Volví a Starbucks ¿Y qué crees? ¡Estabas allí! Mi amiga se espantó al ver mi sonrisa, dijo que lucia como "El Guasón" no le di importancia estaba demasiado feliz como para hacerlo.
En un momento nuestras miradas se cruzaron y sonreíste. ¡Oh Dios, Sonreíste!
Mi sonrisa no podía ser más grande, hasta que claro, note como hablabas con la chica a tu lado y ella sonrió también para luego mirarme de reojo.
Mi rostro se tiño de rojo y le suplique a mi amiga para irnos de allí. Eso fue cruel, al menos hubieras esperado a que me marche o quizás hubieran sido más disimulados.
PD: Solo para que sepas, que una anciana te golpee puede dejarte grandes secuelas o en mi caso un gran chichón.