Antes del tercer combate.

—Parece que necesito recostarme un rato— Kolenka por poco se cae al suelo pero logro recargarse en una pared para que esto no pasara. Miro su mano temblorosa unos breves segundos antes de apretarla y seguir caminando.

— ¿Te ayudo?— La voz de Aliona la llamo mientras se acercaba a ella corriendo.

—Sí, por fa— Dijo esta, aceptando que Aliona le ayudara, pero esta termino cargándola como si fuera una princesa, esto debido a que era más fácil por su estatura— ¡Oye, esto es un poco vergonzoso!

—Nadie lo está viendo— Aliona aparto su queja con ese comentario— Lo hiciste genial, por cierto.

—Aun no termino de recuperarme de las otras pruebas— Admito ella, mirando que su mano aun temblaba. Esto también lo noto Aliona— Pero muchas gracias. De verdad espero aguantar porque hay alguien a quien quiero enfrentar.

—Sí, lo dijiste ¿Quién es?

—Su nombre es Aylin— Dijo la chica, recordando su encontronazo durante el juego de capturar la bandera— Tienes un poder interesante y me gustaría intentar enfrentarlo ¡Puede ser divertido!

—No sé porque esperaba una respuesta diferente…

—También quería enfrentarme a ti pero supongo que no podrá ser aquí ¡Cuando regresemos a casa, enfrentémonos!— Dijo Kolenka mientras le regalaba una sonrisa que se le borro cuando noto la seriedad de su amiga— No es una forma de lastima, que quede claro.

—Lo sé, pero no podrá ser— Dijo está, mirándola.

— ¿Eh? ¿Por qué?— Kolenka no pudo evitar preocuparse al notar el tono serio de su amiga.

—Porque te enfrentare cuando realmente de la talla, mientras tanto, tendrás que esperar aunque no mucho— Aliona le sonrió de nuevo— Cuando finalmente te enfrente, te pondré de cabeza de verdad.

— ¡Lo espero con ansias!— Kolenka no pudo evitar sonreírle.

Momentos antes, mientras el segundo combate ocurría.

— ¡Esa chica es increíble!— Iris no pudo evitar emocionarse al ver como esa chica pequeña podía hacerle frente a ese tipo— ¡No puedo quedarme atrás! ¡Ganare este torneo y la enfrentaré!

—Suenas muy confiada— Esmeralda le sonrió como si nada pasara pero estaba moviendo mucho sus piernas— ¿Qué tal si te toca contra el Top 3? ¿Podrás con él? La verdad es que lo veo difícil.

— ¿Si le ganas a un Top 3, te vuelves Top 3?— Preguntó Iris al darse cuenta de eso­— ¿Te lo imaginas?

— ¿De verdad crees que puedes ganar?— Esmeralda no lo diría en voz alta pero estaba segura de que no ganaría. En realidad esas palabras eran para ella, pues pese a que todo ese tiempo se había hecho la fuerte pero al ver los primeros combates, no pudo evitar llenarse de inseguridades.

—Claro que no— Iris se sentó a su lado y se recostó en su hombro— Tengo mucho miedo de fallar.

Esmeralda sabía que era cierto, pues sus manos temblaban.

—Hagamos lo mejor que podamos— Dijo Esmeralda, levantando su pulgar a Iris quien solo sonrió un poco— ¿No es verdad, Aylin? ¿Quieres recargarte conmigo también? ¡No muerdo!

Aylin se había limitado a escuchar y se sonrojo un poco cuando escucho la sugerencia de su amiga.

— ¡Vamos!— Iris se levantó para arrastrarla a la banca pero solo para abrazarla por la espalda— Me sentiría mejor si las tres nos mantenemos juntas ¡Tengo miedo pero no puedo fallar!

Esmeralda solo pudo mirarlas con una leve sonrisa.

Aylin termino por sujetar los brazos de Iris que estaba alrededor de su cuello en señal de que la apoyaba.

— ¡Eso fue increíble!— Dijo un ser que observaba el combate desde los pisos más altos con los ojos brillantes— ¡Los humanos con poderes son sorprendentes! ¿Alguno podrá hacerme sentir vivo? ¡Espero poder descubrirlo!

Su emoción era tal que temblaba.

—Oye amigo ¿Estás bien?— Un guardia llego hasta él— ¿Podemos hablar? Parece que a algunas personas de aquí cerca pareces ponerlos incomodos así que tal vez podemos arreglarlo. 

— ¿Y usted de que mierda habla? ¿Arreglar qué?— Preguntó el ser, sin mostrar su rostro, pues estaba cubierto por una túnica con el fin de no llamar mucho la atención— No estoy haciendo nada malo ¿O sí?

—No, solo quiero seguir el protocolo— Dijo el guardia pero dirigió su mano a su arma con lentitud.

—Ah, claro, entiendo— El hombre no pudo evitar sonreír.

El hombre se acercó a guarida para de un momento a otro rodearlo por el hombro como si fueran amigos— Vamos a charlar.

El guardia entendió porque era tan incómodo pero suponiendo que fuera peligroso, lo mejor sería apartarlo de la gente así que comenzó a guiarlo hasta el lugar donde estaban sus compañeros.

Pero cuando entraron tras las gradas, el ser lo soltó y golpe su  espalda con tal fuerza que el pobre tipo termino escupiendo sangre con los ojos en blanco. Su corazón y sus costillas estaban destrozados debido al gran impacto.

—Parece que tú no eres divertido— Dijo el ser, con una mueca seria.

—Te dije que no llamaras la atención— Dijo una voz femenina detrás del hombre.