Capítulo 20 | No eres tú

JAMES

—¿En serio aceptaste formar parte de esta locura? —dice Dylan. No podía contarle a nadie lo que Alan me pidió, por lo que fui directamente con mi mejor amigo para decírselo y que me ayudara a encontrar la manera de hacer que Agustina no quiera estar conmigo sin herirla.

—Alan me convenció de hacer todo esto, es por eso que te pido ayuda. Conoces a su mejor amiga, sabes qué opinión tiene la rubia respecto de mí y quiero saber que tengo que hacer para que si aún tiene sentimientos de amor por mí que mueran en esta cita. Por favor Dylan, eres el único en quien puedo confiar para pedirle esto —le ruego al chico que no parece estar muy convencido.

—Te voy a ayudar, pero solo porque aprecio mucho a Agus y no quiero que siga enamorada de ti si aún lo está. Bien, invítala a un restaurante donde su menú principal sea la carne, ella es vegetariana. Intenta hablar sobre que sabes que ella te gusta y sé un patán en ese sentido, conviértete en una de las chicas con las que sales, pero sin ser demasiado exagerado. Y sé un caballero, no eructes en la mesa ni te vistas como un mendigo. Queremos que no se enamore de ti, no que pierda la fe en los hombres —comenta de brazos cruzados. —¿Alan, dónde estará mientras tú tengas la cita con la rubia? —interroga acercándose a mi cama para caer a mi costado con todo su peso que hace crujir un poco la cama.

—Se va a casa de nuestros padres, mi mamá se lesionó la muñeca y necesita ayuda. Al se ofreció para acompañarla —respondo soltando un resoplido cansado. Tengo la esperanza que antes de irse a casa Alan me detenga, me pida que no salga con Agustina y poder pasar página con todo este drama de una vez.

—Es como si estuviera escapando, pero entiendo que no quiera saber como te fue en la cita o si la rubia aún alberga esperanzas de salir contigo. Debió ser difícil para el pedirte que salgas con Agus, por eso no debes arruinar esta oportunidad con ella. Desilusiona a la rubia de una mejor manera que con las otras chicas y trata de no ser un completo cretino, quizá lleguen a ser familia si tu hermano se le declara.

—Es fácil decir todas esas cosas, pero ¿cómo voy a hacer eso sin romper sus ilusiones? —dije analizando todo lo que me había dicho Dylan.

—Actúa como las chicas con las que sales, habla mucho de ti y deja que ella hable poco y cuando lo haga interrumpe. Debes tener práctica con eso, has salido con medio campus y de todas ellas te has quejado de que no dejaban de hablar sobre ellas o te pedían que hablaras solo de ti y eso te aburría mucho. Hermano, con eso ella no querrá volver a salir contigo y se dará cuenta de que el indicado es Alan —comenta contento mi amigo. Dando dos golpes con la palma abierta en mi espalda, Dylan se levanta para irse, ya me había dado una solución y era hora de ir a su cita con su novia.

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El día de la cita llegó siendo uno totalmente gris, el cielo amenazaba con ponerse a llover y si esto se vuelve una tormenta para la noche, el vuelo de Alan se atrasaría hasta que sea seguro volar. De eso estaba seguro, pero lo que no parecía ser seguro que lo cancelaran por mal tiempo es mi cita, mi hermano me estuvo insistiendo en que me preparara pronto, pues, la rubia no es impuntual. Me estuvo persiguiendo hasta que me duche y salí vestido treinta minutos antes de la hora en que acorde con la rubia para pasar por ella. Se aseguró de que me veía presentable, aunque no le agrado mucho que fuera todo de negro.

Con un poleron de cuello de tortuga, un jean negro ajustado con una cadena en mi cadera del lado izquierdo que lo hacía ver un estilo más casual. Zapatos blancos y una gabardina de color beige que me cubriría bien del frío de esta noche.

—¿El lugar donde llevarás a Agus es un sitio vegetariano, verdad? —dice Alan persiguiéndome mientras bajo por las escaleras de la casa.

—Sí, me repetiste durante toda la semana que debía elegir un lugar apto para vegetarianos y conseguí uno. ¿Puedes dejar de preocuparte? —le respondo pisando el último escalón y girando a verlo. En realidad había buscado un restaurante donde no tuvieran un menú vegetariano a propósito, para hacer aún más incómoda la cita.

—Quiero que no actúes como un cretino, no te estoy pidiendo mucho —me aclara en un tono nervioso. Tenía sus maletas listas para irse al aeropuerto en tres horas, saldría el vuelo, pero mi hermano prioriza llegar temprano para hacer su check in sin tener que hacer una fila tan larga y poder cenar tranquilo en una cafetería del aeropuerto.

—Recuerda que solo va a ser una cita y no pasará nada más entre nosotros Al. No busco pareja en este momento y Agus no es la chica que se llevaría bien conmigo —le aclaro para que se quede tranquilo, en sus ojos se notaba que estaba más preocupado que yo con la cita.

—No hagas nada estúpido y no tendría por qué estar preocupado, ahora vete o llegarás tarde. Valentino me llevará al aeropuerto en su auto —dice señalándome la puerta para que me largue de una vez.

Sin ganas de seguirlo contrariando, salgo de la casa en dirección del auto que deje estacionado fuera y sin muchas ganas de hacer esto comencé a manejar con dirección a las residencias estudiantiles. Siendo fin de semana los universitarios estaban saliendo para irse a alguna fiesta o a un bar. Disfrutando de los exámenes que habían aprobado o para mitigar las penas de los que reprobaron. Deteniéndome frente al edificio de Agustina, le mandé un mensaje por Instagram diciéndole que estaba abajo. Ella no tardó en contestarme y en cuanto la vi por el portal de su edificio no pude evitar pensar en que tan ciego estuve de no verla antes.