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21 de julio 2018

Hola Jerry, hoy no vi a Omar porque no fui a trabajar, pero creo que hoy pasaron cosas que valen la pena contarte. 

Lo primero es que dormí hasta tarde, eso ya es bastante bueno y  me levanté de muy buen humor. Mamá estuvo en la calle casi todo el día, no sé donde, pero no me importó porque pude comer pizza y estar en los vídeo juegos todo el rato. 

Hacía tiempo que no tomaba una larga siesta; hoy también hice eso. Y lo habría hecho por más tiempo si mamá y la vecina no me hubieran despertando cantando canciones de Marisela a todo pulmón, todavía tengo en la cabeza la canción de la dama de hierro y me da migraña cuando pienso en eso. 

Lo mejor pasó más tarde, justo después de la cena, cuando pensaba encerrarme en mi habitación para tener otra sesión de x-box. Ivy llamó y me dijo que había decidido hacerse cargo de la floristería en las mañanas y que ya no tendría que madrugar más. Dijo que me presentara mañana en el segundo turno y que no me preocupara por nada. 

Espero que con eso se refiera a mi paga, porque ya el sueldo es demasiado miserable como para darme el lujo de que Ivy lo recorte. 

De todos modos me parece fabuloso no tener que madrugar más, ni aguantar el tráfico en las mañanas. 

Tal vez no estabas tan equivocado esa vez que me dijiste que si enfocaba la vida de una forma más positiva cosas buenas comenzarían a pasar, Jerry. Eres un tipo sabio después de todo.