Historia De Mi Vida Completa.

Capítulo -15. Servicio militar.

Cuatro años, siete meses y 19 días después..Un tal día 19 de abril del año 1981,me tocaba hacer el servicio militar obligatorio,cuyo destino era el CIR número 8, Rabasa.. Alicante,.Tras haber solicitado una prórroga de siete días como motivo de la Semana Santa de ese año que comenzaba el 12 de abril,Domingo de Ramos y finalizaba el Domingo de Resurrección,dia 19 de abril..Días antes de partir en el tren catalán con destino a Barcelona, tenia preparado lo que pensaba llevarme como equipaje,que era un petate de color verde que me lo dieron en la caja de recluta de 212 en el antiguo cuartel que existía allí frente a la capilla del Rosario, perteneciente a la Hermandad de las Aguas en la calle Templado. Ese edificio que estaba en la calle Templado con esquina de la calle de Dos de Mayo,era la antigua Tarazana del aceite ...Con el petate me dieron latas de conservas y algunos alimentos más que no recuerdo..Tras haber disfrutado de la Semana Santa de año 1981, llegó el día para irme hacer el servicio militar que me tocaba hacerlo en el CIR número 8 , Rabasa.Alicante.Enesa tarde del Domingo de Resurrección dia 19 de abril del año 1981 ,se salió con tiempo desde mi casa hasta la estación Plaza de Armas que le llamaban popularmente estación de Córdoba porque los trenes que tenían destino a la ciudad de la Mezquita, desde la ciudad de la Giralda.. Cogímos un taxi desde mi casa a la estación Plaza de Armas y llegamos con unos quinces minutos de antelación o un poco más para no perder el tren único que me levaba a la localidad de Ciudad real llamado Alcázar de San Juan,que allí nos dejaría el tren con destino a ciudad Condal,que popularmente se le llamaba el Catalán...Una vez que estuvimos mis padres y yo en la estación de trenes de la Plaza de Armas con tiempo de antelación para no perder el tren.. Allí en la estación de trenes de Plaza de Armas me encontré con un chaval que conocí en la caja de recluta de 212 que me dieron el petate y los víveres para el viaje,uno que era de la provincia de Sevilla de la Algaba que iba conmigo en el mismo vagón y compartimiento del tren llamado popularmente el Catalán con destino a Barcelona y que teníamos que dejar el dicho tren que llevaba más de quince vagones que apenas se veía el final del tren que se encargaba de arrastrar esa cantidad de vagones por una locomotora de gasoil.Antes de arrancar el tren Catalán,me despidî de padres de esta tarde de Domingo de Resurrección que hacía bien tiempo en mi ciudad de Sevilla... Quedaba unos minutos para arrancar la locomotora que arrastraba unos quince vagones con destino a la ciudad Condal y que quedaba mucho recorrido que hacer hasta llegar el fin de su viaje,que había una distancia desde Sevilla a Barcelona unos 1.200 kilómetros en línea recta..Era las cinco y media de la tarde de ese Domingo de Resurrección, cuando la locomotora que era de combustible gasoil , empezó arrancar llevando entre si un número de vagones que apenas se destinguia el final del convoy de la cantidad que llevaba entre si.El tren Catalán se puso en marcha a la hora indicada que era las cinco y media en punto de la tarde, parándose en todas las estaciones de trenes de todos los pueblos y ciudades que se encontraba a su paso.En esos tiempos en la década de los ochenta los trenes no tenía una velocidad superior a 80 kilómetros por hora,al menos que fuera eléctrico conducido por cantenaria. Yo estaba dentro de un vagón del tren Catalán en un compartimiento que cabían seis personas en total,que cada asiento podia sentarse tres personas y que de frente de mi ocupaba una mujer de mediana que tenía acento catalán y que me criticaba por comer un bocadillo de tortilla con patatas en ese momento que se hacía el viaje largo a la estación de Alcázar de San Juan,que quedaba muchos kilómetros por recorrer entonces...




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