Capítulo tres.

—No quiero hacer esto, no podré. —Mascullo, negando.

Toma aire y parece que intenta tener paciencia.

—Mírame y responde —Habla. tomándome suavemente las mejillas. —¿Me amas, dulce?

—Sabes que sí.

—Entonces obedece. Irás y harás que el bastardo de ese cuarto tenga la mejor noche de su vida —Se aleja de mi y empieza a tomar su cabello para empezar a asentir con insistencia. —Lo harás por nuestro bien, ¿de acuerdo? Todo lo que te pido es para que podamos ser felices juntos tal y como lo queremos dulce. Es la última vez, lo prometo.

Siento que en cualquier momento las lágrimas saldrán de mis ojos, no quiero acostarme con ese tipo otra vez, es un cerdo. Luce desesperado, temeroso. Nada que ver con el joven de hace unos meses.

—No quiero, Evan no puedo...

—Maldita sea, solo obedece. No hagas que me enoje —dice interrumpiendo mi patético habla. —Si me amas como dices lo harás, Harper.

Connor.

Parezco un descerebrado mirándola irse, su vestido azul resalta cada una de sus curvas y yo solo puedo pensar en el beso que me dió.

Inconscientemente llevo una mano a mis labios y sonrío, no se aleja mucho cuando gira, me dice su nombre y después voltea y sigue caminando hasta que llega a su mesa y se sienta en medio de dos hombres y una mujer mientras ríe y sigue bebiendo. En verdad esta fuera de si.

Vuelvo al lugar donde me encontraba junto a Jake. Nada más al llegar noto que se está besando con una rubia que tiene sentada encima de la mesa. Me siento tranquilo y bebo un trago de tequila sin prestarles la más mínima atención, se supone que hoy solo seríamos él y yo hablando y bebiendo para liberar el estrés pero parece que mi querido amigo tiene otros planes, cosa que no me sorprende, sería raro venir a un bar y que el no se bese con alguna mujer para luego llevarla a su cama.

"Me gusta que sea un idiota"

Al momento me encuentro mirando a su mesa sin ningún disimulo. Esta riendo con sus amigos y el hombre que tiene a su lado no deja de mirarla con deseo mientras intenta abrazarla. A lo que ella lentamente se aparta. Puede que parezca un imbécil pero siento la necesidad de cuidarla. Desde que llegue tiene mi mirada puesta en ella, la perdí de vista unos minutos y creí que se había ido cuando la mire en la pista de baile. Quise matar al tipo que tenía encima y no la quería soltar. Era muy obvio que aparte de ebria estaba drogada; no lo golpee solo por no asustarla, ya tenía suficiente con que lidiar, tomo todo de mi no romperle la cara a ese maldito enfermo.

—Pareces un idiota mirándola como un maldito acosador —dice mi amigo mientras lentamente se aparta de la mujer y le susurra no se que cosas que la hacen reír. Ella baja de la mesa y se dirige a los baños— ¿Por que no solo la sacas a bailar, invitas a tu apartamento y la follas?

O tiene una nuez por cerebro o se cayó al nacer. No encuentro otra razón para que tanta pendejada salga de su boca. De pronto tanto tinte para el cabello lo volvió estúpido.

—No voy a hacer eso, no soy así y ella ni me conoce.

—Claro, mierda y más mierda. Necesitas relajarte, amigo —dice al momento en que toma un trago y se levanta de su asiento—, a este paso terminadas con telarañas en el pene.

—Ajá, sí, vete ya. Interrumpes mi acoso.

—¿No quieres unirte? No soy celoso, los dos nos podemos tirar a la rubia que espera en baño —Murmura escogiendo sus hombros.

Niego mientras él ríe y se encamina en dirección al baño prometiendo volver en un rato. Tenía pensado beber hasta olvidar mi nombre, pero hacerlo sería olvidarla a ella. Esta noche no olvidar será algo bueno.

***

La música escandalosa que sale de mi celular termina despertándome y por un momento no reconozco el lugar donde estoy hasta unos pocos segundos después. Aqua-Barbie Girl suena al fondo y yo solo puedo preguntarme:

¿Por qué tengo una canción de marica como tono de llamada?

Estando ya consciente busco mi teléfono entre las sabanas. Al encontrarlo noto que no alcancé a contestar y que tengo otras tres llamadas pérdidas y unos cuantos mensajes al ver quien busca despertarme a las ¿4:30 de la mañana?

Voy a golpearlo, ya esta decidido.

No tengo mi media hora de haber llegado y Jake ya esta jodiendo. Debería ser ilegal despertar a una persona a esta hora.

"Amigo, perdí mis llaves y a esta hora no encontrare un cerrajero ¿puedo dormir en tu casa?"

"La rubia me abandono cuando notó que perdí mis llaves :c"

"Connor, respóndeme imbécil"

"Estoy afuera de tu edificio, contesta :c te haré mimos si quieres"

"Me pasé de marica, bro"

"No seas mal amigo, responde cabrón"

"¡Mi culo se esta congelando aquí afuera! Connooorrr"

Río al leer sus mensajes y antes si quiera de responder ya estoy recibiendo otra llamada de su parte. Como no dejaré que se congele afuera me levanto de mi cama y le abro para que pueda subir. A lo que llega, toca mi puerta y me apresuro a abrirle para que pueda pasar y me deje dormir de una vez.

—¿No puedes vivir sin mi, amorcito? ¿Quieres que te los besitos que la rubia dejo pendientes? —Me burlo en el momento que cruza la puerta de entrada. ¿Quien es el idiota ahora? —Ven y te quito el frío, dulzura ¿no que tienes congelado el trasero?

—No eres gracioso, estaba a nada de morir de hipotermia, bastardo.