Hermandad: Ciudad Oscura (vol.4)

Desastre natural.

Javier logro ponerse de pie con dificultad. Su espalda aún le dolía del impacto, además su rostro, y parte de su palma ardía debido a las quemaduras provocadas por aquella explosión. Su mano estaba muy roja. 

Cuando usaba su poder de fuego, pese a desgastarlo y si generarle quemaduras cuando lo usaba mucho, en realidad era un poco resistente a este, por lo que no terminaba muy lastimado pero aquella explosión no fue provocada por su poder, sino por su encendedor y por aquella pelusa que no fue creada por él.

Javier ya no podía usar el fuego porque se arriesgaba a lastimarse a sí mismo.

Y esto también lo sabía Irina quien se descubrió de su barrera de raíces para ver a su rival.

Más raíces comenzaron a surgir para atacarlo desde abajo, a lo que Javier usando el viento las corto, manteniendo también apartadas las espinas que salían desde las rosas que estaban por ahí.

Sus poderes de ataque eran viento y fuego y ahora sin fuego, solo le quedaba una opción, usar el agua que en realidad era limitada en su contenedor, aun así, podría servir para sustituir el fuego. La tierra seguirá siendo su defensa.

Javier destapo el frasco donde cargaba agua y se preparó.

El chico comenzó a correr hacia ella con la velocidad del viento mientras raíces trataban de atraparlo y otras tantas trataban de impedir su avance pero todas terminaban hechas pedazos.

Las que lanzaban espinas fueron cortadas, esta vez por una hoz de agua lo que sorprendió a Irina. Así que de verdad podía controlar los llamados cuatro elementos.

El agua no termino de dispersarse hacia el suelo cuando Javier la atrajo de regreso a su estado de guadaña, cargándola desde uno de sus antebrazos como si fuera una garra sobre su brazo.

Más raíces fueron contra él pero este los corto tanto con la oz como con los vientos que lo rodeaban,  entonces comenzó a correr hacia ella, lo que hizo que está de nuevo, levantara una barrera de raíces seguido de levantar más raíces que trataron de sujetarlo, incluido plantas carnívoras que eran más grandes que antes.

Ella pensó que quitándole el fuego, tendría ventaja pero él que pudiera controlar el agua a ese nivel, volvía a nivelarlo todo, el problema es que ella ya había usado su ataque especial, algo que gastaba bastante de su energía. Crear arboles era desgastante.

Javier estaba cortando las raíces tratando de acercarse y cuando pensó en tenerla a tiro, otras raíces trataron de cortarle el paso pero estas eran un poco más gruesas pero esta vez combinando la presión del agua y el viento mismo, las corto, lo que permitió llegar hasta la barrera personal de la chica.

Irina había dejado un orificio para ver así que sorprendió cuando entre las raíces cortadas, apareció el chico moviendo el agua en su mano.

El agua había cambiado de forma, de una oz a algo parecido a un taladro que comenzó a girar en la mano de Javier a gran velocidad y que tras unos segundos, se rodeó también de fuertes vientos que chocaron contra la raíces y comenzaron a perforarlas, ante la sorpresa de la chica.

Irina trato de atacarlo desde atrás pero Javier, con un fuerte pisotón, hizo que una pared de roca se levantara para cubrirlo, entonces Irina, desde debajo del chico hizo que plantas carnívoras lo sujetaran pero de nuevo la tierra impido que estas pudieran moverse mucho, siendo apretadas contra la tierra e impidiendo su movimiento y aunque ahora estuviera sujeto, no parecía dispuesto a detenerse.

Las plantas fueron cortadas por su barrera solo unos segundos después.

Las raíces de su barrera estaban cediendo gracias a la fuerza y velocidad de ambos poderes juntos y el hecho de que no eran tan fuertes como hace rato contribuía a que estas comenzaran a crujir de forma peligrosa.

Irina entonces se elevó, utilizando otra raíz grande que la aparto justo a tiempo cuando el chico atravesó su barrera. Este término sorprendido de ver una nueva raíz grande crecer frente a él a lo que tuvo que alejarse pues el impulso de hace rato por poco lo hace caer y aunque no quería admitirlo, llego a su límite así que no habría podido seguir impulsándose hasta ella aunque quisiera.

Al tratar de apartarse usando solo un poco el viento, una raíz lo golpeo en el estómago y fue impulsado hacia atrás, sin aire.

—Si, como dije, son muy buenos pero desperdician mucho su energía en sus ataques— Señalo de nuevo Orlan al ver a los peladores con una mueca analítica— Si tan solo alguno tuviera idea de cómo administrar sus fuerzas, entonces estaría muy por encima de todos los que están pelando. Quizá a mi nivel.

—Sí, puede ser— Vania asintió.

Irina regreso al suelo pues la raíz, pese a haberla salvado, ya estaba marchitándose.

No pudo evitar tocar la raíz con cierta tristeza.

Irina conocía muy bien su poder. Sabía que con un solo roce, podía llenar de vida a una rosa sin raíces y hacer que crezcan más y de hecho, le gustaba, no por nada había retomado el invernadero de su madre y no por nada no le importaba sacrificar su propia vitalidad para ayudar a una planta seca.

Pero cada planta era diferente, cada una de ellas soportaba su poder de diferentes formas por lo que algunas podían aceptar muy bien su poder y otras podían aceptarlo y morir tiempo después o incluso solo morir.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.