Hilos del destino

2.

Capitulo 2

Terrible juego de seducción

No olvidare nunca la cara Chris cuando se vio golpeado y vomitado en menos de un minuto. Tampoco voy a olvidar el mal aspecto en el que había quedado su perfecto traje blanco todo lleno de esa asquerosa sustancia que llamamos vomito. Y menos que menos olvidare la vergüenza tan grande que sentí por lo que había hecho, ni mucho menos la expresión de mi padre quien se dedico a exclamar-¡ Oh por Dios!- mientras el resto de los invitados miraban la escena con horror y a la vez con gracia.

Manifiesto que no se me ocurrió otra cosa que hacer más que intentar limpiarlo con mis manos, pero fue la cosa más estúpida que se me pudo haber ocurrido porque termine embarrándolo más y empeorando la situación.

-¡Basta ya!- Comento Chris molesto mientras me empujaba hacia atrás y miraba su ropa.

-La verdad es que lo siento mucho, no pude evitarlo!- contesté sarcásticamente mientras me alejaba de él y me reprochaba una y otra vez el haberme extasiado de licor pues probablemente había perdido una de las mejores oportunidades de mi vida.

-Es evidente que no pudiste evitarlo, de haberlo hecho no estaría hecho un asco en estos momentos- afirmo mientras me dedicaba una mirada cargada de ira y decepción y continuo dedicándole algunas palabras a mi padre- esperaba una gran bienvenida, tenía grandes expectativas sobre su hija, pero jamás imagine nada como esto- afirmo indignado observando a mi padre.

-Christopher, por favor pido que disculpes el comportamiento tan estúpido de mi hija, no existen palabras que expresen lo apenado y enojado que me siento en este mismo momento- Dijo mi padre con el semblante apenado.Era más que obvio que si tuviera en su poder la capa de invisibilidad de Harry Potter, la aventaria sobre mi y me haría desaparecer de inmediato.

Pero lo cierto es que no existía tal fortuna para él. Así que solo le quedaba seguir mirando hacia todos lados e intentado hacer oídos sordos a los comentarios de la gente: "que situación tan asquerosa" "esa chica no está bien de la cabeza" " debería enviarla a Londres nuevamente" " No es un buen ejemplo para la familia" "si así reacciona a la boda ¿como reaccionará cuando se entere de lo del bebé?"

¿Había escuchado bien? ¿Había un bebé? ¿O estaba delirando producto de la borrachera? Mire a mí padre enseguida y este cambió el semblante de enojo a angustia en cuestiones de segundo.

-¿esa vieja puede concebir? - trate de herirle de la misma forma como él me estaba hiriendo a mí.

-No hagas más caos, por favor no ensucies más el apellido. Discúlpate con Crhis y ve a cambiarte- estaba casi que suplicándome.

-Lo siento Chris, lamento haberte vomitado, también lamento haberte abofeteando- mi padre dejó escapar un suspiro de aparente alivió. Pero yo estaba demasiado borracha y herida para comportarme de manera coherente, así que torcí nuevamente las cosas. -Tienes razón Crhis soy Anabelle: la muñeca endemoniada, soy un DESASTRE, y es la verdad, todos deberían saberlo, NO soy una señorita educada y refinada, Anabelle es una borracha- grite muy enojada mientras que mi padre me deba una enorme bofetada y Chris solo observaba la situación con los ojos abiertos como platos.

-¡Ya cállate! Guarda silencio Anabelle. Has estado arruinándome cada momento de la noche. Por favor ahórrame más molestias y acompaña a Chris a la habitación del hotel para que pueda limpiarse y también cambiarse- Ordeno mi padre - Y sobre todo- Enfatizo esta última frase- si lo que vas a decir no es bueno, mejor mantén la boca cerrada para que no recibas mas bofetadas- puntualizo entregándome la llave de la habitación y empujándome con fuerza para que caminara. Estaba tan molesto que su respiración era agitada y el pulso le temblaba. A mi mente la invadió el temor de que acabara en el hospital como hace dos años.

Estaba muy molesta con mi padre pero en ese momento sentí miedo y tal vez fue eso lo que me impulso a caminar no seguir con el berrinche. Chris me siguió, y durante todo el camino no dijo ni una sola palabra. Supongo que se sentía lo bastante aterrorizado para dirigirse hacia mí.

El ruido de las puertas del ascensor abriéndose ante nosotros interrumpió mis pensamientos. Él educadamente espero a que yo saliera para después continuar el recorrido siguiéndome el paso. Mire el número que colgaba en el llavero -203- comente en voz baja mientras me dirigía hacia el final del pasillo donde se encontraba la habitación y una vez parada frente a aquella enorme puerta introduje la llave para abrirla-

Las luces estaban apagadas pero Chris rápidamente las encendió. A penas y me miró, parecía algo decepcionado. Decidí romper el incomodo silencio que había entre ambos- Deberías ducharte- dije con tono firme y él al instante alzo la mirada-

-¿Es una orden o es un plan para demostrarme tu faceta de chica mala?- dijo en tono burlón haciendo que mis pálidas mejillas se tornaran rojas-

- Dejare que elijas la opción que desees- Conteste sarcásticamente intentando incomodarlo, pero por primera vez mi picardía no tuvo el efecto que esperaba. Chris actuó indiferente e ignoro mi comentario y yo me puse roja pero esta vez de la ira. Él lo noto rápidamente y al mirarme soltó una risita burlona que me saco realmente de mis casillas-

- No eres una chica mala Anabelle, estás muy lejos de serlo- Afirmo con serenidad mientras que entraba al baño y cerraba con firmeza la puerta- Y por cierto...- Agrego él esta vez desde adentro- tampoco eres atractiva, mucho menos bonita- termino la frase mientras se escuchaba el sonido del agua de la ducha caer.

Me quede anonadada. Como paso de no dirigirme la palabra a hacer que me le insinuara y quedara como la propia estúpida ante él en tan poco tiempo, y lo peor de todo es que me había dejado sin palabras, me había hecho callar. Mi orgullo estaba herido y la sangre me hervía de la rabia. Debía vengarme de él, debía hacerlo arrepentirse de haberse burlado de mí, debía pensar en algo y lo más rápido posible. El agua de la ducha dejo de caer y supuse que ya había acabado de bañarse. Me quedaban pocos segundos para que saliera y aun yo no había pensado en algo. Y entonces se me prendió el bombillo justo en el momento en el cual la puerta del baño se abrió, por instinto baje el cierre de mi vestido dejándolo caer al suelo. Los ojos de Chris se abrieron como platos de la sorpresa y sus mejillas mojadas se tiñeron levemente de rojo. Me sentí total y completamente victoriosa. El no dejaba de mirar mi cuerpo de arriba abajo mientras sostenía la toalla en su cintura. Confieso que yo tampoco podía dejar de mirar el suyo. Su cuerpo estaba visiblemente marcado que se notaba a leguas que hacía bastante ejercicio, quería acercarme a él y arrancarle la toalla de golpe, quería demostrarle que si era una chica mala y que también podía llegar a ser muy caliente, pero nada de eso paso porque antes de que yo pudiera hacer algo el comenzó a caminar lentamente a mi dirección colocándose frente a mí y lo bastante cerca como para hacerme sentir su respiración.




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