Su sangre comenzaba a sentirse pesada. El control sobre su cuerpo flaqueaba, él sabía que necesitaba controlarse y no sucumbir al pánico. Pero sus brazos y piernas se movían desenfrenadamente mientras sus ojos que dolían por la sal del agua aún podían ver como es las demás personas pasaban desapercibidos de su estado.
Desde un principio no quería ir a la playa; nunca sin importar lo caluroso que fuese el día había dejado la comodidad de su habitación por un lugar así pero cuando su familia lo arrastro para festejar el cumpleaños de su hermano incluso después de revelar su miedo más grande, ellos se habían burlado y lo habían metido en el auto.
—No hay ningún problema —Le había dicho su hermana. —Te ayudara a superar lo que sea que estés reprimiendo.
Ahora por su garganta se empujaban litros de agua y cuchillas que desgarraban profundamente las delicadas paredes de su interior, sin importar si ya habían llegado a lo profundo de su cuerpo el agua se exigía entrar. Lo dejaba sin voz, sin aire, sin vida.
No era rápido como muchas veces había leído. El tiempo era terriblemente lento, tal vez habían pasado solamente segundos o minutos o días, incluso si era imposible pero el tiempo era tan traicionero. Azriel solo quería que terminara.
Pero no lo hizo.
Al contrario, el agua se tomó su tiempo para adentrarse, para drenar sus pulmones de oxígeno para aumentar el pánico. Su mente dio vueltas sin fin, sus ojos se cocían cada vez más y quería cerrarlos pero eso sería peor. Se enfocó en las pequeñas partículas de polvo, producto del mismo líquido que se adueñaba de su cuerpo o de los desechos de las personas que flotaban encima de él, de cualquier forma no quería saberlo, no quería saber qué era lo que consumía su vida.
—No te quejes, solo serán unas horas y nos iremos.
Su madre le había gritado mientras rogaba que dieran la vuelta para dejarlo de nuevo a salvo en su casa pero ahora al igual que todos solo pasaba de largo a su lado, quería que supiera que su piel se estaba rasgando, que su cuerpo se estaba hinchando pero no pudo.
—No es nada, supéralo.
Primero fue su piel que cambio de color a falta de oxígeno, se había convertido en una masa de sangre musculo que se desprendía cada vez que sus extremidades se movían descontroladamente presas del pánico.
—Exageras por algo tan maravilloso.
Luego le siguieron sus intestinos, su estómago y demás órganos que salían de su cuerpo succionados por el agua misma limpiando todo a su paso. Pudo ver como decenas de peces se juntaban reclamando cada parte de su carne y entrañas.
—No entiendo cómo puede darte miedo.
Posteriormente fueron sus huesos, triturados por la presión; parecían trozos de madera podrida que no paraban de romperse como si solo fueran delgadas hojas de papel.
—Eres solo un cobarde, no hay ninguna otra explicación.
Por ultimo fueron sus ojos, como si la propia agua quisiera que pudiera ver cada parte de él que ahora le pertenecía a ella; entonces en los últimos instantes sintió como sus ojos se deformaban dentro de sus cavidades, luego se derramaban fuera de ellas sin ningún aviso, la oscuridad lo invadió.
— ¿Qué ha pasado? — pregunto el inspector a la familia.
— Simplemente hemos venido a celebrar el cumpleaños de mi hija —respondió nerviosamente el padre— llegamos hace veinte minutos, mientras instalábamos las sombrillas, él simplemente miró al mar.
— ¿Cómo dice? ¿Él solo miro al mar? —Pregunto intrigado.
— Sí, simplemente se quedó mirando, le grite que nos ayudara pero no respondió.
—Señor, no debería de decirle esto pero… —el oficial bajo el volumen de su voz para que solo el padre y la arena pudieran escucharlo—la revisión del médico dice que su cuerpo presenta signos de ahogamiento, incluso sus extremidades quedaron flácidos por los huesos rotos y los ojos explotaron, como si hubiera estado en lo más profundo del mar.
—Oficial, Azriel solo miró al agua.
*AVISO*
Ultimamente he tenido más sueños medio tenebroros asi que me enfocare más en transformarlos para Historias de una muerte lenta y puesto qe tengo otras ideas quiero terminar al menos uno de mis proyectos, posteriormente pasar a otro, completarlo y así sucesivamente porque si no lo hago de esta forma ninguno saldra adelante; ya no quiero hacer esperar mucho tiempo a los que leen mis otras obras. Además de que la universidad y el trabajo me tienen un poco atada escribir estas historias/sueños me dan la sensacion de libertad. Así que tengan paciencia. Los quiero.