Hermandad: Ciudad Oscura (vol.4)

Extra: El primer día de clases.

—Recuerda que no debes usar tus poderes ¿Bien? Y si te sientes mal, díselo a tu profesora de inmediato, ella ya sabe tu situación así que te ayudara y come tu lunch completo, no pierdas los trastes, has muchos amigos y diviértete, siempre es difícil el primer día y…— Santiago estaba explicándole paso a paso a Nina lo que debía hacer en la escuela.

—Ya déjala— Interrumpió Iris, entonces le acaricio la cabeza a la chica con una gran sonrisa—Solo diviértete ¿Si?

Johan levanto ambos pulgares para apoyarla y entonces la niña entro a la escuela.

— ¿Estás llorando?— Preguntó Iris al ver a su hermano menor.

— ¡Claro que no!— Johan limpio de forma disimulada sus ojos— ¡Solo ya vámonos, que nosotros también tenemos clases!

— ¡Qué lindo mi hermano!— Iris no pudo evitar sentirse conmovida.

— ¡Basta!— Johan se sonrojo.

Santiago solo esperaba que todo saliera bien.

Nina trato de mostrarse tímida, y aun así, termino mirando a todos lados con una mueca sorprendida.

No era la gran cosa, solo eran cuatro edificios de dos pisos cada uno, cada uno pintado de café con líneas blancas en los bordes. Había tres canchas bastante grandes con porterías e incluso canastas para básquet aunque solo en uno de los patios. Había otro gran edificio al fondo que sería el auditorio con un techo metálico.

Ella debía ir al salón de 4-B que estaba en el edificio que daba la espalda a la entrada. Otro edificio estaba al frente y el otro estaba perpendicular de ambos.

Los encontró bastante fácil, entonces se quedó mirándolo de frente. Muchos niños estaban entrando y saliendo, hablando con bastante volumen. Algunos la miraron con una mueca extrañada mientras que otros pasaron a su lado sin mirarla.

Nunca había visto a tantos niños.

En los Laboratorios de D.A estudiaba sola por orden de D.A.

Una campana sonó y los niños comenzaron a entrar a los diferentes salones con rapidez.

Nina haría lo mismo por si acaso aunque también estaba el hecho de que la empujaron tantito.

La niña se quedó parada cerca de la puerta, pues no sabía donde sentarse.

— ¿Eres Nina Castellanos?— Preguntó una mujer alta con un pantalón negro de vestir y una blusa blanca que acaba de entrar al salón. Tenía una expresión amable. Era de tez olivácea, cabellos quebrados, de ojos oscuros y labios delgados— Soy Yuridia Prince, la maestra de esta clase ¡Se bienvenida!

Nina se quedó callada, sin saber que decir.

—Tranquila, sé que no fuiste a la escuela antes así que yo te explicare todas tus dudas. No tienes por qué estar nerviosa— Dijo la maestra tendiéndole la mano a lo que Nina asintió, tomando su mano con nerviosísimo.

La mujer sabía de la situación de Nina, una parte gracias a Santiago quien era un compañero de la secundaria. Debía hacerlo sentir bien y cómoda en clase si todo lo que le dijo su compañero sobre su infancia era verdad. 

Por otro lado Nina pensaba que ella parecía buena persona, como sus hermanos.

—Ella será su nueva compañera, Nina Castellanos, espero que la traten bien— Dijo la mujer mientras la presentaba— Puedes sentarte ahí, junto a Lizauri ¿Bien? En el lugar vacío.

Nina camino hacia ahí.

La chica a su lado le miro con interés.

Lizauri era una niña de cabellos morenos largos, labios gruesos, nariz respingada y ojos oscuros pequeños. Su rostro tiene un par de lunares, uno debajo del labio y otro bajo el ojo en lados contrarios. Llevaba unos lentes de pasta negra.

—Bueno, comenzaremos con las clases de historia ¿Si? Abran sus libros y Nina, si no entiendes nada, no te preocupes, te explicare después a ti para que no te atrases. Le dejaré algunas guías a tu hermano.

Nina asintió y saco su libro, forrado y con su etiqueta con su nombre 

Lizauri miro a su nueva compañera con mucho interés.

—Estamos viendo la conquista, en la página cincuenta y cuatro— Le susurro la chica al notar que Nina estaba buscando con desesperación la página. No parecía familiarizada con los libros.

— ¡Gracias!— Dijo Nina en voz alta.

— ¿Qué pasa Nina?— Yuridia le miro extrañada.

—Solo le agradecía a… ella— Dijo Nina.

—Bien, solo hazlo en silencio que estoy en clase ¿Si? No hables mucho y mejor presta atención— Le dijo la mujer sonriendo un poco.

— ¡Lo siento!— Dijo de nuevo.

Lizauri le miro extrañada en primera instancia hasta que Nina le sonrió a lo que esta solo aparto la mirada.

Era bonita, un poco.

—Bueno, respecto a lo que leyeron antes ¿Me pueden decir en que se basaba la economía de ese tiempo aquí en América?— Pregunto la maestra hacia todos en la clase pero todos se quedaron callados— ¿Leyeron el trabajo, cierto?

Nina levanto la mano ante la sorpresa de todos. La maestra le dio la palabra.




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