Hermandad: Ciudad Oscura (vol.4)

Los dos combates.

— ¿Piensan detenerme?— Preguntó el Bloguma sin siquiera mirar a los agentes— Bien ¿Por qué no lo intentan? Puede que sean más divertidos que ese sujeto que ahora debe de estar muerto.

Uno de los tipos dio un gran salto y trato de aplastarlo, cayendo desde arriba pero el Bloguma retrocedió como si nada, entonces lanzo un golpe que dio en los brazos del chico que logro levantarlos para cubrirse.

Ese golpe fue muy lento y pese a eso el golpe no perdió fuerza, de hecho, el pobre tipo término siendo lanzado hacia atrás con tal fuerza que reventó un par de troncos por donde paso, sacándole el aire.

Pero eso era lo menos preocupante, pues sus brazos estaban destrozados.

El brazo que recibió el golpe directo estaba abierto justo en forma de círculo debido al impacto, dejando libre el hueso quebrado, rodeado de musculo y piel destrozada. Sangraba de forma incontrolable mientras que su otro brazo estaba roto también, aunque este no estuviera expuesto.

El hombre comenzó a gritar con desesperación pues casi podía sentir como su piel y musculo comenzaban a despegarse del hueso roto. Podía sentir la piel astillada y ardiendo mientras más se movía. Estaba perdiendo la movilidad en sus dedos lo que lo asustaba a sobre manera.

—Los humanos de verdad son frágiles— Dijo el Bloguma mientras una gran sonrisa se situaba en su rostro— ¿Y qué me dices de ti? ¿Estás listo para darme batalla o acaso es que…?

El hombre cayó de rodillas, con lágrimas en los ojos mientras estos parecían mirar en todas direcciones con nerviosismo. Sus extremidades temblaban y quería escapar de ahí o morir.

Sin darse cuenta, se orino debido al miedo. Estaba listo para morir.

—Bien, reconoces tu lugar, bestia asquerosa—La sonrisa del Bloguma por poco lo hace gritar.

El Bloguma estaba por sujetar su cabeza con ambas manos para aplastársela pero Orlan apareció con un parpadeo a su lado, lanzándole un rodillazo en la cara que lo impulso hacia el otro lado de la zona, dejando una estela de destellos de luz y el suelo quemado.

—Diles a todos que nadie se meta— Ordeno Orlan hacia el hombre quien aún estaba pasmado­— ¡¿No me oíste?! ¡Vete y dile a los demás que no se metan, que este monstruo es mío!

El hombre reacciono y se fue de ahí, aunque primero paso por su amigo a quien ayudo, sujetando su brazo para que no se cayera.

Orlan había enfrentado a muchos enemigos y salvo un par de personas dentro de su grupo nadie era más fuerte que él pero en cuanto a fuerza física, él seguro era de los últimos así que sabía de lo que hablaba cuando acepto que ese monstruo era mucho más poderoso que cualquier otro.

Limpio la gota de sangre que había comenzado a caer por su nariz.     

—Pensé que te mate— La sonrisa del Bloguma podía verse entre la nube de polvo que se levantó— Supongo que de verdad son muy fuertes ¡Que divertido! Matarte será todavía más placentero…

El monstruo no pudo seguir hablando pues Orlan se movió a gran velocidad tratando de cortar su cabeza con una patada pero su rival lo noto, esquivándola por poco aunque ganándose una herida en su nariz.

Orlan no había terminado, así que trato de lanzar un par de golpes a gran velocidad que el Bloguma recibió como si nada y como esperaba, su regeneración era instantánea e incluso cuando su sola presencia quemaba su piel, esta seguía regenerándose.

Cuando fue tras el siguiente golpe, el Bloguma lo esquivo, tratando de patearlo en el estómago pero este se aparato utilizando los rayos. 

Aquel Bloguma ya estaba recuperado y aquella sonrisa solo se había ensanchado.

Orlan debía usar todo su poder si quería ganar lo que también lo emociono por lo que una sonrisa se dibujó en su rostro.

El aire comenzó a oler a ozono, algo que aquel Bloguma noto y no pudo evitar prepararse para lo que venía.

Orlan se movió primero como una lanza, tratando de atravesarlo en el pecho pero el monstruo logro evitarlo por poco, siendo atravesado en su brazo derecho como si nada, entonces el chico aprovecho y con un rápido movimiento, le corto el brazo, dejando al Bloguma con una gran herida también en su costado, tratando, acto seguido, de ir por su cuello.

El tipo desvió su brazo con su otra mano y trato de patearlo en su pecho pero Orlan le corto el pie tras liberarse a gran velocidad del agarre del monstruo.

Orlan trato de aprovechar ahora que no debería poder moverse con facilidad, pero sus brazos ya habían sanado y con ellas trato de aplastar su cabeza con sus puños, a lo que Orlan giro sobre sí mismo para crear un remolino de rayos que con suerte, le cortaría la cabeza de forma limpia pero el tipo se apartó, utilizando sus pies para impulsarse hacia atrás.

Cuando Orlan dejo de girar, noto que el Bloguma ya se había recuperado y estaba preparado para recibir el siguiente golpe.

El tipo recibía la mayoría de los ataques pero cuando Orlan se acercaba a su cabeza o a sus puntos vitales siempre lograba evitarlo lo que solo lo hacía sospechar que quizá se estaba conteniendo.




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