Día dos, Amace continúa insistiendo con su idea de crear seres vivos con su fuerza, aduciendo como lógica "dónde se destruye, también se crea". Una ideología de los antiguos escritos, cuya copia le entregue como refuerzo a sus prácticas.
Insistiendo con necedad, me condujo a un escarpado no muy lejos de su casa, dónde la nieve derretida ya manchada de marrón, succionaba nuestros pies a cada paso. Entonces me mostró su sencilla creación, mordiendo sus labios mientras se agitaba esperando mi reacción. La "criatura" caminaba con cierta dificultad detrás de la pequeña figura de Amace, clavando sus oscuros y vacíos ojos en mi. Di un paso hacia ellos, y una especie de graznido afloró de la estrecha abertura que apenas se podía llamar boca.
"N-no es malo. Solo le desconoce". Intentó explicarme.
Yo negué lentamente y le expliqué que debía destruirlo, que esa "criatura" no está realmente viva y era peligrosa. Ella gimoteo que sí lo estaba, y que no le pidiera destruir un ser "vivo", cuando yo solía explicarle que la vida es lo más sagrado.
Pero insistí. La fuerza con la que creó aquella criatura, no le aseguraba que podría controlarla en un futuro. Crear vida es algo que solo los Dioses pueden hacer. Sea esta vida "buena" o "mala", ya es cosa del libre albedrío. Sin embargo, ella no quiso escucharme. Continuó con sus balbuceos de que ella podía cuidarlo, y le enseñaría como yo le enseñaba a ella.
Al final, no me quedó más remedio que gritarle una definitiva negativa, y muy a mi pesar le dije que si ella no destruía esa criatura, yo lo haría.
Su llanto fue un duro golpe para mi lado benévolo, y más aún al ser la mejor portada entre mis dos pequeños alumnos... hasta que aquella criatura se descontroló por su llanto, y saltó sobre ella tratando de lastimarla.
Cabe decir que logre intervenir, y dar fin a la "existencia" de aquel ser de hielo.
Amace ahora se encuentra muy confundida y evidentemente lacónica conmigo. Su necedad en comprender los límites que debe imponerse como Bletsun, es un nuevo indicio de su crecimiento intelectual. Ya comienza a formarse una visión del mundo más detallada.
En cuanto a mi estancia aquí, deberé acortarla y partir hacia Kuejt.
Ya que es imperioso que le informe de este suceso a Clim, antes de que se reúnan en la ciudad Real y ella le convenza de estar de su lado. Lo cual, muy seguramente, ocurrirá.
Balkar de Ghnom