Hey, tú ¡mi loco amor!

Capítulo 1 | Un placer conocerte, Brent.

~ Nick ~

Le doy la última calada a mi cigarrillo mientras observo como alguno que otro estudiante camina por los pequeños senderos del campus. El viento golpea mi rostro haciéndome respirar hondo.

Me bajo del filo del balcón y me recargo de espaldas en la estructura para después sonreír con desdén.

Puede decirse que hasta yo mismo siento lástima del pobre diablo de Nick Spencer.

¿Qué había hecho con mi vida durante tres años?

Nada. Solo convertirme en lo que siempre quise evitar. Un cabrón.

No me siento orgulloso del rumbo que ha tomado mi vida hasta el día de hoy. Jugar con las mujeres, usarlas y después simplemente pasar la página y al día siguiente hacer como si no las conociera.

Lo único bueno que seguía teniendo en mi vida era a mi hermana, mi mejor amigo y la odiosa de su novia.

Era feliz por él, sabía que había encontrado la estabilidad en su vida, tenía una linda relación y un futuro prometedor.

Exhalo. Lo único que me mantiene a flote es mi carrera y el proyecto en el que participaré. Al principio se me hizo difícil decidirme, no quería meterme en un embrollo de más de dos meses, pero fue tanta la insistencia de esa mujer brillante que decidí aceptar para quitármela de encima.

Ahora estoy hasta el cuello con esto, Loren me dijo que mañana haríamos nuestra primera reunión con todos los estudiantes que participarán. Veinte chicos de 14 universidades a nivel del mundo. Esto es de ligas mayores.

El aire se hace cada vez más frío así que decido bajar de la azotea. Desciendo las gradas y camino por el pasillo, antes de llegar a la puerta de mi habitación veo a Mariam recargada contra la pared. Suelto el aire. Justo hoy no quiero aguantármela.

Me acerco y me paro frente a la puerta para abrirla. Cuento mentalmente. Uno, dos. Tres…

— ¿Pretendes ignorarme? — ya comenzamos.

— No te estoy ignorando, solo quiero descansar Mariam, mañana tengo una reunión con el grupo para el proyecto. — se ríe.

— ¿Por qué no has contestado a mis llamadas? Nick te dije que…

— Mira — me acerco dos pasos intimidándola al instante. — creo que te he dejado claro que tú y yo no somos nada, no eres mi novia para tener que darte explicaciones, solo follamos, Mariam, tenlo claro.

Abre la boca — eres un injusto conmigo — aprieto los labios — te he dado todo lo que has querido de mí por dos años, ¿Y dices que no tenemos nada?

— Porque es verdad…

— ¡He aguantado tus infidelidades! — me empuja. Aprieto mis manos en puños. Paciencia, Nick. Solo respira.

— ¿Cuáles infidelidades? — la enfrento — yo no te debo fidelidad ni tú a mí, solo somos compañeros de cama si quieres largarte hazlo, no te detendré. — abro la puerta para entrar, pero su mano me detiene.

— No, por favor. — empieza a sollozar frente a mí. — Nick, yo te quiero.

Hago una mueca — no te hagas esto Mariam — bajo el tono de mi voz. — por favor, solo… no continuemos con esto, te aprecio, y por esa razón quiero que todo quede de este tamaño, podemos ser amigos si tú estás de acuerdo.

— Amigos — se ríe. — yo no puedo ser tu amiga, Nick. Me rehúso a eso, yo quiero ser tu novia, tu mujer, no quiero otra cosa.

— Entonces estás buscando en mí algo que no puedo darte… 

— ¿Por qué? — inquiere — ¿Por qué se te hace tan difícil quererme?

— Porque yo solo he querido a una mujer en toda mi vida, después de ella no hay nadie más.

— ¿Y dónde está? Me lo pregunto — dice con molestia.

— Huyendo de mí, cosa que también deberías hacer. Hazlo por tu bien Mariam, solo vete.

— No — me abraza por el cuello. Dios, esta mujer obstinada. — olvida todo lo que dije, prefiero ser solo tu amante que no ser nada. Por favor, Nick. No me hagas a un lado.

— Estoy cansado, por favor, vete. — retiro sus manos.

— Lo haré, pero no creas que te has librado de mí — chasqueo la lengua. — pronto serás mío Nick, te lo aseguro.

La veo partir por el pasillo y paso las manos por mi rostro. Yo solito me meto en estos embrollos.

Entro a mi departamento y solo cojo una manzana para después entrar a mi habitación. Decido darme un baño para alivianar el estrés. Cuando acabo vuelvo a la habitación y prendo la computadora. Reviso los lineamientos que mañana tengo que presentar en el proyecto para mis nuevos compañeros y finalmente me quedo dormido al instante.

Me siento sobre la cama con la respiración ahogada y el cuerpo empapado. Miro a la mesa de noche y abro mi frasco de pastillas para tomar una… no, no, no… hoy no Brent… por favor…

~ Amy ~

Observo por la ventana de mi habitación sin poder conciliar el sueño. Llevo más de una hora aquí sentada, mirando a esa azotea.

Que estúpida soy, sé perfectamente que todo lo imaginé y aun así mantengo la esperanza de verlo de nuevo en ese lugar.

Paso los dedos por mis parpados, maldiciéndome mentalmente. No puedo creer que después de tanto tiempo aún mi corazón lo añore.

Joder, tengo novio y una vida sin él. No debería afectarme, no.

Suspiro y decido ponerme un abrigo para salir a caminar un rato. Los pasillos están oscuros y solitarios, más de lo común, ya que prácticamente no hay estudiantes. Cuando salgo del edificio me deslumbro con la iluminación y los grandes espacios verdes que tiene la universidad. Camino durante un rato hasta que decido sentarme en una banca.

Solo se escucha el sonido de los árboles meciéndose con el viento, suspiro y ladeo mi rostro cuando siento pasos acercarse.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.