Un combate librado con el corazón.

El intercambio de golpes continuo, contundente y con el único acompañamiento musical de sus puños chocando contra la piel o la ropa. Incluso con el sonido de la gente afuera, eufóricos por el torneo, ellos solo podían escuchar sus respiraciones agitadas.

Ambos golpearon el rostro del otro, por lo que tuvieron que apartarse, mientras sostenían su rostro con una mueca y mientras las respiraciones entrecortabas dejaban en claro que el combate ya había durado bastante.

Aliona se recuperó primero pues logro desviar un poco del golpe del chico con su otra mano aunque fue por poco.

— ¿T-te cansaste?— Aliona volvió a provocarlo.

—Vamos, eres quien tiene un poco de sangre en la boca— Johan regreso a su posición de combate— No te culparía si te rindes ahora, estas a tiempo. Es normal que no puedas competir contra mi resistencia.

— ¿Es normal?— Aliona le miro, frunciendo los labios— Bueno, la verdad es que soy bastante rara así que lo normal nunca me termina de encasillar ¡Lo siento! No te preocupes por mí, que puedo seguir.

Johan no pudo evitar admirar su perseverancia pero ella estaba bastante más golpeada y la mueca de dolor que de repente se dibujaba en su rostro, dejaba en claro que pese a sus palabras, estaba agotada.

Aunque él estaba igual, no lo iba a negar. La fuerza de sus golpes era increíble y le dolían pese a estar endurecido, sin mencionar que sus patadas, pese a que estaba endurecido, parecían más letales que sus puños.

Podía defenderse pero jamás podría moverse así, ya que es pesado y lento cuando se endurecía.

— ¿Ya estás pensando en rendirte?— Aliona fue hacia él, soltando un golpe que Johan logro evitar, deslizándose a uno de sus costados, entonces trato de golpearla pero una patada lo aparto.

Johan trato de embestir aun con el dolor de su estómago pero la chica ya había girado y lo recibió con una patada que casi da en su cara que él tuvo que evitar usando ambas manos solo que esta vez no lo aparto de ella.

Johan se dio cuenta de que no había fuerza en esa patada y se sorprendió más cuando la segunda patada llego desde la chica que giro de nuevo su cuerpo, en el aire. Esa segunda patada tampoco le había dolido.  

Se preguntó si la chica se había quedado sin energía.

La chica había regresado al suelo tras sus dos patadas, deteniéndose con ambos manos para usarlas de impulso solo para dar una más.

Johan lo aprovecharía para detenérsela y aplicarle una llave pues si la chica había llegado a su límite, terminaría con el combate ahora.

Pero el impacto esta vez sí le dolió. Le pego directo en su mano extendida, la que usaría para sujetarla y acto seguido, la chica dio una segunda patada girando sus caderas que le impacto en el rostro.

Johan termino cayendo al suelo, mareado, con un dolor en su palma y su mejilla, acompañado de un sonido sordo en su oído.

Ahora Johan estaba sangrando de los labios.

Estaba endurecido pero para parar el impacto de sus patadas, debía usar ambas manos, porque con una sola no lograba defenderse del todo del impacto. De nuevo confirmo que las patadas de la chica eran más peligrosas que sus puños.   

—Me engañaste— Johan se puso de pie, aunque por poco vuelve a caer. Aun estaba mareado debido al golpe.

—Si mi poder no puede contra el tuyo, entonces haré que pueda— La sonrisa de Aliona era de satisfacción.

—Bien, supongo que me lo gane—Johan se dio cuenta de que si estaba sangrando al limpiar la comisura de su boca pero no se sorprendió pues le dolía lo suficiente como para reconocer que le había roto el labios.

Johan esta vez avanzo primero, lanzado un par de golpes que Aliona desvió, entonces un rodillazo fue hasta su estómago, que ella logro evitar regresándola con sus dos manos, pero Johan le dio un codazo del que ella no tuvo más opción que defenderse, lo que provoco que Johan le lanzara un golpe más en el pecho que la hizo retroceder, tosiendo.

Sus movimientos, antes rápidos, eran más lentos y torpes en ambos casos.

El chico se lanzó contra ella de nuevo, aprovechando que se recuperaba del último ataque pero esta evito un golpe agachando su cuerpo, entonces embistió con su hombro hasta él, lo que provoco que ambos cayeran al suelo.

Entonces Aliona comenzó a golpearlo en el suelo mientras Johan se cubría el rostro con ambas manos.

Tras el siguiente golpe, Johan desvió su puño hasta el suelo, entonces le lanzo un golpe en el costado que ella evito levantado su brazo, entonces un segundo golpe le llego desde el lado y que dio directo en el oído.

Aliona se apartó de él, terminando con ambos tumbados en el suelo, respirando irregularmente.

Ella ahora estaba mareada como él. Su oído solo podía escuchar un sonido vacío junto con un tremendo dolor que le recorría los nervios de todo el cuerpo, tanto que no tuvo más opción que sujetarse la oreja, esperando poder calmar el dolor.

—Eso se siente— Dijo Johan, tratando de levantarse pero sus brazos ardían. No sabía si ya se había recuperado del todo tras aquella batalla en el banco pero esperaba no tener que recaer tan pronto.