04

─ Papá, ¿estás seguro de que es buena idea probarla conmigo? Es que... Me aterra solo de pensarlo, ¿y si algo pasa mal? ─ El pelinegro estaba cruzado de brazos.

─ Se lo que haré, todo saldrá bien ─ Sacudió el cabello de su hijo, provocando un bufido de parte de Jimin y una risa de su parte.

─ La ultima vez que dijiste eso casi dejas sin casa a los Kim.

Ambos subieron al auto de Jungsoo y se puso en marcha. Y en el camino, Jimin pensaba en pros y contras... ¡Todos eran contras! ¿Que ganaría por meterse ahí? ¿Un premio novel? ¿Un Bilboard? ¡Nada! Estaba aterrado, ¿y si algo sale mal? El resto del camino se la paso hablando son sus amigos por aquel grupo.

Para el, el tiempo paso volando, pqrecen haber pasado 5 minutos cuando pasó 1 hora de auto. El chico pelinegro guardo su móvil en el bolsillo de su pantalón, bajó del auto viendo el gran laboratorio dónde trabajaba su padre, ya había ido venido algunas veces. Camino junto a su padre con las manos en los bolsillos, y aún se sentía aterrado por aquella idea de su padre, ¿acaso no podrían haber usado a algún científico?

[...] 
 

E
 

pelinegro se había adentrado en aquel laboratorio junto a Jungsoo. Habían varios científicos trabajando y llendo de aquí para haya, y eso ponía más nervioso a Jimin.

─ Acompañen me ─ Dijo uno de aquellos científicos con una tablet en sus manos.

Ambas personas caminaron detrás de aquel científico, Jimin miraba a su alrededor, varios inventos, químicos y máquinas. En un momento, pararon de caminar y su padre abrió la puerta de una habitación, Jimin miró adentro de ella. Había una cápsula del tamaño de una persona, suponía que esa era la cápsula de la que su padre hablaba. Era de color gris y en el centro tenía un panel azul, estaba acostada a la pared y a sus alrededores no había más que un reloj que marcaba las 10 AM.

─ Bien Jimin, esto solo serán unos segundos. Tu padre dijo que te utilizaríamos a ti por que hay probabilidades de que un adulto no pueda utilizarla, y te aseguramos que no pasara nada malo ─ aquel científico sonrió de lado y tejo unos papeles encima de su escritorio, y prosiguieron a adentrar lo en la cápsula. Y su padre noto que su respiración era entrecortada.

─ No puede pasar nada malo, sientete tranquilo ─ Fue lo único que escucho y cerraron la capsula.