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Capítulo 11.

Golpe bajo

Corrí con fuerza en dirección a mi habitación. Me encontré con Chris de frente, tenía los brazos cruzados y estaba recostado en el marco de la puerta de mi habitación.

-¿Que fue todo eso ?- cuestionó con una frialdad absoluta mirándome de arriba havia abajo con ¿Desprecio? ¿Interés? No podía entenderlo... Era simplemente indescifrable cuándo quería serlo.

-¿Que de qué?- contesté sin ánimos de entablar ninguna conversación con él.

Mucha cosas pasaban por mi mente, mi cuerpo se encontrá en una especie de alerta y yo ni siquiera podia procesar que había besado a Harry hace unos cuantos minutos atrás.

-¿Por qué Harry está en nuestra casa? ¿Acaso no te dije que nadie debía saber que tú y yo vivimos juntos?- su indiferencia se había transformado en enojo evidente. Vire los ojos con fastidio.

-Habla con mi padre, él les invitó- Me limite a contestar intentando empujarle para que se apartará, pero Chris no de movio, al parecer el príncipe tenia mas reclamaciones que hacerme - ¡Apartate ya!- agregué furiosa y eso le importó muchísimo menos.

- ¿De que hablaron?- cuestionó con el ceño fruncido.

-De ti no, lo demás no te incumbe - contesté con desdén. Me estaba sintiendo muy ansiosa, los pensamientos invasivos estaban volviendo a mi mente otra vez...necesitaba con urgencia drenar, necesitaba

fumarme un cigarrillo. Crhis me tomó sorprensivamente de la cintura y me atrajo hacía él. Quería gritarle que me soltará, pero no se por qué mí cuerpo pensaba diferente a mi mente cuando se trataba de él. - ¿Que diablos te sucede?- le pregunté nerviosa colocando mis manos firmes contra la pared, y así mantener aunque sea unos centímetros de distancia entre Ambos. El continuaba con sus manos entrelazadas a mí cintura, mirándome fijo a los ojos.

-¿Cuantas preguntas le contestaste a Harry Dash?- pregunto seriamente, tanto como si eso fuera realmente importante. Estaba muy confundida.

-¿Pero por qué eso te importa? ¿Y porque no me sueltas?- me queje.

-Te soltaré cuando me lo digas - me susurró al oído y se me estremeció todo el cuerpo. Dejé de apoyar las manos en la pared y el espacio entre ambos se redujo a nada, sentía la sangre caliente, como si hubiese bebido tequila.Sus cabello rubios estaban despeinados, y esos ojos color sol me miraba con un brillo diferente. Su expresión se veía un poco más relajada y menos a la defensiva... Y creo que yo también estaba más calmada. - ¿Me lo vas a contar Belly?- Agregó tan cerca de mis labios que estaba segura de que me iba a besar. O al menos eso era en el fondo lo que yo quería, porque habia besando a Harry imaginando a Chris...

-No- ni siquiera se cómo me salió la voz. Chris sonrió levemente y juro por Dios que controlar el impulso de besarle se me estába haciendo casi que imposible, no estaba soportando más, pero quería que fuera el quien por fin se decidiera a poner fin a este castigó.

-No- contesto y Luego me liberó de su agarré. Nuestra cercanía se rompió, e inclusive me hizo espacio para que pudiera entrar a mi habitación. Yo estaba furiosa,más que eso, yo estaba iracunda, él por otro lado parecía frustrado. Tal vez en el fondo también lo quería, o solo quería molestarme y ya. -Belly...- no se que coño iba a decírme pero no quería escucharlo.

-Callate- me dije e iba a entrar a mi habitación me detuvo. - Quieres saber que hablé con Harry cierto...- el alzó una cena ante mi comentario sarcástico. - No hablamos, nos besamos - le dije, su rostro se descompuso por completo. Iba a decime algo, eso era más que seguro, pero se escucharon los pasos de Leticia y papá en las escaleras. Entonces prefirió hacer algo diferente.

Me halo con fuerza nuevamente hacia el y tomó mi rostro con sus manos luego acercó su boca a la mía que ya le estaba esperando. Sus labios rápidamente pegaron a los míos como si la vida se nos fuese a escapar si se separaban. Nuestras lenguas se entrelazaron en un baile infernal que me estaba quemando el cuerpo por dentro. Y aunque queríamos seguir, las voces de Leticia y mi padre se escuchaban muy cerca.

Chris era tal vez era el mas cuerdo de los dos porque intentó separarse para que no nos vieran, pero yo no lo dejé. Había esperado demasiado este momento como para dejar que fuera tan efímero. Así que abrí la puerta de mi habitación y nos arrastre hasta dentro. Y una vez del otro lado fue Chris quien la cerró dejando escuchar un portazo. La adrenalina de ambos estaba a millón. El metió las manos por debajo de mi sudadera gris y yo solté su boca para pasarme s su cuello, le escuche dejar escapar pequeño gemido, de inmediato volvió a buscar consuelo en mi boca. Le quite la camiseta, el bajo sus manos y se detuvo en mis muslos. De repente el recuerdo de aquel día apareció sin permiso, el miedo se apoderó de mi y borró todo el deseó en un santiamén.

-¡No!- murmuré y lo aparté de inmediato. Él tenía la respiración entrecortada,y me miraba confundido pero también preocupado.

-¡Lo siento, lo siento mucho de verdad!- se apartó de mi lo suficiente como para darme espacio. Pero como respuesta natural me aventé a sus brazos otra vez. El me miró confundido pero también me abrazó, me sentí avergonzada porque habían actuado como una loca, pero me sentí más frustrada de que no pudiéramos continuar porque realmente yo lo quería. Maldije al profesor Grey, por haberme dañado de esta forma. Y pensé que debía buscar ayuda porque eso me había afectado muchísimo más de lo que yo quería aceptar.

Dos golpes fuertes se escucharon detrás de la puerta de mi habitación. -Annabelle ¿Podemos entrar?- la voz de mi padre retumbó como un trueno. Parecía enojado.

-mierda- Exclamó Chris en un susurro.

-No, es un buen momento ahora - musité nerviosa, si Leticia y mi padre veían a Chris aquí dentro en esta situación, me enviarían a Londres sin boleto de regreso.

-¡Abre la puerta querida! Tenemos que hablar de un asunto muy importante -Leticia insistió como si supiera que algo no estaba bien.