Hey, nerd ¡me gustas!

Capítulo 5| Forjando una amistad

~ Scott ~

Noto la mirada de toda mi familia puesta sobre mí. Esto es realmente incómodo.

— ¿Scott? ¿Eres tú? — mi hermana se acerca ladeando la cabeza como si estuviera viendo un extraterrestre del área 51.

— ¿Quién más? — refunfuño, no creo que sea para tanto ¿O sí?

— Santa madre, pareces otro. — toca mi rostro — está suave y tersa — me mira sorprendida — ¿Qué hiciste con mi hermano? Tú no me engañas, eres un clon malvado en versión mejorada.

— Anne, por favor deja de decir estupideces.

— Ah, sí eres tú — vuelve a su puesto.

— Hijo — murmura mamá mirándome de pies a cabeza — estás irreconocible, te ves realmente apuesto.

— ¿No me mientes mama?

— No te miento — levanta su mano derecha — te lo juro — le sonrío — antes te decía que eras lindo porque eras mi hijo — escucho la risa de mis hermanos — pero ahora realmente estás muy guapo, ahora sí puedo presumirte con mis amigas.

— Mamá — se ríe llevando una mano a su boca, camina hasta mí y me abraza.

— Ahora reflejas lo maravilloso que eres — sonrío suspirando lentamente — pero dime… ¿De dónde sacaste todo esto? — señala las bolsas — ¿Debo preocuparme? ¿Estás prostituyéndote?

Mis hermanos se destornillan de risa detrás de mi mamá, creo que hasta están llorando de tanto carcajearse — ¡Por dios mamá! Claro que no.

— Debía preguntar lo siento, cariño — eleva los hombros con inocencia — con lo que se ve hoy en día.

— ¿Robaste un banco? — inquiere Dylan.

— ¿Te ganaste la lotería? — añade Lucas.

— No espera… Sí te estás prostituyendo no nos mientas. — habla mi hermana.

¡Por dios! — ¿Pueden dejarme hablar por favor?

— Te conseguiste una Sugar Mommy — asegura Anne mirándome inquisitiva.

Miro a mamá y no para de reírse, ¿Qué hice para merecer esto?

— Me largo.

— No, no espera, espera — mi hermana toca su estómago del dolor que le produce burlarse de mí, creo que eso represento para todos, un payaso — explícanos cómo pasaste de ser un nerd desadaptado a un intelectual buenote y apetecible.

— Hija — dice mi mamá mirándola con las cejas alzadas — ¿Acaso debo preocuparme contigo?

— No — esconde la cabeza. Ahora soy yo el que se ríe, todos me miran expectantes, paso saliva con dificultad.

— ¡Traje hamburguesas! — anuncio levantando las bolsas. Apuesto a mi única salida.

— ¡Hamburguesas, Hamburguesas! — mis hermanos se me lanzan encima como depredadores — huelen al cielo — dice Dylan — te amo hermanito, a ti y a tu Sugar Mommy.

Wey ya.

Si supieran que mi Sugar Mommy es Nick. Aigg que asco me imaginé cosas raras.

Sacudo mi cabeza y sonrío mirándolos cuando corren al sofá abrirlas — ¡Mira la cajita feliz! — menciona Lucas — ya quiero ver mi juguete.

Suspiro mi madre se acerca y me abraza — gracias hijo, puedes traer cuando quieras a tu novia de cuarenta — la miro con una mueca — solo bromeo lindo, pero dime ¿Quién hizo esto por ti?

— Un nuevo amigo — sonrío — el malnacido me hace bullying sin parar, pero es una buena persona.

— Claro que lo es — me estrecha más contra ella — Dios, estás tan apapachable — sonrío rodeándola con mis brazos — me alegro por ti cariño.

— Gracias mamá.

-----

Nunca me había sentido tan nervioso en toda mi vida, acomodo la corbata de mi uniforme y me adentro en la jungla que es la preparatoria, llena de depredadores listos para atacar y de presas como yo, corriendo por su vida.

Paso la puerta principal y el ambiente cambia increíblemente, miro a mi alrededor y ahora sí me siento como un experimento, la mirada impresionada de todo el mundo me acongoja, sigo caminando intentando no demostrar mi terrible ansiedad, en otro momento me hubiera encorvado y tapado con mi cabello la mayor parte de mi rostro, pero ahora todo es diferente, el imbécil de Nick tiene razón, de nada vale que me vea bien si por dentro continuo siendo un chico inseguro y perdedor, si decidí hacer un cambio lo haré al cien por ciento.

Continuo mi camino hacia mi casillero, veo una chica boquiabierta que se choca con la espalda de un chico, sonrío por lo bajo y continuo, no puedo negar que me gusta llamar la atención por algo bueno, antes era conocido por ser el abusado, pero ahora he decidido que eso cambiara, llego a mi casillero y empiezo a tomar los libros de hoy, un suave perfume llega a mí, haciendo que todos mis sentidos se pongan en alerta, cierro la puerta del casillero y me encuentro con Karla mirándome impresionada — ¿Scott? — inquiere negando lentamente con la mirada.

— Hola — le sonrío, ojalá no me salga con el bullying que me han hecho todos al ver mi cambio.

— Guau, no te reconocí al principio — parpadea mirándome — te ves increíble, en realidad me has dejado sorprendida.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.