Sara
Sigo sentada en el piso mientras mi mente procesa todo lo que pasó. Me dijo que sí, ¡Alex me dijo que sí!
—¡Sara! —gritó Paola al acercarse a toda velocidad—. ¿Estás bien? ¿Qué pasó? ¿Qué haces aquí tirada?
—Analizo la información. ¡Me dijo que sí! —no pude contener la emoción.
—Pues... me alegro, ¿pero qué haces aquí en el suelo? ¿Dónde está él?
—Se fue hace unos minutos.
—¡¿Y te dejó tirada?!
—No, yo seguía de pie cuando él estaba aquí, luego me desparramé como helado. No siento la piernas de la emoción: charlábamos al caminar, me abrazó, me soltó y luego me caí —reí—. ¡Mira! Mi ropa aún huele a él. No la voy a lavar nunca.
Paola solo me mira como si yo fuera una desquiciada, una a la quiere mucho; le contagié mi alegría y en breve sonrió confundida.
—Te lo juro, me abrazó de la nada y fue uno de los mejores momentos de mi vida —me abracé a mi misma.
—Lo imagino, sigues colorada. Y bien, ¿cuándo es tu cita?
—Mañana en la tarde.
—Vaya, muy pronto de lo que pensé. Vamos levántate, hay que ir a clase.
—¡Me dijo que sí, Paola!
—Ya te escuché —volvió a reír mientras me jala de los brazos para levantarme.
En la tarde
Llegué a mi cuarto y me tiré en la cama para abrazar mi almohada. Con cada movimiento que doy, el olor de la ropa llega a mi nariz y me regresa a ese momento; fue muy hermoso. Mi cara está roja de nuevo y mi corazón late rápido. ¿Qué me voy a poner para mañana? ¿Cómo me voy a peinar?
Corrí a mi clóset en busca de qué ponerme, cuando sonó mi teléfono. Es un mensaje de Paola donde me pide hablar por llamada, de acuerdo.
—¡Saraaaaaa! —gritó al contestarme—. ¡Me acaba de llegar un mensaje de Josh! ¡Quiere que salgamos mañana!
—¿Y qué le dijiste?
—Nada, aún no le contesto.
—¿Y qué esperas? Dile que sí, no tienes nada que hacer mañana.
—Estoy nerviosa, ¿qué tal si me secuestra?
—No digas tonterías. Rápido, acepta la cita. Aquí espero.
Me quedé en silencio unos segundos y volvió a gritarme para confirmar que estaba hecho.
—¿A dónde te va a llevar? Me muero de la curiosidad por saber.
—Me envió la dirección del lugar... ¡es un restaurante cinco estrellas!
—Seguramente quiere impresionarte. Si supiera que le metes el diente a lo que sea...
—¡Ya estoy impresionada! Ni en mis mejores años he ido a un restaurante de esos.
—Qué elegante, es todo un caballero.
—Seguramente al final acabo pagando yo todo, ¿qué tal si solo quiere comer gratis en un lugar que no es de su alcance?
—Lo dudo muhco. Dale una oportunidad.
—Está bien, pero si me estafan o me secuestran tú tendrás la culpa por no detenerme a tiempo.
—Acepto la responsabilidad.
Hablar de Josh me recordó que debo darle las gracias. La información que me dio me ayudó bastante a progresar con Alex. Abrí su conversación y comencé a escribir:
—Hola, Josh, adivina. ¡Alex aceptó salir conmigo!
—¿En serio? Qué buena noticia.
—Sí, todo gracias a los datos que me diste. Debo agradecertelo, no lo hubiera hecho sin ti.
—Él que debería agradecerte soy yo... después lo entenderás. Dime, ¿a dónde van a ir?
—Lo invité a la convención de libros de esta semana. La idea no fue mía, fue de Paola, pero funcionó mejor de lo que pensé. Por cierto, ya me dijo que la invitaste a salir mañana.
—Veo que es cierto lo que dicen respecto a que las mujeres se cuentan todo...
—Cuando hay confianza así es. Qué casualidad que tu cita también será mañana, la mía también lo es.
—¿Invitaste a Alex a salir mañana?
—No, él puso la fecha y la hora. Mañana lo veré por la tarde, hasta parece cita doble, ¿no crees?
—¿Cita doble? Qué gran idea me acabas de dar, Sara, ¡eres brillante! Tengo un plan y necesito que me ayudes, ¿puedes?
—Está bien, ¿de qué se trata?
—Mañana cuando las citas terminen, espera en la convención hasta que yo llegue con Paola, ¿estás disponible en la noche?
—Supongo que sí.
—Perfecto. No dejes que Alex se vaya por ningún motivo.
—Cuenta con eso.
¿Qué será lo que tiene planeado? No importa, puedo esperar a mañana para averiguarlo.
#415 en Thriller
#193 en Misterio
suspenso y misterio, asesino oculto y victimas inocentes, escuela amistad
Editado: 26.07.2024