Destellos y parpadeos.

—Ese fue un gran combate— Le felicito Aliona que había llegado junto con Annika para recibir a la pobre chica que caminaba con dificultad por los pasillos— Pero como siempre te exigiste de más…

—No deberías sorprenderte— Le dijo está, tratando de sonreírle como si nada.

—No me sorprende pero si sigues así, tendrás que retirarte, quieras o no— Le dijo su maestra, mirándola con tal severidad que Kolenka no pudo levantar la voz para decir que estaba bien—Incluso ahora recibimos un permiso especial para venir por ti.

—Y pasamos por un cateo incomodo…— Agrego Aliona. 

—Está bien, prometo ya no me sobre esforzare tanto— Kolenka se rindió ante ambas.

—Bien, porque no será positivo para tus puntajes que tu maestra entre al combate y lo detenga así que nada de volver a hacerlo, y si has llegado al límite, mejor rendirte ¿Bien?— Annika comenzó a caminar— De momento vamos a la enfermería.

—Es por tu bien— Le dijo Aliona, mirándola de reojo mientras pasaba el brazo de su amiga sobre su hombro para ayudarla a andar.

—Lo sé… Aun así, es duro aceptarlo— Respondió Kolenka, regalándole una leve sonrisa avergonzada.

— ¡Que combate tan increíble!— Dijo el maestro de ceremonias con su típico tono eufórico— ¡Por eso vamos a continuar con el torneo y esta vez comenzaremos con la cuarta ronda. ¡Recibamos a una estudiante de la Academia Torre Blanca y su nombre es Iris Castellanos!     

Cuando escucho su nombre, Iris no pudo evitar pasar saliva, entonces sin pensárselo mucho comenzó a avanzar hasta la puerta para salir a la arena aunque se detuvo unos segundos con la mano extendida, y tras sujetársela pues estaba temblando, salió con una gran sonrisa.   

Johan en las gradas no pudo evitar sentirse tan nervioso como su hermana mientras Santiago comenzó a morder su labio inferior.

—Te aseguro que estará bien— Le tranquilizo Mariana con una leve sonrisa.

—Sí, lo sé— Dijo Santiago, regresándole la sonrisa.  

— ¡Y su rival, directo desde Francia y la Academia Pugnale Blu, recibamos a Chandler Joyce!— Dijo el maestro de ceremonias mientras acto seguido muchos aplausos y gritos recibían al chico.

Ambos rivales se miraron frente a frente.

—Tú lo enfrentaste ¿De verdad es tan difícil?— Preguntó Johan hacía Aylin quien miraba al rival de Iris con una mueca difícil de determinar.

—B-bueno, su poder es muy interesante y creo que es muy bueno utilizándolo, pero es bastante raro… Incluso sugerente pero no es algo tan malo, creo— Señalo Aylin quien no pudo evitar recordar los comentarios del chico, sonrojarse incluso por lo bochornosos que fueron.

—Espero que Iris le patee el trasero— Johan hablo en voz baja, pues pudo notar esa reacción. Su expresión hasta se oscureció.

— ¡Ah, vaya, parece que tengo mucha suerte! Primero aquella hermosa chica que controlaba la gravedad y ahora tú, la hermosa chica que brilla como el sol— Dijo Chandler con una gran sonrisa mientras extendía sus brazos, como agradeciendo al cielo— Aunque eso podría generar conflictos, deben saber que hay para todas.

Iris no quería ni preguntar a qué se refería.             

Chandler vestía el uniforme escolar de Pugnale Blu, que era de color hueso, con líneas negras en las mangas y en el bordillo del saco, sin corbata y con el escudo de un par de navajas sobre un escudo negro.

Por otro lado él era un chico de tez clara, cabellos rubios cortos, ojos azulados brillantes, delgado y bastante alto, de labios gruesos y pestañas largas. Tenía una trenza pequeña que caía enfrente de su rostro.

— ¡Muy bien, que el cuarto combate de la segunda ronda del torneo Interescolar comience!— Grito el maestro de ceremonias de fondo.

—Antes de comenzar y derrotarte…— Iris se quedo quieta cuando el chico comenzó a hablar de la nada— Debo hacerte una pregunta importante cuya respuesta podría verse influenciada cuando todo termine.

Iris le miro con atención.

—Tu, hermosa flor ¿Saldrías conmigo cuando todo esto termine? Tu poder es igual de fundamental que el mío ¿No? La luz y yo, un teletransportista ¡Somos muy rápidos! ¡Podríamos ser la pareja más rápida del mundo!

—No entiendo pero supongo que si— Iris inclino un poco su rostro con confusión.

— ¿De verdad saldremos?— Los ojos del chico brillaron.

— ¿Eh? No, lo siento… Solo asentía sobre lo de ser rápidos— Le respondió Iris de forma tajante.

—Ah, rayos— Chandler dejo caer sus hombros mientras hacia un ruido de dolor— Bueno, entonces quizá cuando todo termine, puedas darme una oportunidad, hermosa flor ¡Brillemos juntos una última vez antes de separar nuestros caminos!

Iris se preparó para su primer ataque pero tras un parpadeo, Chandler por poco le suelta a una patada, por lo que esta tuvo que moverse a gran velocidad lejos de él.

Solo se pudo ver como ambos levantaban polvo desde la arena.

Iris sabía que era rápido pero no esperaba que tanto, a menos que incluso durante el combate de Aylin se haya contenido, cosa que le parece imposible y si es posible, entonces tendría que ser más rápida que él.