Hilos del destino

9.

Capitulo 9

Almuerzo sorpresa.

Cuando aquella pequeña bola de pelos salió de la caja, y corrió hacia mí moviendo la cola alegremente, sentí una felicidad genuína. Siempre había sido más de gatos que de perros, pero era imposible no derretirse de amor ante aquel pequeño huskey blanco que me olisqueba y lamía con cariño. Estaba realmente muy feliz.

- Bumblebee, no se porque me suena conocido - Chris se agachó a acariciar el cachorro tambien mientras sonriente me miraba absolutamente complacido.

-Annabelle lo eligió, me parece bastante creativo- mi padre se unió a nosotros con una energía también alegré.

Me sorprendió gratamente que después de tanto tiempo, estuviéramos viviendo un momento agradable en esta casa. Levanté la mirada para alégrame aún más de ver la cara de Leticia.

La bruja estaba hecha un volcán, me miraba con ganas de matarme a mí y también a Bumblebee. Así que no desaproveche la situación para giñarle el ojo y lanzarle beso, eso la enfureció aún más. Así que se acercó a hasta donde estábamos todos e intervino.

-Que bonito- dijo con un asco notorio. Mi padre no lo notó.

-¿Verdad que si amooor?- dijo mientas se levantaba y le daba un tierno beso. Chris y yo nos miramos con cara de fastidio ante su demostración de amor.

-Sii ¿pero dormirá afuera verdad?- la Bruja solto su veneno.

- dormirá en mi habitación, no te preocupes por eso - le respondí de inmediato y mi padre sonrió complacido.

-Que bueno querida, disfruta mucho de tu perrito de apoyo - suspiré y me guarde lo que quería decirle. No la dejaría arruinar mi buen momento. Cogí a Bumblebee en brazos. Chris estornudo al menos tres veces seguidas.

-Vaya macho, si que está mal, debería darte una ducha e ir a descansar - estaba genuinamente preocupado, lo conocía a la perfección. Leticia de acercó a el y le colocó la mano en la frente.

- cielo, estás ardiendo - musitó alterada.

-Estoy bien, no es nada - el le resto importancia y camino hacia las escaleras. Leticia corrió tras él.

-Vaya lío con Chris, desde pequeño se pone mal cuándo coge un resfriado - mi padre comentó y sus palabras removieron sentimientos tristes y recuerdos en mi corazón.

Recordé la primera vez que me enfermé en el internado, tenía 10 años, y estaba sola en el cuarto del pensamiento,un cuarto super pequeño de paredes blancas en el que solo nos dejaban sentados en una silla Durante horas y horas, para reflexionar sobre nuestros mal comportamiento.Soy claustrofobica a raíz de eso. Recuerdo que grité hasta quedarme sin voz, y que llore hasta desmayarme. Cuando las monjas me encontraron la fiebre ya estaba demasiado alta y había convulsionado un par de veces. Casi me muero ese día. Mi padre nunca lo supo. Tal vez mi madre en el cielo si me vio y me ayudó. Me gusta creer eso, para apagar las ganas que me entran de morir cuando recuerdo esas cosas.

-Si, al menos siempre todos lo han cuidado, es un chico afortunado- mi voz sono entristecida. Ya hasta me había olvidado que tenía a Bumblebee en los brazos.

-Se que lo dices porque estuviste en el internado por esas fechas. Me arrepiento mucho de eso, no fue una buena decisión... Pero no creas, Crhis también la paso mal, en ese entonces era un niño muy apegado a su papá - Mi padre me despeinó como cuando era una niña, supongo que intentaba animarme.

-¿Que le pasó a su papá? - Cuestioné por chismosa, de repente me dio muchísima curiosidad.

- nada, cuando los abandonó, formó una nueva familia. Tuvo un nuevo hijo y se olvidó de Chris - bufé indignada. Me sonaba tan parecido ¿Por qué mierda eran así? ¿Por qué cuando las relaciones fracasan los padres se olvidan de sus hijos? ¿Por qué nos abandonan como juguetes viejos? ¿Por qué nos lastiman de esa forma?

-Como Todos- fui cortante mi padre sintió claramente que mi respuesta fue una puya también para él.

-No quiero que peleemos más Anabelle... Además te tengo otra sorpresa - suspiró mientras acaricio a Bumblebee que se ha dormido en mis brazos.

-¿ah si?- finjo interés pero la verdad es que ahora mismo tengo los malos recuerdos a flor de piel y cero ánimos de nada.

- Te gustará muchísimo,pero tendrás que esperar hasta mañana en el almuerzo para verla- musitó ilusionado.

-bueno, esperaré...-fingi sonreír

-Todo va a mejorar hija, lo prometo - mi padre me abrazó de repente y me sentí extraña, con miedo de que después de un par de cosas buenas sucediera dos mil malas...- debo bañarme, sino acabaré como Chris contesté y luego de safarme de su abrazo volvi a mi habitación con Bumblebee.

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Tome una ducha y dormí un par de horas. Luego alimenté a Bumblebee y volví a tirarme en la cama mientras acariciaba el pelaje de mi nuevo compañero. De repente el estómago le empezó a sonar horrible.

-Tengo hambre Bumblebee, ya no puedo seguír sin comer, tengo que cuidarte, si me pasa algo la bruja va a hecharte de patitas para la calle...- el perro me miró y saco la lengua sin entender un carajo de que le estaba hablando. - Lo sé, lo sé... No puedes entenderme, pero al menos puedes escucharme y eso ya significa muchísimo para mí - le dije pegando mi cara a la suya para sentir su pelaje suavecito. Mi estómago volvió a sonar y está vez me decidí en la búsqueda de algo para comer.

Salí de la habitación casi que a hurtadillas a la cocina. Eran aproximadamente las Dos de la madrugada del sábado. Hacía frío y seguía lloviendo. Se escuchaban las enormes gotas caer en el cristal del ventanal de la cocina.

Apenas entré el sensor de movimiento encendió la Luz. Me fui directa al refrigerador y saqué un par de lonjas de queso, un par mas de jamón, un tomate,lechuga también pepinillos.Me servir también un vaso de leche y senté a comer en la encimera.No llevaba más que un mordisco cuando escuche los pasos de alguien acercarse. Estoy rogando que no sea Leticia con un antojo repentino, que venga a amargarme la comida.




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