Hermandad: Ciudad Oscura (vol.3)

Estrategia antes que fuerza.

El campamento del equipo Amarillo estaba bastante tranquilo hasta que una gran explosión llamo la atención de todos, justo en la retaguardia, provocando que los guardias corrieran hacia la bandera para rodearla, salvo uno de ellos que se movió con lentitud, como si sus movimientos estuvieran calculados.

Fue a investigar pero no encontró nada, solo los restos de la explosión.

Entonces una segunda explosión lo hizo girarse enseguida, un tanto sorprendido por lo que regreso a gran velocidad hasta ella, solo para ver como un par de tipos corrían con su bandera, pues habían hecho explotar el lugar donde la tenían resguardada.

—Pobres idiotas, no vieron de donde vino el ataque ¡Fue una hermosa explosión!— Dijo uno de los ladrones con una gran sonrisa— Mi poder es de lo más útil para estas situaciones ¿No te parece?

—Mi poder es mejor, más llamativo— Dijo el otro, que sujetaba la bandera— ¡Ya terminamos!

Pero antes de que pudieran seguir avanzando un rayo los atravesó entre ambos derribándolos mientras electricidad residual dejaba el aire cargado de estática a su alrededor y con un potente olor a ozono.

— ¡Bien jugado pero no lo suficiente!— Dijo el chico, regalándoles una sonrisa a sus inconscientes enemigos.

—Wua, ese tipo debería ser ilegal— Mariana miraba los combates con atención— Incluso si el plan de los otros equipos funcionaba, ese tipo por si solo es la defensa y el ataque perfecto así que...

— ¡Como un rayo!— Nina no pudo evitar sentirse emocionada.

Mariana le acaricio la cabeza mientras esta le regresaba una sonrisa.

Mientras tanto en el campamento del equipo Azul, las cosas estaban todavía más tranquilas pues no habían recibido ni un solo ataque de momento.

— ¡Me pone de los nervios no saber nada!— Dijo una de las chicas quienes se habían quedado a vigilar.

—No te preocupes, todo va según lo planeado— Dijo Vania con una mueca bastante seria. Tenía que aparentar tranquilidad para sus compañeros— Confió en nuestros compañeros y en nosotros.

—Espero que la confianza sea suficiente ¿De verdad funcionara? Si esos tipos tienen un telepático y los nuetros por poco flanquean entonces estaremos perdidos— El tipo que estaba vigilando sobre un árbol, hablo con preocupación.

—Les di un plan de reserva, no te preocupes— Le tranquilizo Vania con una leve sonrisa aunque este no pudiera verla— Lo importante es defender nuestra posición así que…

Estaba por terminar de hablar pero su compañera se desplomo a su lado, provocando que esta se moviera con rapidez cuando se dio cuenta del Araque, solo esquivar una aguja de acupuntura que iba directo hasta ella.

El otro tipo también se puso en guardia.

—No me gusta pegarle a las chicas— Dijo un tipo saliendo de entre los escombros mientras tronaba sus nudillos— Aunque también puedo pegarle al tipo que está ahí ¿No es más justo?

Era un reto directo, así que el chico bajo y se preparó para pelear— Mi poder sirve para pelear así que espero que estés listo para eso.

El chico trato de correr hasta él, hasta que el otro sujeto comenzó a silbar, lo que provoco que tanto Vania como él terminaran en el suelo, mareados mientras aquel ruido, en sus oídos se hacía más intenso.

—Mi poder no sirve para pelear ¿No te lo dije?— Dijo el chico, interrumpiendo sus silbidos— Puedo generar ondas de sonido letales desde mi boca, a veces dolorosos, otras veces muy dolorosos.

El compañero de Vania quería levantarse a pelear ahora que podía pero una aguja fue enterrada en su cuello, lo que provoco que este cayera al suelo, sin poder moverse. No estaba inconsciente, solo no podía moverse.

— ¡Hola!— Dijo una chica saliendo de entre los arbustos mientras giraba de una manera magistral la aguja nueva que cargaba en su mano para entonces pasarla por su lengua— Tengo que dormirte también ¿Lo entiendes, amiga mía?

—Que poder tan curioso— Vania hizo una mueca de dolor mientras se ponía de pie.

—Vaya espíritu— El otro chico silbo, provocando que Vania al instante se cubriera los odios, y por poco pudo esquivar una de las agujas de la chica, entonces trato de ir por la bandera pero otra aguja termino en su pierna, derribándola.

—Mi neurotóxica es potente, te entume el cuerpo pero no te duerme y si entra al cuerpo es más efectiva— La chica le sonrió de manera muy dulce— Así que, lo siento pero ganamos nosotros.

Vania quería seguir moviéndose pero le fue imposible, termino pegada al suelo con su cuerpo inmóvil y cuando trataba de moverse, le dolía horrible todos los músculos o bien, ni los sentía como ahora pasaba su pierna derecha.

—Que defensa tan patética— Dijo el chico, a modo de burla.

Vania se maldijo en silencio, molesta por su propia ineptitud.

Javier corrió con todas sus fuerzas hasta su campamento, impulsándose con el fuego y con el viento de vez en vez, cuidando de no comenzar un incendio en aquel lugar. Aunque en realidad ya no le importaba.

Sabía que pese a que su defensa era sólida, requería mucha suerte para ser ejecutada y aunque Vania no creía en la suerte, Javier no dejaba de darle vueltas, por lo que se apartó del combate cuando tuvo oportunidad para ir a verlos.



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En el texto hay: torneo, peleas, superpoderes

Editado: 26.12.2022

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