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18 de junio 2018

Querido Jerry... ¿Alguna vez te había llamado querido? Bueh... Da igual . 

Jerry, no tengo nada que contarte del día de hoy, así que ni siquiera sé que hago aquí, pero supongo que quería "hablar" con alguien, no lo sé. 

Hoy no me ha ido tal mal en el trabajo. Claro, sin Ivy todo siempre mejora. Ha llamado para ver que no he destrozado su negocio, obviamente, pero nada más. Hasta la venta fue decente hoy; supongo que la vibra de Ivy no atrae a gente que busca flores. 

No he visto a Omar esta semana, básicamente porque por más que lo intento él siempre llega más temprano que yo. Hoy intenté hace un ejercicio, experimento digamos, pero el resultado no fue el mejor de todos, creo.

 Mientras estaba sentada en mi rincón de siempre, en la cafetería, intenté mirar a otros tipos, analizarlos. Mi intención al principio era simplemente encontrar a alguien más, cualquier otro tipo que estuviera más sexy que Omar, o que fuera más agradable, o más educado, pero no apareció ninguno. 

Eso si fue frustrante. 

Por ejemplo, hay un hombre. Tal vez sea elegante, pero es mucho más bajito; vi otro, apuesto, metro ochenta tal vez, pero nunca saluda y ni siquiera sé por qué eso me importa. 

Sé que es normal que me guste alguien. Lo que no es nada normal es que se haya metido en mi cabeza, salgo de mi casa pensando en él, cruzo por el aparcamiento y miro para ver si su auto no está; paso las noches escribiendo tonterías en este estúpido cuaderno sobre él. Esto ya es demasiado. 

Diría que necesito un psicólogo, pero mi psicólogo eres tú y me arrastraste a esto. No sé como sentirme al respecto.