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En una galaxia muy lejana donde todo lo que tú puedas soñar es realidad; no porque tú lo desees, sino porque la fe permite la existencia de aquellas maravillosas criaturas; existían 13 planetas. Cada uno poblado las más bellas y maravillosas criaturas. Ellos solo podían vivir en esta galaxia. La crueldad de las personas había expulsado aquellos seres a una galaxia lejana. Una galaxia donde los humanos no podrían lastimar a las criaturas.

Aquellos 13 planetas tenían un nombre zodiacal y eran reinados por 12 príncipes y un rey. Todos poderosos y nobles. Seres de gran corazón que protegían a las criaturas vivientes en sus planetas. Sirenas, vampiros, lobos, hadas, trolls, elfos, ninfas, árboles mágicos, dragones, pegasos, unicornios y por supuesto sombras con no muy buenas intenciones. Todas las criaturas vivientes eran obedientes a los 13 grandes dioses, aunque a veces podían ser traviesas y su naturaleza los hacia algo malvados y mentirosos.

Los príncipes pronto serian nombrados a un planeta para reinarlos cuando su padre muriera, mientras que el 13avo planeta sería el lugar de reuniones. Todos los príncipes a pesar de ser tan diferentes, se llevaban bien. Algunos eran alegres y juguetones, otros eran serios y calculadores. La mayor diferencia era la altura y fuerza.

Los más altos y fuertes eran: Yifan, Chanyeol, Sehun y Zitao, este último no era muy fuerte, pero era ágil y practicaba artes marciales que le había enseñado su padre de más joven. Ellos heredarían: Aries, Tauro, Libra y Capricornio, exactamente en ese orden.

Los del medio eran más calculadores y hábiles con los desafíos. Jongin, Yixing, Jongdae y Junmyeon heredarían Leo, Cáncer, Géminis y Acuario.

Por último, pero no menos importante. Estaban los más ágiles e inteligentes, dioses de edades menores interesados en artes mundanas como el baile, el arte y la escultura. Luhan, Baekhyun, Kyungsoo y Minseok quienes tendrían a Sagitario, Escorpio, Virgo y Piscis.

Cada uno de los planetas estaba destinado a Dioses con intereses similares y habilidades para dirigirlos. Los planetas más difíciles estaban dirigidos para los hijos mayores, los que necesitaban atención y reglas para los hijos del medio y los más tranquilos para los menores. No era que los hijos menores no fueran estimados ni que los tomaran como inútiles, los últimos planetas de la lista requerían inteligencia, porque los seres de estos planetas eran oscuros y podían jugar con tu mente si no tenías cuidado.

Lastimosamente aquello no sería posible, los deseosos príncipes no serían nombrados reyes. Los reinos estaban en peligro. Una fuerza oscura estaba separando a los seres mágicos, volviéndolos rebeldes. El rey completamente preocupado por la noticia que le dio su consejero, mando a llamar a los príncipes, quienes viajaron de cada uno de los planetas al planeta 13avo, el planeta Ofiuco.

-Hijos...los planetas colapsan, los seres mágicos ya no viven en paz y constantes peleas atacan la estabilidad de toda la galaxia. Si no hacemos algo pronto, todos los planetas caerán y serán destruidos.

-Pero padre.-hablo el menor de todos, Baekhyun. - los seres mágicos siempre se han peleado, las sombras con las Succubus. Los pegasos con los unicornios. No es algo nuevo. El día en que todos seamos coronados...-extendió sus manos, señalando a sus hermanos.- nosotros daremos paz y regiremos los planetas.

-Esta vez no es así Baekkie.- el anciano hombre hablo, viendo con ternura y tristeza a su hijo menor, para luego observar los rostros preocupados de sus otros 11 hijos.- no es así...esta vez los corazones de los seres están oscureciéndose. He mandando a llamar a algunos brujos y me han informado que si esto continúa todo será destruido.

-¿Destruido?-cuestiono Tao. Sus ojos marcados con el miedo.- ¿Dónde viviremos? ¿Todos moriremos?

El hombre anciano no lo negó, provocando un escalofrío en el delgado cuerpo del ojeroso. Yifan quien conocía lo miedoso que era su hermano y siendo el mayor de todos, levantó su mano palmeando la espalda de Tao en un intento de confortarlo.

-Vengan todos, tengo algo que mostrarles.-el hombre se encaminó en lentos pasos a la gran habitación central. La habitación que siempre había estado prohibida para los príncipes al ser una habitación de gran cuidado. Los príncipes observaron con ojos temblorosos y cuerpos rígidos el árbol de la vida.-Está muriendo lentamente. El cuerpo no durará más de un año según los brujos.- las flores y el césped se secaban lentamente alrededor del árbol. El árbol tampoco se encontraba mucho mejor, las hojas se marchitaban y caían hasta deshacerse lentamente y quedar hechas polvo, como si nunca hubieran existido.

-¿Que podemos hacer padre? - la fuerte y profunda voz de Yifan se hizo presente, tomando el mando como siempre.

-Deben viajar a cada uno de los países y purificar los corazones, prevenir que ocurran muertes en masa. Los corazones que no puedan ser purificados...deberán ser eliminados, no podemos permitir que almas puras sufran por ellos.