Abismo:
El lugar más oscuro e inhóspito del universo, donde los Dioses desterraron a la Oscuridad y el Caos, padres de todo. Casi como el infierno, aunque las criaturas que le habitan no son precisamente seres "vivos" o muertos.
Ahrénc Thund:
Dios de la Guerra. Casi un Ares/Marte, pero su actitud inquieta esconde una gran astucia. Suele incitar tanto el caos, que es considerado el Dios más cercano a su padre, Caos, no obstante, siempre cede ante el hecho de que para mantener el equilibrio debe haber tanto paz como guerra.
Ahpatijk Tpashti:
Diosa de la Creatividad. Como Diosa que abarca todas las artes, suele ser aclamada por sobre sus hijos. Es responsable, tanto como Ahtaná, de instigar la evolución del ser humano. No obstante, es dual en cuanto a su capacidad de ver "belleza" incluso en las cosas más terribles y aborrecibles de la humanidad.
Ahtaná Tyghnud:
Diosa de la Sabiduría. Sin duda, la Diosa que ha permitido a incontables Reyes ser lo que se necesitaba, tanto en Radwulf como otros reinos. Suele mantenerse al margen de las discusiones entre Dioses delegando el papel de la "sensatez" a Baran, ya que prefiere centrar su atención en la humanidad, ocasionando que sus pares la relegaran a un segundo plano.
Alcalde:
Noble asignado a la administración de las Ciudades y pueblos colindantes. Antes de que el Rey Amilcar llegara al poder, cada noble podía gestionar como tal por treinta años. Con la nueva reforma, hasta los veinte años, sólo si el Rey regente lo cree correcto. Pocas veces, a lo largo de la historia de Radwulf, han liderado "alcaldesas", puesto que siempre se ha dado preferencia a los hombres en cuanto a las más altas responsabilidades administrativas.
Alléh:
Término de evocación a los Dioses, cuando se expresa una pregunta desde el corazón. Básicamente significa "por favor".
Amace de Quajk:
Bletsun nacida en la ciudad de Quajk, bendecida por la Diosa Zafhró con el poder del Hielo y el frío. Su nombre se pronuncia "ameís", pero Clim le puso el apodo de Macy, "meisí". Proveniente de una pequeña familia, sólo conformada por su hermano menor llamado Lexuss, sus padres, y abuela materna que falleció meses antes de la traición de Tarsinno, casi un año después que su esposo.
Ambón de Real:
Joven nacido en la ciudad Real, Príncipe y posteriormente Rey, hijo de Amilcar de Real y Bala de Dorbën. Su Diosa patrona es Ahtaná Tyghnud. Casado con Hazel de Duhjía. Perdió a su madre cuando tenía apenas cuatro años, evento que cambio su personalidad inquieta a una más calmada y paciente. Tras la muerte de su padre, logra refugiarse del dolor en Hazel, en una relación de mutuo a poyo que les lleva a un fuerte amor.
Amilcar de Real:
Rey de Radwulf, hijo de Lhunxer de Real y Jandie de Tallneh. Su Diosa patrona es Ahtaná Tyghnud. Su mano derecha fue Balkar de Ghnom, y su mano izquierda Noemia de Real. Casado con Bala de Dorbën, casi tres años mayor y antigua Doncella de Palacio. Padre del actual Rey, Ambón. Se caracterizaba por ser una persona con grandes ideales, interesado o más bien preocupado en revivir las antiguas costumbres que incluían a los Bletsun como un bien para el reino.
Bala de Dorbën:
Única hija de campesinos, en el pequeño poblado de Dorbën, convertida en Doncella de Palacio. Posteriormente, esposa de Amilcar y Reina de Radwulf. Su Dios patrono es Dheugh Bhitpaést. Madre de Ambón, fallecida tras un parto cuando él tenía cuatro años. En Radwulf se le recuerda por su gentileza y humildad, y cada iniciativa que impuso en los orfanatos y las escuelas que fundo como prioridad tanto para los niños como adultos. Ella es probablemente la influencia más positiva en el grupo compuesto por Amilcar, Balkar y Noemia, y que podrán conocer un poco más en "Noemia" (libro 2,5 de la serie nwn).
Balkar de Ghnom:
Bletsun nacido en la ciudad de Ghnom, bendecido por la Diosa Damáht Dahrsmath con el poder de la Vida. Abandonó su hogar a los once años, dirigiéndose a Real tiempo después, donde vivió la mayor parte de su vida como mano derecha de Amilcar. Maestro de Amace y Clim, se sabrá más de él en "Noemia".
Baran Chitsuto:
Dios del Equilibrio, el verdadero guía de los Dioses y la vida, cuya importancia y existencia ha permitido que el universo (por así llamarlo), no se destruya a si mismo. No es blanco ni negro, ni malo ni bueno, simplemente mantiene los ciclos en funcionamiento, con el único objetivo de que no se rompa el equilibrio.
Bletsun:
Humanos inmensamente bendecidos por los Dioses. Cada cual con poderes representantes de su Dios Patrono, divididos en tres clases: los directamente bendecidos por Dioses Mayores, Primera Clase; los bendecidos por Dioses Menores, Segunda Clase; y los indirectamente bendecidos gracias a nacer de un Bletsun y poder manejar cierto grado de magia, Tercera Clase. Por regla general, no existen dos al mismo tiempo con la misma bendición, pero han existido excepciones consentidas por los Dioses, incluyendo a Baran.