Hija de la Mafia

Sueños entre pastelillos.

¿Habia oido bien? Scarlett parpadeo y retiro su mano.

-¿Perdon?-  

-¿Acaso no soy claro Scarlett?- la tomo por la cintura, y la pego hacia el- dije que quiero que seas mi esposa- entre abrio los labios y acerco su rostro hacia Scarlett.

-Con su permiso- scarlett retorciendose se le libera de los brazos de Aless, y huye del lugar dejando a un principe pasmado por el obvio rechazo.

Camino agitada, su corazon latia muy rapido eso habia sido muy repentino, claro que no negaba que el principe Aless era ardiente y cualquiera quisiera desposarlo, pero... bueno realmente no tenia una escusa, solo entro en panico, pero despues recordo que era un mujeriego, y de seguro eso le decia a todas, asi que empezo a refunfuñar mientras se adentraba entre las personas de la fiesta. 

Sacudio su cabeza, liberandose de los pensamientos de Aless, debia pensar en lo que su padre habia comunicado, ¿como se atrevia a poner como trofeo a su hija mientras unos machitos se peleaban por ella? y se eso fuera poco la dejaria a cargo de todo, la familia, las empresas, todo... no, no podia hacer eso, ni siquiera podia controlar sus propios poderes, por algo su madre estaba muerta y su hermana se cubria el rostro.
Se aserco a la mesa del banquete y tomo un cupcake de chocolate, empezo a comerlo. Y sin darse cuenta se habia comido la mayoria. Vio el ultimo cupcake que le quedaba y le dijo.

-Ojala fuera yo este cupcake para ser devorada y dejar de existir- dejo escapar un suspiro, y devoro lo que quedaba del pastelito.

Una risa varonil la hizo voltear,un hombre alto de tez palida y cabello castaño la observaba a un lado de la mesa.
Trago en seco.

-Los meseros no tienen permitido hablar con los invitados- refunfuño, mientras se pasaba  un nuevo trozo de otro postre.

-No soy ningun mesero, ademas las señoritas no comen de esa manera- sus ojos amielados la veian con risa.

-¿Entonces porque estas vestido asi?-  Scarlett le reclamo, ya que portaba un traje negro que mas bien parecia uniforme y con el moño rojo, igual que los meseros.

-La señorita Ainelen me escogio este traje, por eso lo traigo puesto-

-¿De donde conoces a mi hermana?-

Antes de que pudiera responderle Ainelen aparece de la nada y corre a abrazar a ese hombre
-¡Donato!-  este mismo la carga en sus brazos.

-Hermanita Scarlett, te presento a Donato, es el hermano mayor de mi mejor amiga-
-Mucho gusto Donato- le extendio la mano al ver que su hermanitan le tenia cariño-
-El gusto es mio señorita- le sonrio y apreto su mano.

Ainelen siguio su camino al ver que sus amigas le hablaban.

Un silencio incomodo se creo entre los dos.

Scarlett apenas empezaria a hablar cuando Dante estiro su brazo y toco su mejilla, ese pequeño contacto hizo que se estremeciera.

-Tenias migajas en el cachete y me incomodaba desde hace rato- le corto en seco esa sensacion de estremecimiento.
-oh, gracias supongo-  

Estuvieron charlando sobre postres, y cuales eran los mejores vinos para acompañarlos.

-¿Te gusta el  "írthe tis zoís"?- pregunto Donato.
-¿la que de la que?- penso un momento- ahh, seguimos hablando de vino, pues realmente no, y sobre todo dicen que su actual dueño es un patan. No quiero entrar en detalles pero dicen que abandono a su prometida embarazada.

-¿Eso crees?¿ Y si te dijera que eso no es verdad?-
-¿Y tu como vas a saberlo?-
-Porque yo soy el dueño de "írthe tis zoís"- le dijo observandola a los ojos.

¿Que acababa de hacer?, ¿Como podia seguir empeorando ese dia? Deseaba que la tragara la tierra.

-ah- no sabia que decirle, solo escivaba su mirada.
El celular de Donato comenzo a sonar.

-Si me disculpas, debo atender esta llamada- y se alejo.
Salvada por la campana.

Trato de buscar a su padre pero no lo encontro, y asi poco a poco conforme la noche avanzaba los invitados se retiraban y asi igual ella se fue a su habitacion.
Se desmaquillo, se dio un baño caliente y se puso un pijama de color lila, se avento a su cama y trato de dormir.

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El dia era calido.
-Te ves preciosa Scarlett- pronucio con felicidad Ainelen.
Abrio los ojos, frente al espejo de cuerpo completo se encontraba una pelirroja con el cabello recojido en un elegante tocado y un vestido blanco en corte de sirena que acentuaba sus  caderas, un enorme velo caia sobre su espalda, parpadeo, ¡era ella!. Ainelen le extendio un razimo de rosas blancas.

-Vamos que ya nos estan esperando- le sonrio y le tendio la mano.

Su padre la esperaba en el jardin de la mansion que habia sido meticulosamente adornado para una boda.
Le dio su brazo, la tipica cancion de boda se escucha conforme van avanzando, su futuro esposo la esperaba de espaldas.
 

-Estoy muy orgulloso de ti Scarlett, espero muy pronto mis nietos.- Angelo le sonrio
-¿que?- Scarlett no sabia como terminado ahi, pero no podia detenerse era como si sus pies se movieran solos.

LLego al pie del altar, el hombre se dio la vuelta y era el principe Alessandro. Angelo la solto y se la entrega.

-Al fin llegas mi princesa- Alessandro le toma la mano y le da un beso.- Despues de todo si seras mi esposa Scarlett.
-Queridos hermanos estamos hoy aqui para ospiciar esta union entre el Principe Alessandro de la gran familia real y La duquesa Scarlett D'Inferno- la voz le pertenecia a Donato.

"¿Que esta pasando?,¿Duquesa?,¿Mi esposo sera Aless y Donato esta ospiciando la boda? Necesito salir de aqui, ahora" Pero sus pies no se movian, era como su estuviesen pegados al suelo.

-Entonces, Duquesa Scarlett, ¿Acepta al principe Alessandro como su legitimo esposo?-

NO, no, no quiero.




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