Virus

Homo crisis.

En el año 2032 una extraña enfermedad mortal empezó a atacar a la población masculina en diferentes puntos del mundo. Los primeros brotes surgieron durante el super bowl y en lugares como Machu picchu, Stonehenge, en la pirámide de Giza, la muralla china y Sídney. Todos de forma simultánea.

Los hombres comenzaron a presentar síntomas como, fiebre, dolor de cabeza, vomito, desorientación y salpullido. Después de algunos días todos perecieron. Semanas después todos los hombres del planeta estaban contagiados, no había tratamiento. Al cabo de tan solo un mes, el último hombre del planeta había fallecido. Los panteones se llenaron, así que optaron por quemar los cuerpos restantes.

Las mujeres eran el género dominante del planeta, este estaba bajo su control. Había comenzado “La era del matriarcado”. - como ellas lo denominaron -. La mayoría de las mujeres estaban aterradas, no sabían que causo el tremendo daño y mucho menos si el virus pronto mutaría y comenzaría a atacar a la población femenina.

Muchas de ellas estaban inconsolables, pues habían perdido al amor de su vida. Extrañaban verlo, acariciarlo, besarlo, abrasarlo, sentir su calor y hacer el amor con ellos.

Los grupos de feministas radicales apodados en su momento por los hombres como: “Feminazis”, se mostraba alegres  y festejaban la extinción masculina. De hecho las más influyentes de estas, tomaron las riendas de gran parte de naciones, así como de las ciudades más importantes del mundo y comenzaron a gobernar de forma autoritaria.

Casi todas eran lesbianas y lo increíble es que pocas de ellas tenían conocimientos de feminismo, política, leyes, economía, sociología, cultura y educación; ya que en el pasado se habían dedicado a perder el tiempo en reuniones absurdas y protestas estúpidas con sus pequeños  senos expuestos bailando y cantando contra el mal trato a la mujer, además de  agredir a hombres de la tercera edad, quemar autos, destruir inmuebles,  entre otros desmanes. La mayoría de ellas, solo recibía órdenes de las mujeres que se auto proclamaron: “matriarcas”.

Los primeros días todo era un caos, pasaron algunos años para recobrar cierta estabilidad, que no duraba mucho tiempo, puesto que entre ellas se peleaban por el poder de formas violentas al grado de matarse entre sí, - no eran muy diferentes de los gobernantes masculinos -. Las que sí lograron afianzar una relativa paz en algunos dominios, fueron muriendo poco a poco por enfermedades como el cáncer, diabetes y otros males incurables, algunas más por accidentes en casa o de tránsito así como problemas cardiacos debido al estrés laboral. Por tal razón, la humanidad se estaba encaminando a su exterminio ya que la reproducción humana, había cesado hace años.

En México un pequeño grupo de mujeres inteligentes comenzó a hacer investigaciones científicas con la intención de crear más seres humanos sin necesidad de la semilla masculina. Para ello emplearon células madre y ADN recogido de restos humanos masculinos no contaminados con la enfermedad “mata hombres” u “homisilium” como la llamaron. Estos restos, los encontraron en diversos sitios y artículos, algunos de estos restos fueron cabello, uñas y bello facial.

Los primeros experimentos no fueron alentadores, sin embargo continuaron trabajando. Después de un tiempo, lograron crear niños del sexo masculino. Estos presentaban un crecimiento más rápido de lo normal, en cuestión de meses tenían aspecto de jóvenes de entre 18 y 21 años de edad. Al sacarlos de las capsulas, los sometieron a distintas pruebas y estos respondieron a ellas de manera favorable, sobre todo a las pruebas psicológicas e intelectuales. Aprendían muy rápido, entre su adaptación al mundo, estaban el aprender idiomas como el español, inglés y señas,  también se les enseño: matemáticas, música y ciencias. En cuanto a pruebas físicas presentaban una desventaja. No tenían mucha resistencia física, podían morir de agotamiento físico si su corazón se aceleraba por determinado tiempo.

Tan pronto el equipo se cercioró de que no habían  riesgos al tener contacto con estos, una de las investigadoras, - la más joven de ellas con apenas 24 años de edad -, de nombre Claudia, decidió tener relaciones con uno de los sujetos de prueba, bajo el consentimiento de todas las demás. Claudia eligió a “Adán #3”, al cual comenzó a mirar con lascivia. Lo llevo a una camilla y cerro la cortina. Sin pensarlo más, se abalanzó sobre el con un deseo vehemente. Desafortunadamente el sujeto de prueba murió después del coito, estos seres experimentales eran muy susceptibles y no podían llevar a cabo mucho esfuerzo físico.

Unos días más tarde Claudia comenzó a sentir mal estar en su cuerpo, al realizarle algunas pruebas, resulto que estaba embarazada, era la primera mujer en años en  espera de un bebe.  7 meses después ella  entro en labor de parto, todas creían que el producto sería un bebe sietemesino, pero no era así, ya que el metabolismo de los sujetos de prueba respondían de forma muy acelerada en comparación con el metabolismo de cualquier mujer en ese momento y obviamente sus engendros presentarían rasgos semejantes. 

Por fin Claudia dio a luz a una niña. Tristemente esta no respiraba. Las científicas, algunas de ellas con conocimientos en parto y primeros auxilios no lograron reanimarla y la bebe perdió la vida. La madre estaba sumamente devastada, no podían hacer nada. Además, todo esto tenía que ser secreto, pues si alguien afuera de los laboratorios de investigación se enteraba de lo ocurrido, podría generar el enojo y la inconformidad de las féminas hostiles que de plano no querían de vuelta a  ningún hombre, principalmente las “matriarcas”.

Semanas  después de su duelo, Claudia decidió nuevamente embarazarse y para ello eligió a “Adán #5”. Lo sacaron de la capsula, lo reanimaron y unos días más tarde que este se encontraba estable y en buenas condiciones, Claudia y el tuvieron relaciones. Adán #5 también falleció a las pocas horas después del coito. Pero Claudia estaba embarazada de nuevo. Para este momento, el grupo de investigadoras había conseguido una máquina de ultra sonido para ver que el producto estuviera sano y prever algún mal y sobre todo averiguar el sexo del feto.