Primera misión oficial.

— ¡Que divertido fue!— Dijo Iris mientras se estiraba en su lugar.

Su ropa casual era unos pantalones de mezclilla y una blusa azul de manga corta. Su cabello estaba atado en una cola alta.

El comedor solo tenía un mueble con adornos que tenían sus padres, y un librero con libros de su hermano mayor. Si había libros de ella y de su hermano Johan pero estaban en menos cantidad que los de los demás.

—No te estires mientras desayunas— Le dijo su hermano mayor vistiendo su ropa de trabajo, una camisa blanca y un pantalón negro de vestir, además de su delantal de flores azules que usaba para cocinar, mientras servía el ultimo huevo con jamón para Johan. 

— ¿Hoy también descansaras?­— Preguntó Johan hacia su hermano mayor mientras mordía su pan tostado con mermelada. Este llevaba una playera de un cráneo y unos pantalones de mezclilla negros.

—Bueno fuera pero esta noche me toca cerrar, solo que me vestí antes. Aún tengo que hacer tarea— Dijo su hermano soltando un suspiro cansado— Espero que, dejando las bromas de lado, vayan a estudiar.

—Iré con Aylin esta tarde— Dijo Johan con despreocupación.

—Espero que usen protección— Santiago le miro con seriedad.

­         — ¡¿Eh?!— Johan se detuvo a medio mordisco con el rostro como un tomate— ¡¿Ahora de qué demonios hablas?!

— ¿Nos estas diciendo que no te gusta?— Preguntó su hermana mayor con una sonrisa astuta.

Johan estaba atrapado entre la mirada curiosa de sus dos hermanos y pese a que quería huir, no lo dejarían, es más, sabía que no podía mentirles de ninguna manera porque lo sabrían.

—Sí, si me gusta ¡Pero no lo hacemos!— Les dijo frunciendo los labios.

— ¿Pero si están saliendo?— Ahora la pregunta vino de su hermano, que levanto una ceja con interés.

—No, solo somos amigos— Johan mordió u pan con cierto enojo— Acaba de llegar, claro que no la trataría de abordar tan pronto. Quiero que se sienta parte del grupo y ya saben… Que se dé con naturalidad.

Sus hermanos mayores compartieron sonrisas que denotaba tranquilidad.

—Bien, estas vacaciones vamos a unir a una pareja— Dijo Iris emocionada tras unos segundos— ¡Tengo muchas ideas para citas! ¡¿Y qué les parece si vamos a un campamento este año?!

Johan no se quedaría de brazos cruzados ahora que se metieron con él.

— ¿Y porque no mejor aprovechas todas esas ideas para salir con Javier?— Preguntó Johan recargándose en su silla— Me parece que llevaban mucho tiempo en la línea de partida sin que nada ocurra.

—Un año— Santiago asintió.

— ¡Casi un año!— Le corrigió Iris con el rostro rojo y entonces se dejó caer hacía atrás en su silla— No es para tanto…  

—Ambos me caen bien y creo que son excelentes partidos para ustedes— Santiago tomo un sorbo de café— Pero como dije no olviden usar protección. Aún deben hacer exámenes antes de embriagarse con la fiebre de verano.

—Ni me lo recuerdes— Iris se dejó caer en su lugar.

—Llevas mejores calificaciones que yo, no entiendo porque te preocupan— Le dijo Johan.

—Dejando de lado los temas tristes y feos— Iris volvió a erguirse— ¿No te sentiste extraño ayer?

— ¿Ayer?— Preguntó Santiago confundido.

—Hablando de Mariana y su acompañante— Johan también estaba interesado.

—No, para nada, parecía un buen tipo— Santiago se encogió de hombros y miro a sus hermanos con su típica sonrisa tranquila— No tienen que preocuparse, otra vez, puede que me haya deprimido en su tiempo pero estoy bien ahora.

—Si te molesta, sabes que puedes decirnos— Le dijo Iris y Johan a su lado, asintió.

—Estoy bien, vamos, no es para tanto, se divirtieron y eso está bien. Yo también me divertí— Les dijo para tranquilizarlos.

—Oh, debo prepararme para irme— Dijo Johan mirando el reloj sobre la pared— De todos modos hablemos del tema si realmente quieres sacarlo, hermano ¿Si?

Santiago le sonrió para tranquilizarlo.

—Espera, espera— Iris se dio cuenta de algo— Si tú te vas a ir con Aylin y tu iras a trabajar ¿Significa que me quedaré sola?

Los hermanos intercambiaron miradas, interrumpidas por el sonido del teléfono de Iris.

—Hola, ah, sí, de acuerdo, voy en seguida— Respondió con seriedad y colgó— Parece que todos tenemos algo que hacer.

— ¿Todo bien?— Preguntó Santiago alzando una ceja.

—De la escuela, por las practicas— Dijo.

—Qué envidia— Susurró Johan, anhelando ya poder hacer sus prácticas para ser un héroe.

Santiago se quedó callado un rato.

—Tengan cuidado, ambos.

Ambos asintieron y se prepararon para irse.

Iris regreso a su escuela, una zona grande con varios edificios pintados de blancos con líneas azules, de edificios altos y con muchos salones y laboratorios, además de varias zonas de deportes y de entrenamiento. Los gobiernos no escatimaban en la Academia Torre Blanca, una de las escuelas más importantes del mundo que se encargan de entrenar a héroes para la Sociedad De Oro.