Hermandad: Ciudad Oscura (vol.4)

Héroes movidos por el amor.

Pese a que los chicos se sentían motivados por aquellas ideas de libertad y de venganza por su amiga, los entrenamientos eran cada vez más extenuantes, por lo que el poco tiempo libre que tenían, era para dormir.

Al menos así fue durante un tiempo más.

—Tengo noticias— Gao se reunió con sus dos amigos para entonces enseñarles como llamas azules comenzaban a brotar de sus manos hasta volverse una gran bola de fuego. Estaban reunidos en el punto ciego de las cámaras, el lugar que frecuentaban para hablar— ¿Qué les parece?

— ¡Increíble!— Lixue no pudo evitar emocionarse.

—Yo…— Huang comenzó a hablar pero en realidad con una de sus manos logro mover el brazo de Gao hacia un lado, sorprendiendo a su amigo quien termino apagando la llama— Pude mover algunos bolígrafos esta mañana.

— ¡Increíble! ¡Es telequinesis!— Volvió a decir Lixue— Yo aún no he logrado hacer nada pero sé que pronto lo haré…

—Estamos más cerca de nuestro objetivo, hay que planearlo bien y mantener esto en secreto— Gao hablaba con confianza— Cuando menos se lo esperen ¡Bam! Saldremos de aquí, salvaremos a todos y destruiremos este horrible lugar.

Después de ver aquello, Lixue no pudo evitar sentirse más motivada. Ella tendría que estar cerca también de despertar su poder.

La cosa es que su poder nunca despertó.

Por supuesto Gao sabía que no podía quedarse solo con sus amigos, así que recluto y hablo con todos y cada uno de los chicos que estaban en el proyecto. La cosa es que aunque le hubiese gustado reclutar a todos, algunos se negaron por el miedo o bien porque estaban de verdad comprometidos con el proyecto que los torturaba día y noche.

Gao pensaba que al final todos se darían cuenta de que todos los científicos y cuidadores de ese grupo eran criminales.

—Yo voy a salvarlos a todos— Gao apretó con fuerza el tenedor que traía en la mano para después dar un bocado con fuerza— Aunque no me quieran escuchar, les demostraré que este lugar es maldad pura…

— ¿Será lo correcto?— Preguntó Lixue— Muchos quieren quedarse porque le tienen fe al proyecto y---

—Un héroe siempre hace lo correcto y lo correcto es sacarlos de aquí, que sean libres, que vean a sus familias, yo quiero ver a mi familia y recriminarles el porque me mandaron este horrible lugar— Dijo esté, apretando con más fuerza su tenedor— Aun me falta hablar con los más grandes, quizá me escuchen.

—Bien, entonces iré contigo— Lixue estaba decidida.

En realidad ella se había quedado un tanto rezagada pues no tenía poder alguno así cuando se trataba de hablar de las presuntas fuerzas de rebelión, tanto Gao como Huang eran los más indicados para hablar.

— ¡Bien!— Gao se mostró positivo— ¡Vamos!

Aquella tarde, tras tener de nuevo su momento de libertad, Gao y Lixue partieron a ver a los mayores, y pese a que eran llamados así por ellos, solo tenían un par de años más.

— ¿Crees que podamos hablar?— Preguntó Gao con gran confianza en su tono, hacia uno de ellos que se encontraba en un pequeño comedor en el ala de los mayores junto con una chica que parecía tener telequinesis pues movía los cubiertos como si fueran un helicóptero pequeño— ¡Oh, espero que Huang pueda hacer eso después!

La chica era de cabellos castaños cortos, de labios delgados, ojos rasgados de color castaño, además de estar bastante delgada. Normalmente ahí no privarían a nadie de comer así que Lixue supuso que no estaba comiendo por gusto.

— ¿Qué quieren?— Preguntó el chico, mirando con cierto interés al niño— Esta es el ala para mayores, podrían regañarlos si se quedan por aquí.

—Lo sabemos— Gao estaba tan lleno de confianza que se sentó frente a ellos— Yo sé que entre ustedes hay gente que está harta de que nos traten como objetos y que experimenten con ustedes así que he pensado, junto con los de mi edad y los más pequeños, escapar de aquí.

La chica helicóptero detuvo su poder para mirar a Gao con interés mientras se inclinaba un poco hasta él.

— ¿Así que ustedes también? Eso es bueno— El chico, quien más tarde se presentó como Jian, le sonrió— Muchos de nosotros también estamos planeando hacer una rebelión y escapar aunque debo admitir que acercarme a ustedes era la parte que aún no sabíamos cómo hacer ¡Eres un chico valiente!

— ¿En serio? ¡Gracias!— Gao no pudo evitar mostrarse emocionado.

La chica también les sonrió. Su nombre era Lian.

—Bien, entonces seremos aliados ¿Te parece? ¿Qué tienen en mente?— Preguntó Jian hacia el chico, entonces pudo escuchar pisadas muy cerca de ellos, por lo que bajo la voz— Hay que dejar las cosas por el momento, vayan a sus cuartos. ¡Nos podremos en contacto más tarde!

Gao y Lixue asintieron, alejándose de ahí.

— ¿Y bien? ¿Cómo fue?— Preguntó Huang, preocupado. Algunos chicos también se les acercaron.

—Estamos cada vez más cerca, ellos se unirán a nosotros o al revés, como sea ¡Estamos cerca!— Gao no pudo evitar mostrarse emocionado mientras sus amigos se mostraban positivos con grandes sonrisas.

Lixue no pudo evitar sentirse igual de aliviada, feliz y solo un poco nerviosa, al fin y al cabo ella aun no tenía poderes.




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