Hermandad: Ciudad Oscura (vol.4)

Poder puro y bruto.

Iris termino soltando un largo suspiro mientras se mentalizaba.

Irina, por otro lado, levanto ambas manos para hacer crecer raíces a su alrededor, un poco más gruesas y con pequeñas espinas que brillaban. Algunas de esas raíces terminaron en plantas carnívoras bastante grandes y llamativas con patrones rojos y amarillos.

La chica de luz salto con rapidez hasta las raíces, entonces estas comenzaron a desplegarse para alcanzarla pero no lograban hacerlo y unas cuantas eran cortadas con facilidad con sus manos en forma de cuchillas cubiertas de luz.

Iris trataba de acercarse pero entre el polen que aún se liberaba desde algunas plantas y que le impedía respirar con facilidad y las plantas carnívoras que tenían un amplio margen para cerrarse, era difícil si quiera encontrar una apertura.

De nada serviría si se agotaba antes por lo que debía evitar pelear y ahorrar energías.

La chica esquivo un par de raíces que iban hasta su rostro, entonces trato de moverse por debajo pero un par de plantas carnívoras que por poco la atrapan de las piernas. Concentrándose más logro que la luz se alargara desde sus manos para cortarlas.

Al instante tuvo que saltar sobre una gran raíz y giro en el aire para evitar otra que iba de frente a ella, a lo que una vez más en el suelo, se movilizo hasta la prisión de raíces de Irina.

Iris salto en el último momento antes de que una raíz le pegara en los pies, entonces una segunda raíz le golpeo en el estómago, haciéndola retroceder bastante para ser tragada por una planta carnívora.

Por un momento, hubo silencio.

Iris abrió las hojas con sus manos en forma de cuchilla y regreso al suelo con un giro.

Por poco se dobla, notando entonces que algunas de esas espinas habían logrado penetrar la defensa de su ropa aunque por muy poco. Aun así, eran lo bastante filosas como para causarle pequeñas heridas en el muslo y en el brazo.

Estornudar no ayudo a que se mantuviera recta o a que doliera menos.

Irina se mostraba tranquila pero en el fondo se sentía un tanto agotada pues desde el combate pasado no había recuperado todas sus energías. Aun así, tenía una gran ventaja así que debía seguir presionándola como ahora.

—La está presionando bastante— Javier hizo una mueca de preocupación.

—Puede que en cuanto a resistencia estén igualadas pero Irina tiene una capacidad mayor para atacar y defender a la vez— Señalo Johan, mostrando la misma preocupación que su amigo.

— ¿Y el Destello?— Les pregunto Esmeralda con visible interés.

—Requiere tiempo— Santiago se mantuvo quieto.

— ¿Iris está en problemas?— Preguntó Nina, quien no pudo evitar mostrarse tan preocupado como Johan y Javier— ¿No va a ganar?

—Eso es difícil de decir— Santiago le acaricio la cabeza— Pero te aseguro que estará bien ¡Ella es muy fuerte!

Nina asintió, regresando la vista al combate.

Iris contemplo la poca sangre que salió de su vientre desde la mano con la que se había tocado las heridas y entonces sin más opción, salpico el suelo y se preparó para su siguiente movimiento.

Ya no podía dudar. Era todo o nada.

— ¡Ese fue un combate muy divertido!— Acepto Orlan mientas caminaba de regreso con sus amigos en las gradas con una gran sonrisa— Quizá mi próxima parada deba ser la Academia en el Oriente, antes de que vengan por mí, yo iré por ellos.

El chico siguió caminando, pasando de largo la habitación donde estaban sus amigos solo para llegar a una pequeña área que daba al exterior a través de una ventana grande, la abrió rompiendo el cristal y entonces sin más, salto hasta afuera del estadio, para caer al suelo del exterior con seguridad gracias a su electricidad. 

—Sé que estás ahí ¿Qué necesitas? ¿Es por el último combate? ¿Planean amenazarme?­— Orlan esbozo una gran sonrisa sobre su hombro mientras caminaba lejos del área de los civiles.

Gracias a su capacidad de percibir las corrientes eléctricas, podía predecir movimientos cercanos, como un radar.

— ¡No sé de qué hablas pero suena divertido!— Dijo el tipo que se acercaba a él mientras sonreía. El tipo también había saltado y ahora estaba detrás de él— Pero yo no vine a amenazar a nadie, que ridículo sería, más bien, vengo a matarte.  

— ¿Matarme?— Orlan no pudo evitar girarse, mientras una sonrisa irónica se formaba en su rostro. Rayos azules comenzaron a rodear su cuerpo— De verdad deben tener confianza para…

Orlan se interrumpió al ver que el tipo se había retirado la capucha.

—Ya veo, no eres humano— Termino Orlan, borrando su sonrisa de un momento a otro.

—Hace poco, en esta ciudad mataron a uno de mis compañeros así que he venido para ver si realmente son tan fuertes o fue pura suerte lo que paso— Dijo el tipo mientras mostraba sus dientes de tiburón.

Aquel Bloguma era de tez bronceada, de facciones bastante hermosas, de labios carnosos, de nariz respingada, de ojos de un color oscuro profundo y pestañas largas. Sus cabellos eran rubios y estaban cortos por los lados pero algo largos de arriba, además de portar una trenza pequeña que caía por el lado derecho. Tenía una línea de un color morado tatuada desde su frente hasta debajo del ojo izquierdo. 




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