Pareja de contrarios.

En las gradas, lo único que podían ver eran las llamas dispersadas, el hielo destrozándose o derritiéndose y agua salpicando junto con mucho vapor producto de que el agua se evaporara.

Nina no podía apartar la vista de ese espectáculo de luces.

Por otro lado, Santiago no podía dejar de admirar lo resistentes que eran y pese a conocía a Javier y lo había visto en sus entrenamientos, ese de ahí estaba sin dudas superando sus límites, sobre todo con un elemento con tan poca afinidad como lo es el fuego para su cuerpo.

— ¿Ya te cansaste?— Preguntó Cornelius mientras Javier evitaba uno de sus golpes y trataba de regresárselo pero este se lo desvió con hielo que solo fue derretido por el fuego de su rival.

— ¡Nunca!— Gritó este, expulsado fuego por todo su cuerpo para apartarlo.

Javier aprovecho esto para impulsarse hasta él y golpearlo pero Cornelius levanto una gran barrera de hielo con lo que evito su embiste y pese a que Javier lo estaba derritiendo, Cornelius lo congelaba.

El hielo se quebró pero Cornelius ya no estaba detrás.

Cornelius, desde arriba tato de congelarlo con una patada a lo que Javier se apartó, pero de todos modos fue golpeado y lanzado por los trozos de hielo que el chico genero con el impacto de caída.

La ropa de Javier resistía esa clase de golpes pero eso no evito que saliera golpeado por lo que supuso que el dolor de su hombro no era normal. No tuvo más opción que volver a erguirse como si nada.

Estaban en su límite y eso todos los chicos en los vestidores y los que veían la batalla lo sabían.

— ¡Te demostraré que tu poder no es para tanto, en realidad!— El cuerpo de Cornelius había comenzado a enfriar el ambiente, tanto que incluso del agua que no se congelo comenzaba a hacerlo, generando picos de hielo.

Javier había comenzado a calentar el ambiente mientras el viento se movía a su alrededor y el mechero en su mano comenzaba a incrementar la fuerza y la visibilidad de su llama.

Javier estaba listo para terminar con eso, para dejar atrás todo y sonreír, mientras Cornelius no pudo evitar regresarle la sonrisa a su viejo amigo.

— ¡Sus poderes son tan increíbles, la verdad!— Dijo un chico menor que miraba la demostración de poderes de Javier y Cornelius durante aquel ejercicio en parejas usando sus poderes— ¿Cómo lo hacen?

Era un festival de demostración de la secundaria por lo que para ninguno era la gran cosa pero aun así, Cornelius estaba feliz de poder participar y demostrar que tiene un poder genial y un gran compañero.   

—Entrenamos de vez en cuando, creo— Javier rasco su nunca con nerviosismo.

—Sí, sí, eso parece pero ¿Tu controlas el viento y el agua, verdad?— Preguntó el chico frunciendo los labios con curiosidad— Que genial es que hayan nacido para hacer equipo de esa manera. 

—Sí, bueno, creo que tienes mucha razón pero si te soy honesto yo casi no hago nada en realidad ya que controlar el agua es fácil y aunque me cuesta el viento, lo manipulo lo suficiente— Javier se encogió de hombros con vergüenza— Así que felicítalo más a él, ya…

—No digas tonterías, sin ti, este poder combinado jamás saldría— Cornelius le palmeo el hombro— Hay que darnos todo el crédito a ambos, hombre…

—No es para…— Comenzó Javier, tan avergonzado como hace rato.

— ¡Como sea!— Cornelius le interrumpió— Hemos trabajado muy duro para llegar a este punto y mientras uso al máximo mi poder, tú lo potencias todavía más lo que de verdad nos complementa y bueno, es lo normal ¡Al fin y al cabo seremos héroes compañeros!

Ambos eran conscientes de que sus poderes eran incompatibles en principio, aun así, llevándolo al extremo, crearon un ataque poderoso que combinaba las tres naturalezas de Javier y la única pero poderosa naturaleza de Cornelius.

Una combinación perfecta pero que en otras circunstancias también los volvía los perfectos rivales.

Nunca se enfrentaron, no hubo necesidad pero en el fondo de sus corazones, ambos querían saber quién era más fuerte, incluso Javier que no estaba motivado en ese entonces, quería saberlo. Muy en el fondo él sabía que su fuego nunca sería tan fuerte como el hielo de Cornelius.

Pero eso cambiaria ahora, pues ambos embistieron, usando al máximo su poder en un gran puñetazo que incluso creo una onda expansiva que levanto algunos escombros cercanos.

—El fuego siempre le gana al hielo ¿No?— Hasta Aliona no pudo evitar sentarse en su lugar.

—Así es como debe de ser— Johan lo dijo, pero no sabía si de verdad aplicaría ahí.

Javier sabía que no era tan fácil pues Cornelius congelaba al instante lo que se derretía, y aprovechaba esa agua para mermar las fuerzas de sus llamas que cedían de a poco.

—Yo también quiero ser un héroe pero aún no sé qué significa eso— Javier hablaba con Johan quien frunció las cejas en su dirección— Si, sé que es raro pero quiero seguir y entonces podré caminar a su lado.

— ¿Eh? ¿A lado de quién?

—De los Tops, claro— Javier sabía que debía dejar de ser mediocre, entonces porque no tratar de ser un Top, ya que seguro que a quienes quiere alcanzar en realidad, ellos, también aspiran a ese tipo de fuerza— ¡Seré un gran top!