Es el año 5293, después de un exitoso golpe de estado que dejó herido gravedad, más no muerto al kzɓaŋ de la tierra, se ondeaba una bandera en el viento artificial de la cúpula mientras se cantaba un himno: 'por la paz, la humanidad, la hermandad...' el kzɓaŋ moribundo reía por la ironía, no solo cantaban de hermandad después de una traición, sino que cantaban de humanidad, en un sistema donde el hambre, las armas y la inseguridad seguían gobernando todo. Al otro lado del sistema, en mercurio, el sol alimentaba las glándulas sudoriparas de los arquitectos solares, quienes habían aprendido a vender esperanza a cambio de poder