Hermandad: Ciudad Oscura (vol.4)

Oscuridades desconocidas.

La chica por si sola era rápida así que no se sorprendió cuando se acercó a él tras un par de parpadeos, entonces trato de golpearlo en la cara con su puño cerrado aunque en realidad lo que logró esquivar Orlan por poco fue una cuchilla que acaba de deslizarse justo debajo de la manga de la chica.

La chica giro, tratando de golpear con su antebrazo su costado pero Orlan se apartó, retrocediendo a una mayor velocidad pues noto que de su otra manga también se deslizo una cuchilla.

—Eres la chica sin poderes ¿No?— Orlan no pudo evitar mirar a la chica con bastante interés.

La chica le miraba con seriedad.

—Eres muy linda, deberías hablar un poco más ¿O no conoces el idiota? Noto que no tienes puesto el collar de traducción— Señalo Orlan.

Sus cuchillas regresaron a sus mangas con un movimiento de sus manos, entonces de su bolsillo saco unas esferas moradas que arrojo hacia él chico. Estas explotaron liberando un humo negro bastante denso.

Orlan pensó que era veneno, por lo que se cubrió la boca, entonces pudo notar a la chica correr hacia él entre el vapor, tratando de nuevo de enterrar su hoja en su pecho sin contemplaciones, entonces este desplego rayos que desviaron un poco a la chica, aunque en general desviaron el cuchillo entonces le metió el pie para desestabilizarla pero la chica enseguida se recuperó, se giró y trato de cortarlo pero Orlan ya se había movido fuera de la nube de humo.

Orlan no pudo evitar pensar que la chica era bastante inteligente o al menos más que los que había visto hasta ese punto.

Pudo notar como algo salía de entre el humo, entonces de nuevo lanzo rayos que interrumpieron un par de cuchillos que trataron de enterrarse en él.

Los movimientos de la chica eran bastante increíbles, claro, mientras él se moviera a su velocidad, podría ver cada movimiento pero aun así, seguro alguien normal no podría verla, lo que de hecho, no hacía más que confirmar la teoría que tenía sobre esa chica.

La Academia Lóng Qiáng, como las otras escuelas que participaban era muy reconocida en el mundo como de excelencia al formar héroes, de hecho, uno de sus compañeros Top egreso de ahí y por eso mismo sabía que las sombras también se formaban ahí.

En otras palabras, asesinos o más bien, antihéroes.

Los movimientos de la chica eran de una asesina, más que de una heroína.

Orlan no pudo evitar pensar que ese año se presentaron chicos muy interesantes.

Por otro lado, Lixue no tenía tiempo para juegos pero sabía que era un Top así que él tampoco estaría jugando.

Ella tenía un objetivo que lograr y no se detendría hasta hacerlo, sin importar cuanta sangre más deba manchar sus manos aunque era consciente de que él no era su objetivo.     

Los padres de la pequeña Lixue no tenían poderes así que en general solo eran ricos lo que limito mucho el círculo social de la chica, algo que en realidad no le importaba o más bien, fingía que no le importaba.

— ¡Hola!— Saludo la pequeña chica a dos niños, a quienes les esbozaba una hermosa e inocente sonrisa. Habían asistido a una reunión importante en el gran palacio del gobierno— ¿De qué hablaban?

—Ah, hola, mira, hablábamos de estos héroes ¿Los conoces?— Preguntó el niño, su hombre era Gao, quién mostro imágenes de los héroes más populares del país desde su brazalete— Estos tontos no saben quién es Estrella Dorada ¿Puedes creerlo?

— ¿Y ese quién es?— Preguntó Lixue, inclinando su rostro con curiosidad.

— ¡Oye!

—Yo te dije que nadie lo conocía. Solo tú te tomas el tiempo para buscar héroes raros de países alejados de la capital… Espera ¿Quién es este? ¿Qué poder tiene? Su ropa esta llamativa— Respondió la niña a su lado, una niña llamada Yun.

—Hablar de los de siempre es aburrido ¿No?— Gao se mostró orgulloso— Este es…

Esos dos niños eran muy divertidos y como ella, no tenían poderes así que solo podían divertirse admirando a los otros héroes. Y solo se tenían el uno al otro, pues eran de clase sociales diferentes.

— ¡Lixue!— La llamo la fuerte voz de su padre, una que siempre lo hacía estremecer de forma horrible. Quería a su padre pero era muy estricto, demasiado para su gusto— ¡Ahora!

Lixue corrió hacia él y se puso en firmes, temerosa de que pudiera golpearla por tardar.

—Como la futura dueña de nuestro imperio armamentístico necesito que seas fuerte, no solo mentalmente, si no de forma física así que he decidido recomendarte para un programa especial que estamos desarrollando junto con D.A— Dijo el hombre mirando con atención a su pequeña hija.

Ella no pudo decir que no.

Aunque se alegró un poco cuando noto que sus dos amigos también fueron recomendados.

— ¡Parece que estaremos juntos en esto!— Dijo Lixue cuando los vio y estos se alegraron también de verla.

—Cuando salgamos de aquí seremos los dignos sucesores de nuestros padres— Dijo Gao con una gran sonrisa mientras sus amigas le seguían la corriente mostrándose muy emocionadas.

Todo aquello pudo pasar como un programa inocente de aprendizaje acelerado o de entrenamiento militar y en principio eso era pues necesitaban preparar sus cuerpos y sus mentes para lo que vendría después.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.