Hermandad de sangre, parte ll

Capítulo uno.

Hermandad de sangre, Parte ll libro: Gregori Alastor


Viaje.

Me da mucho gusto que te decidirás a acompañarme, vamos de regreso a mi tierra… sé que no será lo mismo que estar con ella. La verdad es que conmigo son cosas distintas, para comenzar yo soy humano. Bueno, si es verdad, mitad sombra - mitad humano. ¿Sabes? Siempre me sentí diferente, fuera de lugar. Que yo no era normal, y además estaba lo de habilidades. Pero no fueron una bendición o un don… me trajeron mucho dolor al comienzo de mi vida. Aun así, me regresaron una parte de mí que nunca me hubiera imaginado.

Te voy a contar un poco, mientras Ettard Boren se apresura. Bueno, es que trata de reunir la Hermandad de sangre con mi padre. Yo creo que es una buena idea, pero algunos temen a reacción del resto de las razas de sangre. Ojalá que los convenza de venir con nosotros a Hungría, Anabeth dice que algún día seré miembro de la renacida Hermandad de sangre. Sí, yo también creo que para eso faltan algunos rasguños y largos años de dolor.

Como la extraño, Anabeth Tellret hija del Oscuro, se convirtió en una amiga y una hermana. Pero, no podía quedarse… ¿Recuerdas el día en que la conociste? Según me contó, había estado en las mazmorras casi dos mil años. Hasta que te encontró o tú la encontraste de igual, la ironía es que la rescató el maldito y que todos creían que la había matado. Sin embargo, no fue así. ¡Exacto! Fue un traidor de su propia raza, un Lobo Dragos… ¡Es verdad! Él era el títere del gran padre. Nunca se reveló o se supo por qué lo hizo, que lo motivó. Si él lo había creado, y a mucho de las razas de sangre… o porque a ella y a la gran Madre las encerraron en el Lamb.

No fue una táctica de distracción, En ocasiones pienso que solo querían hacer enojar a Lucían. Ya que para ocultarlas, sin ellas estar muertas, las llevaron al mundo de los muertos. Aun sabiendo y estando conscientes de que lucían atravesaría el infierno por ellas, y que las encontraría.

¿Podrías hacer eso por alguien a quien amaras?… ¿Yo? Yo morir por salvarlas, aunque no recuerdo mucho de ella… pero sé que de mi vida, por ella y por nuestro hijo nonato. Lamento no haber tenido el valor de vincular mi vida a ella. Pero, quizá no quería pasar por lo que ahora pasa Anabeth, ellos están vinculados… Pero él murió y ella… ella no, no sé cómo es posible eso, solo sé, que la dejó… nos dejó a todos. Luego sobrevino esta extraña enfermedad, mortal para muchos, les afecto de manera impensable. Solo no murieron, cambiaron físicamente, quedaron reconocibles. Algunos que se volvieron alérgicos al sol, este es capaz de matarlos. 
Muchos nonatos sufrieron cambios dentro del vientre de su madre, y no sabemos cómo es que serán las cosas ahora con estos cambios. Solo debemos planear y cuidarnos entre nosotros, Pero, sin nuestro líder… ¿Sabes? En realidad creo que él no murió, bueno es una corazonada. Siento que quizá anda perdido por allí y no sabe cómo regresar. ¿Es una buena teoría, no? Claro que no se lo digo a ella, de hecho a nadie… ¿Qué clase de enfermo, descerebrado, le diría eso en este momento? Es una lástima que ninguno de los dos sabremos de ella por un tiempo, hasta que se le permita regresar, por órdenes de la Gran magia, “No voy a arriesgarme con ella o con los cachorros, los quiero conmigo lejos de este mundo” Y ella muy enérgica al decirlo.

Además, solo soy un adolescente, con recuerdos de un hombre de más de mil años de edad y las habilidades de un bebé de su raza. Todo un caso, lo peor de esto qué odio volar… pero como no puedo desplazarme en el éter como todos los demás, tengo que hacerlo. Lamentó que esta conversación sea en trozos y divagué un poco, pero no tengo recuerdos en orden… Aún hay algo que no te he dicho, y que ha sorprendido a propios y extraños. La Gran magia creadora de las razas mismas de sangre, de los poderosos… de acuerdo, me perdí un poco, renunció a todo y vendrá con nosotros. Sí, ese es regalo patrocinado por Egion Yurkemi hijo del Oscuro… hijo de su… ¿Qué a caso no podía dejarla en su casa y volver cada fin de semana? Ni siquiera la tolera, cada vez que ella aparecía y él desaparecía.

Ahora desde que la trajo de regreso de Lamb pareciera que derraman miel, la verdad dan un asco… pero mejor no hablar de ella, Egion lo podría escuchar y vendría a regañarme o algo peor, me mandaría de regreso al Oriente donde no puedo tragarme un vaso de leche… y yo amo la leche. Soy como un cachorrito… Bien, bien, estoy divagando. Pero en fin, llegó la planta de pulgoso y los añadidos. Es hora de partir y volver a mi hogar, con mi padre. Qué bien se siente decir eso, entonces… ¿Estás listo?

+   +   +  

Para algunos de ellos sería la primera vez que se suben en un avión. Zahara, miembro no oficial de la Hermandad de sangre, creadora de las razas… nunca se había acercado a un avión… y en su cara se podía verse la tención y el temor por ese hecho. Pero también era el pensar en dejar todo lo que había conocido atrás, reintegrarse. Buscar nuevas estrategias, sin contar todo el trabajo que aún quedaba por hacer, así como a los que tenían que proteger. Más desde que las marionetas de Narek se alzaron, les habían dado un nombre para reconocerlos e identificarles, Muriak. Que simplemente significa, los no-muertos Aun cuando ellos no los definía realmente. Poco a poco las razas se iban uniendo de nuevo, en Siria, Hungría y ahora Croacia protegían por el rey Dagonet hijo de Vel. Donde las fuerzas de la raza se concentraría para “viajar” juntos.  Zakara observaba el avión con los ojos abiertos como platos, junto a ella estaba Gregori viendo su expresión con asombro.

—¿Es un impresionante? —le interrogó con diversión en su voz. 
—¿Qué? Esa cosa es aterradora. 
—Vamos a aclarar las cosas, controlas el clima, la tierra, a los seres de sangre… ¿Pero le temes a un avión?

Ella le devolvió una mirada un poco indignada.

—¿Qué? —interrogo Gregori, quien se veía tan inocente como sonaba. 
—Todos tenemos que subirlos a esa cosa… 
—Avión —la interrumpió. 
—Cómo se llame, todo porque tú no puedes deslizarte en el éter, ¿Cierto?
—¡Oye! 
—No me gusta esa miradita, puedo convertirte en….




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