Historias Cortas

EL SENTIDO DE LA VIDA

La vida no es fácil. Es una montaña rusa constante. Un día estas bien, al día siguiente mal y muchas veces nisiquiera sabes el por qué. Cada vez es más difícil descifrar a las personas, entenderlas, pero supongo que es porque los demás también viven su propia montaña rusa. No lo sé.

Yo tengo una tendencia, que espero que alguno de ustedes comparta, a querer lo que no tengo, y una vez que lo consigo, ya no lo quiero. Es una maldita costumbre que desearía poder arrancar de mí. Es como si mi vida se basara en una constante búsqueda, en una interminable lucha por tener siempre más. Hay quienes dicen que está en la naturaleza del ser humano el siempre anhelar más, y entonces tal vez te preguntes por qué esto es algo que me molesta tanto. Bueno… vivir así implica siempre estar disconforme, ya sea con personas o cosas, porque la necesidad de conseguir siempre lo que no tengo es reflejo de no ser feliz con lo que sí.

Creo que la peor parte de esto es que el camino que recorro no suele ser divertido, porque viene cargado de cosas como la desilusión y la ansiedad de querer más y más a cada segundo. Pero cuando lo consigo suelen ocurrirme una de dos cosas: a veces siento miedo de ir más lejos, ya sea en una relación o en referencia a hacer un viaje, y otras veces algo en mí me dice que no es suficiente lo que conseguí, o que en realidad no era exactamente lo que yo quería.

G.K. Chesterton, un escritor británico del siglo XX, dijo una vez que hay dos maneras de tener suficiente; una de ellas es seguir acumulando más y más y la otra es desear menos.

Aquí está la raíz de mi problema. El no poder discernir entre el conformismo y la aceptación. Porque una cosa es ser conformista; no aspirar a más y conformarte con lo que tienes. No soñar mas alto de donde estás y no esforzarte por conseguir lo que quieres solo porque te suena imposible. Pero otra cosa muy diferente es no aceptar las cosas que tienes, o incluso las que lograste conseguir, solo porque no son exactamente como tú las querías. Y es que aceptar que las cosas jamás serán como tú esperas no es nada fácil, pero que no se adecuen a tus estándares y deseos en realidad no las vuelve menos valiosas. De hecho, muchas veces, son mejor de que lo esperabas, y claro… otras veces no. Pero está bien.

Yo pienso que esta sutil diferencia jamás logramos entenderla del todo, pero cada situación que se nos presenta es una nueva oportunidad de aprender un poco mas sobre ella. La oportunidad de, tal vez, tratar de tener una actitud diferente a la que solemos tener, ya que internar arriesgarnos más es algo tan difícil como esencial. Analizar algo demasiado antes de hacerlo, dudar mucho, estas horas sin poder tomar una decisión sobre algo que sabes que en realidad no merece tanta importancia, son cosas que poco a poco te desgastan. Tal vez suene exagerado, pero mi experiencia me dice lo contrario.

Como dije antes, la vida no es fácil. Hay quienes dicen que es demasiado corta, otros que es lo suficientemente larga, pero lo cierto e innegable es que es impredecible, única, irrepetible y, sobre todo, individual. Un actor estadounidense, conocido como Orson Welles, dijo una vez: - “Nacemos solos, vivimos solos, morimos solos. Únicamente a través del amor y la amistad podemos crear la ilusión momentánea de que no estamos solos”. Aunque suene algo deprimente, es cierto. La única amiga fiel que nos acompañará a lo largo de toda nuestra vida es la soledad. Y sin importar cuanta gente tengamos a nuestro alrededor apoyándonos, la realidad es que nuestra vida la vivimos cada uno de nosotros y nadie más. Con o sin ayuda las decisiones finales las tomamos nosotros. Por eso es que la vida es tan difícil, porque acompañados o no, por muchas o pocas personas, el sendero lo caminamos solos. Nos enfrentamos al mundo, a los problemas y a cada situación de manera individual. Pero, una vez aceptado esto, te darás cuenta de que no es malo. De que vivir de esta forma te vuelve más fuerte, te hace apreciar más cada segundo y creo que eso es lo realmente importante.

Vivir bien, o vivir feliz, no tiene que ver con las personas que te rodean y mucho menos tiene que ver con lo material. Vivir la vida tal y como tú quieras, ya sea aislado del mundo o rodeado de miles de personas, es lo más importante de todo. Recuerda que las opiniones del resto no pueden afectar tu vida en realidad, porque al fin y al cabo son solo palabras y quien vive tu vida eres tú, no ellos. Es completa y absolutamente tuya, y puedes llevarla a cabo donde y como tú quieras.

Es así que la razón por la se nos dio la oportunidad de nacer, de crecer, de generar vínculos, de romperlos, de respirar, de sonreír, de llorar, de estar felices, de estar tristes y de tomar nuestras propias decisiones, es para que lo hagamos. Porque, al fin y al cabo, el sentido de la vida… es vivirla.



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En el texto hay: tristeza, sentimientos, soledad

Editado: 01.04.2020

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