Hey, nerd ¡me gustas!

Capítulo 4| De patito feo a principe

~ Scott ~

— Y ¿Qué se supone que puedes hacer tú por mí? — inquiero ante su ofrecimiento.

— Muchas cosas querido Scott — levanto una ceja con incredulidad — aún eres escéptico ¿No es así?

— Es que me parece un poco increíble que puedas hacer de mí alguien decente.

Me mira sorprendido — no puedo creerlo, eres peor de que lo pensaba.

— Lo siento, pero mírame — me señalo con desdén — soy delgado en extremo, débil y muy torpe — levanta una ceja — no me digas que eres fanático de Karate Kid, yo no soy Daniel San tenlo por seguro.

— Eso no tienes ni que decírmelo salta a la vista — lo miro mal — pero no me daré por vencido contigo, sé que tienes potencial, solo hay que explotarlo.

— Creo que pierdes el tiempo conmigo Sensei Nick — me río.

— Sigue burlándote — me señala con su dedo — después me darás las gracias cuando le patees el trasero a esos bravucones.

— Sí como digas.

— Te propongo algo — lo miro — acompáñame después de clases, te enseñaré lo que puedes aprender conmigo.

— ¿A cambio de qué? — inquiero — nadie hace un favor sin esperar algo a cambio y lo sé.

— Eres muy persuasivo, nerd.

— Y ¿Entonces?

— Tienes lo que yo no tengo — arqueo las cejas — ingenio, eres muy inteligente, y necesito eso para pasar este año — hago una mueca — sí, sé que suena mal, pero te prometo que no me acerque a ti por eso.

— Ajá…

— Joder, este muchacho — chasquea la lengua — no creo que seas el único genio de esta escuela, así que ese no fue el motivo para prestarte atención te lo aseguro.

— Entonces ¿Cuál fue? — pregunto entrando al salón y sentándome en mi puesto.

— Bueno… cuando te vi pensé que necesitabas mi ayuda.

— ¿Y es que te crees una especie de salvador? — me burlo.

— Oye pareces muy tontito a simple vista — entrecierro mis ojos — pero de idiota no tienes ni un pelo, mira, es verdad necesito tu ayuda, pero tú también necesitas la mía, esta sería una especie de relación simbiótica.

— Tampoco eres tan idiota como creía yo — se ríe — ¿Qué me propones?

— Ahora si estamos en una misma sintonía — llevo una mano a mi mentón — yo te entreno y te cambio el look de nerd que ocasiona lástima y espanta a las chicas — frunzo el ceño — y tú me ayudas a pasar este año, mis padres quieren ver mi maldito título para financiar mi negocio, no quiero estudiar la universidad, pero por lo menos quieren que me gradúe como bachiller — rueda los ojos — en fin ¿Tenemos un trato?

Suspiro para pensar en los pros y los contras de este dichoso trato que me propone el nuevo, en realidad estoy cansado de ser un perdedor, que todos me humillen, que los malnacidos esos me maltraten cada que tienen la oportunidad, pero por otro lado no conozco a Nick, solo lo he visto por un día y ese no es el tiempo suficiente para confiar en una persona, pero en realidad no tengo opción, creo que me arriesgaré por obtener la justicia que tanto he anhelado por cinco largos años.

— Ok, acepto tu trato, pero a la primera oportunidad que vea que quieres pasarte de listo, adiós.

— Como tú digas, nerd, no tengo problema.

— Y Deja de llamarme, nerd, tengo un nombre — reclamo.

Se ríe, pero termina asintiendo.

Cuando las clases terminan sigo a Nick al parqueadero, me quedo boquiabierto al ver el tremendo Lamborghini negro con rojo que desbloquea con un pequeño control en su mano.

— Te presento a mi bebe — pasa una mano por el capo que brilla increíblemente — te dije que andar conmigo te traería beneficios.

Señala detrás de mí a un grupo de chicas que miran impresionadas el auto, sonríen con coquetería, pero no hace falta ser demasiado listo para saber que a quien le sonríen de esa manera es a Nick, debo aceptar que el maldito es muy apuesto, él les guiña un ojo y sube al vehículo indicándome con la mano que me suba, muevo mis pies y entro al asiento del copiloto sintiendo que vuelo sobre nubes — ¿Qué tal?

— Esto es genial, nunca había visto algo tan increíble.

— Es solo una parte de lo que conseguirás si me ayudas.

— A que sepas que no soy interesado — lo miro con seriedad.

— Y no he dicho que lo seas — enciende el vehículo haciendo sonar el motor con potencia, ¡Dios! Me siento rápido y furioso — pero me gusta ser agradecido, y como casi no tengo amigos para despilfarrar mi fortuna, te llegó tu día de suerte, nerdc… Scottsito.

— Joder, no me digas así — se ríe para arrancar el auto.

No puedo describir con palabras lo emocionante que se siente ir en esta maravilla de auto, abro un poco la ventana y el viento golpea mi rostro con frescura, aferro las manos a mi mochila porque Nick va a más de cien Kilómetros, y temo morir antes de reírme en la cara de Jessica Sherman.

Después de 20 minutos mi nuevo y único amigo se detiene frente a una mansión, me quedo boquiabierto cuando abren las grandes puertas, un señor recibe a Nick con una reverencia, pero mi sorpresa no disminuye cuando entramos, al contrario, me siento desorbitado, como en una especie de sueño, Nick aparca el auto frente a la gran puerta principal, y baja haciéndome señas desde afuera, salgo con mi cuerpo tembloroso, nunca en mi vida he pisado un lugar tan lujoso, me mira con impaciencia.




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