Hueles sexy [kangteuk]

Capítulo Único

Según decían, su crimen era dedicarse a su carrera profesional y a su hija los últimos doce años, el tiempo que hacía que se había divorciado.

La alegría de su vida, su pequeña Yuna, tenía ahora quince hermosos años y estaba en una edad repleta de cambios apasionantes, no obstante, sus amigos se empeñaban en que debía salir más. A cenar, a bailar, al cine...

No comprendían que ya hacía todas esas cosas, salía continuamente.

Yuna y él salían a cenar y a comer de vez en cuando, iban a ver películas regularmente al cine, a la biblioteca, también iban a exposiciones, hacían excursiones...

Ahora que su hija era casi una adulta, disfrutaban mutuamente de sus aficiones y de su compañía más que nunca. Por supuesto que había momentos en los que su relación, como padre e hija que eran, se teñía de tensión. aunque lo solucionaban enseguida.

Además, había sido difícil, pero había logrado mantener una relación cordial con su ex, el padre de su hija, por el bienestar de Yuna y, lo cierto era que sus vidas funcionaban bastante bien. Tenían más comunicación ahora que cuando eran pareja, lo que favorecía a su hija y era algo por lo que Leeteuk estaba agradecido.

Si bien era cierto que tuvo momentos a lo largo de aquellos años en los que había echado en falta tener a alguien con quien compartir su carga, un hombro en el que apoyarse, llorar o acurrucarse a ver una película bajo una manta una tarde de invierno, pudo acostumbrarse a vivir sin ello. Y el sexo.

Eso también era algo sin lo que se había acostumbrado a vivir. Recordó de forma fugaz el cajón de su cómoda, ése que contenía los juguetes para adultos con los que se daba placer cuando sentía la necesidad de desatar su libido; diligente, atinó a devolver sus pensamientos al tiempo y al lugar en el que se encontraba: en su casa, el día de su cumpleaños, con sus amigos.

—Vamos, ábrelo —lo urgió Shindong impaciente.

—Sí, vamos —apoyaron los demás.

Donghae, Eunhyuk, Kyuhyun, aunque todos lo llamaban Kyu, Heechul, Shindong y Sungmin, no faltaba ninguno.

El grupo al completo se encontraba reunido en su casa, incitando a Leeteuk que acababa de terminar de vestirse. Con los chicos allí, no habían faltado las bromas, las risas ni el champán.

Para la celebración la noche de su cumpleaños había elegido un pantalón negro de gasa. Se calzó unos zapatos de color negro y usó el maquillaje de una forma muy discreta dando tan solo un poco de rubor a sus mejillas y una chispa de color a sus labios, dio el toque final a su look de aquella velada con un bolso de charol.

—De acuerdo, ya voy —abrió el envoltorio del obsequio para dejar al descubierto una caja que contenía un perfume con un nombre un tanto peculiar—. Pero ¿qué? ¿Qué colonia es esta? —dio vueltas a la caja, buscando alguna explicación sin hallar respuesta a su pregunta.

—Es un perfume —explicó remarcando lo evidente su amigo Sungmin.

Todos ellos estaban sentados en su cama, observándolo expectantes con sus copas de champán en la mano. Podía decirse que la fiesta había comenzado temprano en el día de hoy.

—Póntelo, vamos —incitó Kyu.

—Sí, eso, rocíate bien —animó Heechul arrancando carcajadas de los demás hombres.

Sus risotadas lo hicieron desconfiar de que aquello no fuera una broma y dudó en hacerles caso.

—Anda, trae —Eunhyuk le arrebató el bote y apuntando hacia un lado presionó el difusor para que pudiera olfatear y comprobar que no olía a nada raro—. Venga, bebe, de un trago. —Lo invitó a vaciar su copa y, antes de que pudiera protestar, su amigo le había puesto perfume en el cuello y el pecho—. No nos mires así, esta noche tu hija se queda con tu ex y vamos a celebrar tu cumpleaños por todo lo alto. —El grupo lanzó un aullido al aire.

—Pues no huele mal, me gusta —comentó pasando por alto el grito de guerra del resto de hombres en su habitación—. Tiene cierto olor floral. Y es... bastante fresco. Gracias chicos —dijo dirigiéndose al grupo.

—Ya nos lo agradecerás más tarde —respondió Donghae con una sonrisa endemoniada.

—Ahora este —propuso Sungmin alargando el brazo con otro paquete de pequeñas dimensiones.

—Ah, ah, pero antes... Un poco más de champán —Kyu rellenó su copa con el embriagador brebaje. Leeteuk tomó un sorbo y se dispuso a abrir el regalo. No pudo evitar que su rostro transmitiera toda la sorpresa que sentía al desenvolver el papel de la caja.

—¿Y esto? —preguntó sin poder creer lo que veían sus ojos.

—Es un regalo para esta noche —anunció Eunhyuk—. Tienes que ponértelo —su rostro era una mezcla de orden y puchero.

—Es un anillo —articuló Leeteuk todavía alucinado.

—No un anillo cualquiera, esos llevan sorpresa —pronunció Donghae en tono aleccionador.

—Sí, de la que vibra —añadió Kyu haciendo estallar al grupo en carcajadas—. En cuanto te lo pongas y te termines la segunda ronda, nos vamos para seguir con la noche y veremos si hay más regalos.

—¿Me lo tengo que poner? —alzó su ruego mortificado.

—Sí. No hay discusión posible —intervino Heechul.



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En el texto hay: romance cumpleanios

Editado: 11.05.2023

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