Hermandad: Ciudad Oscura (vol.3)

Amigos.

— ¡Tu poder es increíble! ¡Me gustaría tener uno como él tuyo!— Eran las frases que Cornelius más escuchaba cuando los niños, emocionados lo rodeaban para hablar con él en cuanto mostraba su poder.

Por sí mismo el hielo era un poder poco visto, incluso tomando en cuenta que los poderes elementales son bastos por el mundo pero Cornelius, pese a su edad, lo controlaba de una manera que solo un genio nacido con talento, podría.

Y para un niño, ser admirado era lo mejor aunque nunca se le subió a la cabeza pues quería ayudar a todos tratando siempre de sonreír y de cumplir con las expectativas puestas en él mismo como próximo héroe.

Incluso en la secundaria, donde la variedad de poderes era más grande y la cantidad de gente que podía controlarlos a un nivel increíble eran más, él seguía siendo reconocido por su poder.

Cornelius entendió que tener poder y habilidad era una bendición ganada por la que la gente te reconocía y al mismo tiempo algo de lo que tú mismo deberías sentirte orgulloso. 

— ¡Yo soy Javier y seré un héroe! ¡Un gusto!— Dijo Javier levantando la mano cuando se presentó, hablando bastante alto también— ¡Mi poder me permite controlar los cuatro elementos!

Muchos se mostraron interesados, incluido Cornelius ya que un multipoder es todavía más escaso.

—Hola, soy Cornelius, un gusto conocerte ¿Es verdad que controlas los cuatro elementos?— Preguntó con amabilidad— Debe de ser increíble poder hacerlo ¿No? ¡Y combinarlos!

—N-no es para tanto, la verdad— Cornelius no podía entender ese comentario pero Javier siguió hablando— Aún me falta aprender a controlar el viento y el agua y, bueno, todos en realidad, no soy tan bueno.

—Bueno, tienes razón pero aprenderás— Dijo esté.

Después de eso hablaban de vez en cuando y hasta podrían considerarse amigos ya que incluso llegaron a crear ataques combinados usando el agua de Javier y la congelación de Cornelius.

Si ambos querían ser héroes y si seguían trabajando juntos, serían imparables o al menos esa era la idea de Cornelius.

—No es para tanto— Le volvió a decir Javier cuando este le conto lo que quería hacer— Digo, si, podríamos ser reconocidos, somos un gran equipo pero no creo que seamos imparables ¡No sabemos que villanos hay por ahí!

De nuevo esa frase que Cornelius no entendía.

— ¿No es para tanto?— Volvió a preguntar Cornelius mirándolo— No comprendo a lo que quieres llegar ¿Cómo que no es para tanto? ¡Somos increíbles juntos y la escuela entera nos conoce por eso!

—Pues sí, es verdad pero incluso con nuestros poderes no…

— ¡No digas tonterías! ¡Tengo un poder de hielo que domino muy bien y tú has mejorado controlando el agua! ¿No? ¿Qué parte es exactamente “No es para tanto”?— Cornelius tuvo un ataque de ira— Fuimos bendecidos con habilidades y talento ¿Me estás diciendo que eso no es para tanto?

—Solo digo que…

—No importa, estoy harto del no es para tanto— Cornelius se alejó de él y no solo aquel día, si no para siempre.

Cornelius entendía que no todos podían pensar como él pero si no aspirabas a lo alto, con todo el reconocimiento que te dan, entonces ¿Realmente lo deseas? ¿Realmente podrías darles la cara y decirles “No es para tanto”?

—Estás aquí, listo para enfrentarme ¿Tampoco es para tanto?— Le pregunto Cornelius tras aquellos segundos de silencio.

—No, estoy feliz— Javier soltó una leve sonrisa y lo señalo— Voy a derrotarte aquí y ahora.     

—De verdad hablas con confianza— Cornelius le sonrió— ¡Muy bien, entonces será divertido!

Cornelius ataco primero, lanzando agua desde una botella, que al instante se congelo, generando témpanos de hielo que fueron hacia Javier que esquivo uno, desvió otro con viento y para la segunda tanda de picos, solo los derritió con fuego gracias a sus mecheros en las muñecas.

Cuando las llamas se apagaron, Cornelius apareció de entre ellas para golpear a Javier pero este lo evito, deslizándose hacia un lado, entonces Cornelius lo salpico con agua que al instante se congelo, provocando que la ropa y parte del rostro de Javier se cubriera de una capa de hielo.

Javier pensó en derretirlo pero Cornelius lo pateo en el estómago, lanzándolo casi del otro lado de la arena.

Cornelius volvió a usar el agua que traía para crear témpanos que Javier, en el suelo, no tuvo más opción que derretir con fuego. Pero logro apartarse cuando Cornelius cayó sobre él, con una patada que congelo un poco el suelo a su alrededor.

Javier giro y logro ponerse de rodillas, entonces toco el suelo, el cual comenzó a moverse y solo por poco Cornelius pudo evitar que dos picos lo atraparan aunque eso ocasiono una herida en su antebrazo.

Cornelius se mojó la herida, entonces la congelo para que dejara de sangrar.

Cornelius volvió a cargar y antes de que Javier volviera a levantar tierra tuvo que moverse pues Cornelius estaba usando el agua derramada para desplazarse con mayor facilidad y con mayor velocidad,

Antes de que el golpe diera en su cara, Javier uso el viento para apartarlo.



#1157 en Ciencia ficción
#2532 en Joven Adulto

En el texto hay: torneo, peleas, superpoderes

Editado: 26.12.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.