Honest (editando)

Capítulo 87

Una sirvienta fue al cuarto de Cris para indicarle que la cena estaba lista. Tocó varias veces y no recibió respuesta, al final entró pero no lo vio por ninguna parte. Le tomó muy poco tiempo darse cuenta de que había escapado, fue rápidamente a avisarle a Christopher.


Sara


Nos dejaron pasar y todos nos quedamos en el recibidor de pie.


—Antes de que digas algo, quiero pedirte perdón por lo de antes—comenté—. Estoy muy avergonzada y ya lo pensé, tenías razón.


Josh se quedó en silencio.


—¿Qué hace este tipo aquí?—reclamó Fred.
—No es bienvenido—aclaró Thomas.


Carl y Frank se limitaron a mirar a Cris con odio.


—Él viene conmigo, chicos—aclaré.


Era muy notable el desprecio que le tenían a Cris, la última vez que se vieron, Fred se fue encima suyo.


—Sara...—llamó Josh.
—Escucha,—interrumpí—sé lo que me dijiste y sí, todos ustedes tenían razón.


Me miró confundido como respuesta.


—¿Qué quieres decir?—preguntó Fred.


Estaba nerviosa, ¿cómo se supone que diga esto?


—Cómo decirlo...—jugué con mis dedos.
—Tenían razón respecto a mí—dijo Cris.


Todos lo miraron con sorpresa.


—Cris, espera, hay que ir con calma y...
—Soy cómplice del asesinato de Ana y ayudé a que inculparan a Alex—me interrumpió.


¡No, no, no, no, no, espera! ¡Así no!


—¿Qué?—preguntó Josh e intentó mantener la calma.
—Espera, Josh,—dije al levantar levemente las manos—no hay por qué alterarnos, hay que respirar y...
—Sara, aléjate de ese sujeto—señaló Thomas.
—No, esperen, por favor...
—¡Lo acaba de decir!—reclamó Frank.
—¡Si lo sé! Pero...
—Estás muerto, idiota—dijo Fred.


Me hizo a un lado, lo tomó de la chamarra, le dio un fuerte puñetazo en la cara y lo tiró al suelo.


—¡Fred, no!—exclamé.


Me puse en frente de Cris e intenté alejar a Fred.


—¡Quítate del medio, Sara!—reclamó furioso.
—¡No, espera, por favor, tienen que escucharlo!—pedí mientras apoyaba mis manos en su torso.
—¡Es un asesino!


Cris se quedó en silencio y apoyó las manos en el suelo para intentar levantarse.


—¡Por favor, basta!—imploré.


Si no lo detenía iba a darle una paliza.


—¡Detente!—insistí al intentar empujarlo, pero no pude moverlo, su fuerza era mayor que la mía.


Frank y Carl se acercaron para ayudarme a alejarlo. Cris intentó incorporarse de nuevo mientras limpiaba la sangre de su boca.


—¡Eso y más te mereces, maldito desgraciado!—exclamó Fred furioso—. ¡¿Sabes el daño que le hiciste a Alex?!—reclamó al intentar liberarse.


Cris lo miró en silencio.


—¡¿Qué están haciendo?!—forcejeó.
—Sara tiene razón,—respondió Carl—tenemos que escucharlo.
—¡¿Qué?!
—Se atrevió a dar la cara, eso ya es algo—aclaró Frank.


Fred los miró enojado e hizo que lo soltaran. Ayudé a Cris para que pudiera levantarse, Fred le había dado un golpe fuerte en verdad.


—¿Por qué lo ayudas, Sara?—preguntó Thomas—. Es un mentiroso sin vergüenza.
—Por favor tienen que creerme, no es una mala persona...
—No, Sara—me interrumpió Cris.


Lo miré confundida.


—Me lo merezco...—volvió a limpiar la sangre de su rostro—me merezco esto y más.
—No—dije triste.
—Que bueno que lo sabes,—replicó Fred—¡levántate y te daré lo que te mereces!


Carl y Frank lo agarraron de nuevo e impidieron que se moviera. Cris se incorporó por completo y los miró.


—No vine a pedir disculpas, sé que soy responsable y aunque suene estúpido quiero ayudar a Alex.
—Sí, claro...—contestó Thomas con desagrado y escepticismo.
—Voy a declarar.


Josh lo miró asombrado.


—¿Qué?—preguntó Carl.
—Estoy al tanto de todo lo que hizo mi padre, sé con detalle sobre cada acción suya.


Los chicos se quedaron en silencio.


—¿Quieres ser el testigo?—preguntó Josh aún sorprendido.
—No puedo limpiar mi nombre, pero puedo probar la inocencia de Alex... y hacer que condenen al responsable.


Los chicos soltaron a Fred quién ya se había calmado un poco al escuchar lo que Cris dijo.


—Con eso podemos reforzar la palabra de Alex—aclaró Carl al mirar a los otros.
—¿Vas a declarar en contra de tu padre?—preguntó Thomas.


Cris se quedó en silencio.


—Tenemos que hablar con Alex—dijo Josh.
—Yo iré por él—dijo Fred y corrió escaleras arriba.
—¿Estás seguro de que quieres hacer esto?
—Aunque no quiera debo hacerlo, tengo que hacerme responsable por mis acciones y cobardía.


Hubo un silencio incómodo en el lugar.


—Cris, no eres un cómplice—insistí.
—Lo que hice es suficiente para condenarme—contestó.


Lo miré con tristeza, de nuevo quería comenzar a llorar.


—Esto es lo correcto y enfrentaré las consecuencias.


Fred bajó agitado.


—¿Y ahora a ti qué te pasa?—preguntó Frank.
—Alex no está.
—¿Qué?—preguntó Josh.
—¡No está!


Alex


Ya era de noche, las farolas estaban encendidas y había poca gente en las calles. Caminaba sin dejar de mirar al frente, pensando en todo lo que había pasado estos últimos días.


Disfrutaba el aire del exterior, esa frescura, hacía muchos días que no salía de un lugar cerrado. Ya no tenía miedo de nada, ya no estaba nervioso.


Estaba decidido a acabar con esto de una buena vez.


Seguí caminando hasta llegar al instituto. Miré a los lados de la calle, la crucé al verificar que no había nadie y me acerqué a la puerta.




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