Hermandad: Ciudad Oscura (vol.4)

Las niñas que dejaron de jugar.

Iris se adelantó utilizando su gran velocidad, haciendo que los cristales del suelo brillaran por lo que Esmeralda retrocedió, pero no con la suficiente velocidad así que Iris le pateo el estómago, lanzándola del otro lado del cuadrilátero.

Esmeralda logro impulsarse hacia enfrente desde el suelo para no terminar cayendo de espaldas e incluso cuando se preparó para contraatacar, en realidad tuvo que defenderse, cubriendo su rostro con ambos brazos de la patada que su rival acababa de lanzarle.

Y no termino ahí, pues Iris se impulsó hacia enfrente y trato de elevarse usando los brazos de Esmeralda como soporte con el fin de patearla desde arriba pero la chica de los cristales rosas logro apartarla, separando sus brazos, y usando todas sus fuerzas lo que hizo que Iris terminara impulsándose hacia atrás.

Esmeralda era más fuerte que Iris pero sabía que si no hubiese reaccionado y ella hubiese terminado de impulsarse hacia arriba para patearla, no habría podido resistirlo.

Pese a que se miraban fijamente, esta vez ya nadie dijo nada.

Esmeralda entonces introdujo su mano en su cantinflera a lo que Iris se movió con rapidez.

No sabía lo que planeaba pero no la dejaría actuar.

Esmeralda entonces saco la mano y lanzo el agua como si nada justo frente a ella.

Iris pensó que solo estaba usando el agua para evitar que se moviera a gran velocidad o bien para identificarla como hizo con los cristales del suelo pero fue entonces que noto que un cristal de un tamaño minúsculo le rozo la mejilla Seguido de otros tantos que por poco llenan su rostro, por lo que tuvo que apartarse del agua.

Su brazo ahora tenía varios cristales pequeños, delgados pero bastante filosos incrustados.

— ¡Cristalizo el agua!— Aylin no pudo evitar emocionarse un poco.

Johan a su lado, también estaba sorprendido.

Esmeralda había visto a su maestra hacerlo con sangre e incluso había investigado a otros usuarios que eran capaces de cristalizar aire, o más bien, algún elemento especifico del aire como el mismo vapor de agua.

Desde entonces, buscando algún día enfrentar y detener a su maestra, ella misma comenzó a entrenar para cristalizar líquidos, intentándolo con pequeñas gotas de agua o el propio sudor de su cuerpo. 

A diferencia de sus agujas solidas que eran recubiertas por su cristal, volviéndose más fuertes, el centrarse para encerrar moléculas más pequeñas era difícil, tanto así que incluso en ese momento, los cristales que generaban eran mucho más frágiles que otros, filosos, si pero frágiles.

Iris se dio cuenta enseguida de esto, pues cuando los extrajo de su brazo, estos se rompieron con facilidad, provocando que incluso algunas partes se quedaran clavadas en su antebrazo.

Iris volvió a moverse a lo que Esmeralda lanzo de nuevo gotas de agua solo que esta vez a su alrededor, impidiendo que Iris pudiera acercarse y aunque no eran peligrosas, en mucha cantidad y con el agua tan concentrada cerca de ella, sería difícil no recibir alguna clase de daño considerable si era descuidada.

Pero también sabía que como cuando usaba las agujas, debía esperar a que bajara los brazos hacia su bolsa para acercarse.

Y eso hizo, se arrojó contra ella cuando la chica trato de meter las manos en su cantinflera.

Iris logro moverse hasta ella, tratando de patearla desde abajo para dar en su barbilla pero gracias a los cristales del suelo, Esmeralda pudo preverlo así que se cubrió con sus dos brazos en x, aunque esto no evito que terminara elevándose un poco debido al impacto, entonces una segunda patada que Iris le lanzo en su costado la empujo hacía la derecha.

Sus movimientos aun eran muy lentos y Esmeralda sabía eso.

Esmeralda logro deslizarse por el suelo en lugar de caer, haciendo una mueca de desagrado.

Era consiente de que ahora mismo ella era quien estaba recibiendo más castigo pero era lo que esperaba, pues la velocidad de Iris era mucho mayor a la de antes y pese a aprender varios trucos para tratar de igualarla y mostrarse confiada, aun no podía predecirla del todo.

Y sabía que pese a que Iris se desgastaba usando esa velocidad, ella podría no aguantar hasta entonces.

Sin pestañar Iris se lanzó de nuevo a lo que esta vez Esmeralda, ya habiendo introducido su mano en su cantinflera, lanzo agua en su dirección, seguido de en todas direcciones con el fin de encontrarla. Esta vez lanzo una gran cantidad con el fin de generar agujas más gruesas y por ende, más resistentes y pesadas, además de más peligrosas.

Mientras más agua concentrara en un solo cristal, más fuerte y resistente era pero menos lejos llegaba y aún estaba el hecho de que era algo que aún no había perfeccionado, por lo que no toda el agua se cristalizaba, por lo que entre los cristales, aún era lanzada agua.

Por otro lado, Iris se dio cuenta de que ahora que sus ataques eran más pequeños e incluso menos brillantes, era mucho más difícil esquivarlos y pese a que absorbían la luz que ella irradiaba, no eran tan evidentes como con los primeros.    

También se percató de que a diferencia de sus agujas físicas que casi siempre solo son cuatro, ahora pueden venir varias en un solo ataque y los espacios entre una y otra prácticamente no existían por lo que había ampliado su zona de ataque.




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