Hermanos King​

Capítulo 02

—¡Cuidado! — Gritaron unos niños, pero aun así el balón golpeó al joven de cabellera roja y risada.

Aquel balón golpeó la cabeza del joven para después caer al suelo y regresar a los niños.

—¿Está bien, señor? — preguntó el niño dueño del balón.

—¿señor?, auch, no sé qué dolió más, el haber sido golpeado con el balón o ser llamado señor.

— Yo diría que ambos. —Le respondió su hermano gemelo.

—Lo sentimos mucho, el balón se desvió…

—No se preocupen. — observo a su hermano. — Hoy no es un gran día para ser él, ¿verdad hermano?

—Cállate, o te corto esas greñas —le respondió mientras sobaba el golpe — Y ustedes mocosos. —miro a los niños — solo tengo catorce años.

Elián sonrió al escucharlo. Su hermano, estaba molesto, pero no con los niños y le alegro de que no se desquitara con ellos.

—Pueden seguir jugando, yo me encargo de él. — les dedico una sonrisa.

Los niños asintieron para después retirarse y seguir jugando.

—¿Qué pasa contigo? Has estado todo el día con esa cara de amargado. Siempre la tienes así, pero hoy se nota más. — Colocó su brazo alrededor del cuello de su hermano para tenerlo cerca.

—No es nada. — desvió su mirada. —Vayamos con papá antes de que el imbécil de su jefe le haga algo. — lo aparto y comenzó a caminar dejando a su hermano atrás.

— Archer. —Llamó, pero el mencionado no se detuvo. — ¡Oye! —corrió para llegar a él. —Papá, se molestará si nos ve ahí.

—Pero nos lo agradecerá. — le sonrió. —Ya, andando que se hace tarde y ya tengo hambre.

—Deja de pensar en comida, y piensa en el examen que acabas de reprobar.

Archer se congeló al escuchar esas simples palabras. Pensando y repasando lo que le había dicho su hermano. E-x-a-m-e-n. ¡EXAMEN!

 

—Espera, espera. ¿Dijiste examen? — Elián sintió — Debes de estar bromeando. — Elián negó lentamente, moviendo la cabeza de un lado para el otro. —¿Lo que hicimos fue el examen? No puede ser — sus manos fueron hasta su cabello, tirando de él — estoy muerto.

Elián la miró sorprendido y después soltó un soplido seguido de una carcajada.

—Tranquilo, estaba bromeando. Aún no estás muerto, pero si no estudias, sí que lo estarás.

— ¿Qué?

— Solo quería descubrir que tan perdido estas, y ya vi que estás mal. ¿Acaso estás enfermo? ¿En qué mundo estás?

—Tu maldito — se abalanzó hacia Elián queriendo estrangularlo.

—Estamos en público — trató de sujetarlo mientras reía.

Después de un rato, Archer dejó el juego de lado, y Elián bajó la guardia una vez que su hermano se tranquilizó.

—Si no fue el examen... ¿Qué fue lo que hicimos?

—Oh, eso. Solo fue un cuestionario, sobre la clase de ayer.

—¿Ayer tuvimos clases con él?

— Ya, en serio, ¿qué ocurre contigo? Me estás preocupado, Archer.

—Es complicado. Y la verdad, no sé cómo decirlo.

—Santa madre. Dime que no te enredaste con una desconocida, que ahora está esperando un hijo tuyo, y voy a hacer tío.

—¿Qué? Estás loco, qué clase de cosas te inventas. No digas estupideces, no es sobre eso.

—Gracias al cielo, casi me muero si decías que sí. ¿Te imaginas a un mini tú?, qué horror.

—Olvídalo. Idiota. Solo estoy cansado, los ensayos son cada vez más duros y agotadores.

—¿estás seguro?

—Sí, no hay de qué preocuparse, llegando a casa, descansaré y...

—¡Archer! ¡Elián! — Fueron llamados detrás de ellos.

Al voltear, Elián sonrió y comenzó a saludar desde la distancia, mientras que Archer se limitó a sonreír.

— ¡Tío Alex! — Elián llamó saltando emocionado.

Alex corrió para llegar a donde estaban ellos. Al llegar los saludo con un abrazo a cada uno.

—¿Van por su papá?

— Sí. — contestaron al unísono.

— Qué lindos niños. Los acompaño, no puedo dejarlo con ese estúpido que tiene como jefe.

— Es lo que le dijo a Elián, tío.

— Y que estamos esperando, vámonos ya antes de que sea más tarde.

 

 

 

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—¿Aún no terminas, Demian? —le preguntó su jefe mientras se acercaba al escritorio de su empleado.

—En realidad acabo de terminar. Si me permite, iré por mis cosas para retirarme. — Sé alejo de su computadora y se levantó antes de que su jefe se acercara a comprobarlo.

Demian trataba de terminar lo más rápido posible antes de que le pusieran más trabajo, ya sabía como era su jefe y no sería la primera vez.

—Oh, okay. Entonces ve, yo estaré aquí y revisaré que no haya errores.

—«Su existencia es el único error en esta oficina» — pensó mientras asintió sonriente y se retiró para ir por sus pertenencias.

Pero mientras él estaba ocupado, su jefe aprovechó para borrar el documento en el que Demian había trabajado todo el día. Trabajo que le llevo toda una noche planeando para ponerlo en marcha.

— Demian, creo que tengo un problema.

Demian no estaba tan lejos de él, así que rápidamente llegó a su escritorio junto a sus cosas.

—Ven, acércate aquí — dio unos golpes al asiento donde había estado antes.

—Sí, ¿qué pasa?

—No encuentro nada. — se cruzó de brazos.

— ¿Qué? —¿Sorpresa? No, la verdad no tanto, pero debía de parecer. —Esto no puede ser.

—Lo lamento, creo que tendrás que quedarte otra vez, pero...

—No, por suerte tengo una copia — sonrió y luego sacó una USB de sus bolsillos. — Y también los he impreso, puede revisarlos con calma. — saco una carpeta de su bolso y se los entrego.

—Espera. — lo tomó de la mano.

—Eh... Puede soltarme. —dijo sintiéndose incómodo.

—Solo será un momento. Verás me gustaría hablar contigo por un momento.

—Sobre el trabajo.

—No, es sobre otro asunto.

—Lo siento, pero, no puede ser mañana, ya es algo tarde y si no llego...

—No tardaré.

Ah, Demian mándalo a la mierda y vete qué carajos haces aquí esperando.

—Verás, llegué hace poco, pero cuando te vi... —comenzando a acercándose a su empleado. —, Demian eres un gran empleado y...




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