Hilos del destino

21.

21

Christopher.

El sonido del pitido inicial dio comienzo al partido de fútbol. Pero ver a Mike B en las gradas aplaudiendo me desconcerto por completo. Desde el minuto uno supe que esto no correría bien, más porque sabía que mi madre estaría por ahí.

Recibo un pase por la derecha y corro con la pelota mientas levanto la mirada con desespero buscando a mi madre entre el público, al mismo tiempo que intento no perder de vista a Mike B. Hago varias maniobras en solitarios en todo el proceso para que no me quiten la pelota.

Llegó hasta el borde y logro sacar un tiro de esquina, lo hago para respirar un poco y seguir buscando a mi madre. Quien Ruego que no haya venido esta vez.

Todos los jugadores se acomodan en sus posiciones y el árbitro se prepara para pitar, tengo pocos segundos para encontrarla. El sonidos del silbido m indica que se me acabó el tiempo, debo patear...

Hecho un último vistazo y por fin la visualizo a la altura de las gradas en el extremo y suspiro de alivió de ver que extrañamente está con Belly, y del otro lado del campo.

—Ehhh Idiota patea — escucho a uno de los jugadores del equipo rival gritarme y me adelantó para patear. Lo hago deslizando la pelota con fuerza por la grama buscando a Connor, quien no entiende mi jugada porque no es la que practicamos. Me devuelve la pelota de un sólo tirón y hago una bicicleta por la la banda izquierda para meterme en el área. La gente grita con euforia y voy a patear en dirección al arco cuando veo a un jugador del otro equipo plantarse frente a mí y lanzar la pelota hacia a fuera para ocasionar otro tiro de esquina.

Nos colocamos en la posiciones, el jugador del equipo rival que antes me quitó el gol de los pies se para al lado de mi y me sonríe de forma sarcástica. El pitido del árbitro indica que el tiro de esquina se va a cobrar y mi compañero patea la bola, sigo la dirección de la pelota con la mirada y me preparo. El defensa del equipo rival que no me quita los ojos de encima me sigue. Me mira todo el rato a mi y nunca a el balón. Estoy confundido, es como si intentara intimidarme.

— papi te manda saludos Baker— Musita y ni tiempos me da de saltar. Siento el taco de su zapato golpearme la cabeza.

Todo pasa muy rápido, un montón de sangre Comienza a deslizarse por mi rostro, el árbitro pita para parar el partido. Mientras se forma una especie de trifulca entre mis compañeros y los del equipó rival. Y gritos por todos lados . Mientras el paramédico me saca de la cancha en Camilla.

Estoy mareado y siento mucho dolor pero sigo intentando levantarme mientras los que me llevan me sostienen como pueden. No hay dolor solo adrenalina, una que me hace tener más fuerza que ambos y levantarme.

Miró al público hay peleas y Caos, esto es malo. No veo a Mike B, tampoco a Belly y a mí madre...

—¡Chris! ¡¿Que haces joder?!— escuchó una voz conocida dirigirse a mí. Volteo en esa dirección pero no logro mirar. La sangre me cubre el rostro, me molesta la vista, estoy aturdido, desorientado... Al borde del colapso.

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Anabelle.

Lo del partido ha sido algo espantoso, sentí que el corazón se me iba a salir al ver a Cris desplomarse frente a nosotras. Leticia perdió los papeles, digo, ella que es tan frontal no supo cómo reaccionar y quedó en shock. Yo fui la que me encargué de todo. De la ambulancia, los datos de Chris, el tipo de sangre. De todo hasta que llegó mi padre.

— ¿Que pasó? ¿Como está Crhis?— Mi padre entra con desespero.

—Ya está bien, él está bien — Leticia le calma y luego me mirá — gracias a Anabelle — agrega mirándome de una forma agradable por primera vez en todo el tiempo que nos conocemos.

—Ha sido solo un golpe fuerte, lo que pasa es que la sangre es escándalosa — agregó aliviada de que sea solo eso. Mi padre está aliviado también.

— Si, creo que eso fue lo que me impresiono. Me quedé paralizada — Leticia agregó llevando sus manos por inercia a su barriga. Mi padre le abraza y coloca su mano en la barriga también. Siento que debo darles espacio, aunque realmente quiero escapar de Leticia y de la posibilidad que continúe su interrogatorio con respeto a lo que me pasó con el monstruo....

—ire a ver a si Chris despertó — agregó huyendo de la vista de ambos lo más rápido posible y me escabulló en la habitación que es lo que más cerca que tengo.

Abro la puerta con cuidado y la cierro con mucho más sutileza. Realmente no quiero molestarlo, ni despertarlo. Se que no quiere hablarme, mucho menos creo que quiera ser la primera persona que vea después de semejante golpe.

—¿Belly?— su voz ronca me atrapa infraganti. Me volteo arrepentida de haber no haber cerrado la puerta con menos delicadeza.

—Lo siento, lo siento, no quería despertarte, ya me voy agregó con la intención de abrir la puerta e irme pero Crhis se intenta levantar y me detengo.

—No ¡no!, no te vayas por favor...— Musita llevándose las manos a la cabeza. Corro hacia él por instinto.

—¿Te duele? ¿Estás bien?— cuestionó ayudándole a acostar nuevamente. Mientras miró el vendaje que tiene en la cabeza y que le cubre un ojo también de

—Me Duele la cabeza, pero éstoy bien...— agrega mirándome fijamente. Estoy atrapada en esos ojos color sol que iluminan hasta mis días más oscuros.

— Que bueno, nos has pegado un gran susto...— mis palabras van en serio. Aún recuerdo todo lo que pasó y me da nervios.

—¿Te has preocupado por mi?— agrega de repente.

—¡claro que sí! ¿Que clase de pregunta es esa?—en su rostro se dibuja una sonrisa traviesa.

— ven y dame un abrazo —Me dice sin un ápice de vergüenza. Me enojó porque me recuerdo lo mal que me ha tratado falta antes... —¡Por favor!— me hace pucheros que terminan haciéndome ceder. Estoy enojada pero necesito ese abrazo tanto como él.

—No lo mereces, te has portado fatal... Pero soy muy tonta — agregó acercándome a él para abrazarlo.




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