron.




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