Hielo y Sombra - La guerra del norte

Capítulo 5

Dreysha - Palacio de Anakaris

 

 

Aunque en el primer baile se había divertido muchísimo, en este se aburría hasta el hastío, obligada a estar junto a su prometido y oír sus banales conversaciones, constantemente él le decía “sonríe” así que sonreía, no obstante por dentro hubiera querido llorar.

 

En los días que siguieron a aquel nefasto paseo por el jardín, se las ingenió para verlo lo menos posible y por supuesto nunca quedarse a solas con él.

 

Ya llevaban diez días de la temporada social, solo faltaban cinco, y un baile más donde todo terminaría y su vida sería arruinada para siempre.

 

Su única esperanza era Praxius. Pero él le dijo abiertamente que no buscaba compañera. Tal vez, aunque no se sintiera atraído por ella, podría ayudarla. Se veía un buen hombre, nunca le había faltado al respeto ni la miraba de la manera lasciva en que lo hacía Arelio.

 

Buscaba sus ojos, pero él la evitaba, ahora estaba casi abrazado con la viuda Doris, la cual siempre lo acechaba, seguramente era ella la que le dio mal las indicaciones aquel día que se perdió en el jardín.

 

Su madre le había enseñado lo que ella llamaba “las artes de las mujeres”, quizá si las usaba con él, lograba que la mirara como una mujer y no una niña. La verdad Praxius, a diferencia de su familia, nunca la trataba como a una niña, pero tampoco parecía querer cortejarla, no la tocaba ni le sonreía, ni siquiera le hacía miradas…

 

Se sentía frustrada, “tal vez mañana, si le planteo mi situación, tengo alguna oportunidad de que me ayude”, pensó. Al volver a mirarlo con aquella mujer, deseó que él no se olvidara de su cita.

 

***

 

Praxius - Castillo de Anakaris

 

 

Ya en su habitación, Beliam y Carso lo acompañaban.

 

—¿Qué es lo que pasa, Praxius? ¿Es verdad lo que dijo Doris?—Beliam lo miraba escrutadoramente, se conocían desde niños.

 

—No he sentido deseos de estar con ella, eso es todo—explicó.

 

—Estás cortejando a alguien en secreto—declaró Carso, quien si bien no era tan cercano a él como Beliam, también se conocían de muchos años.—Conozco esa mirada obstinada que tienes.

 

Él no respondió.

 

—Praxius—Beliam esperaba que les diera una explicación, pero él temía que todo se echara a perder.

 

Luego de haberla visto tan infeliz, al lado de ese idiota, su decisión de tomarla solo se había reforzado más.

 

—Déjame en paz, Beliam—respondió tajante.

 

—Entonces es cierto. ¿Pero quién puede ser tan importante para que la ocultes de nosotros, que somos tus amigos?

 

—¿Alguien prohibido, tal vez?—Carso era astuto y siempre daba en el clavo. Pero el alfa, no respondió con ninguna expresión que pudiera delatarle.

 

—Bueno, si no nos contarás, deberemos descubrirlo por nosotros mismos. ¿No, Carso?

 

—Claro, apostarme en esta puerta para descubrir la amante secreta de nuestro alfa, es una actividad que me llena de entusiasmo—respondió sardónicamente.

 

—En ese caso pueden ir saliendo porque quiero dormir—expresó Praxius avanzando a largas zancadas para abrirles la puerta, a lo que estos se retiraron sin decir nada.

 

***

 

Dreysha - Castillo de Anakaris

 

 

Era al fin el día de su cita, no quiso salir durante la jornada fingiendo indisposición, no quería pensar en otra cosa que no fuera prepararse para conquistar a Praxius.

 

Luego de la horrenda velada en la que se vio obligada a fingir felicidad, había decidido que no se casaría, al menos no con Arelio.

 

Escogió cuidadosamente sus vestiduras, las prendas comunes eran pantalones de piel y por encima una falda abultada por unos alambres y en la parte superior un corsé y un abrigo de lana de urio.

 

Eligió un traje de color azul, que realzaba su piel y combinaba con sus ojos. Tenía una delicada puntilla tejida en el nacimiento de los pechos. Lo que invitaba a la mirada, siempre y cuando pudiera quitarse la capa. Aunque él no lo viera, quería sentirse bonita, para poder llevar a cabo lo que debía hacer.

 

Luego de cenar, su Nana vino a ver que se encontraba bien. Y después de arroparla en la cama se marchó. Espero un poco antes de vestirse nuevamente.




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