Hielo en mis venas (radwulf #1)

Apartado 89

Hoy me complace corroborar que ambos, Amace y Clim, han comprendido que la única efectiva limitación de sus fuerzas son ellos mismos. No existe una barrera más poderosa entre sus fuerzas y la humanidad, que la conciencia que una buena crianza les proporciona.

La verdad es que me enorgullece el progreso que han tenido, después de estos cinco años.

Su habilidades individuales son excepcionales. Amace ha logrado dar forma y funcionalidad, mientras que Clim ha logrado manipular y contener. Ambos, hasta una distancia aproximada de cien metros. Sorprendentemente, y teniendo en cuenta sus escasos ocho años, logran manipular varias formaciones y extensiones al mismo tiempo, sin importar las diferencias entre estas. Por si fuera poco, el efecto sobre el clima de sus ciudades correspondientes, ha sido más beneficioso que perjudicial para sus habitantes.

Dista rememorar que durante el verano anterior, Clim asimilo la fuerza de Kuejt sin tantas complicaciones físicas como en su primera experiencia de ese tipo, dos años atrás; Entretanto, este último invierno, Amace mantuvo a raya las tormentas que suelen asolar Quajk, asimilando de la misma forma la fuerza que acumula tales acontecimientos naturales.

Es tanta mi confianza en ellos, que ya he comenzado mis pláticas con su majestad Amilcar, donde tratamos su pronta incorporación a la preparación de los jóvenes Bletsun que sirven al reino.

Espero que mi preocupación personal por la seguridad de ambos, se disipe una vez sean oficialmente incorporados y reconocidos ante todo Radwulf como los prodigiosos Bletsun que son; y los rumores que hemos intentado acallar sobre su existencia sean un hecho tranquilizador. Y no una constante preocupación.

Sin más que agregar, me dispongo a partir rumbo a Quajk.

Balkar de Ghnom.




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