Huracán.

¿Celos?

He perdido la cuenta de las veces que la he observado a lo lejos.

He estado a nada de querer acercarme a ella y decirle de frente cuanto la deseo.

Aún cuando ese deseo pueda matarme.

He estado a nada de dejarla ir, arriesgando mi propio pellejo con tal de verla tranquila.

Pero no puedo hacer eso.

Arriba la quieren muerta, y yo en este momento solo quiero muerto al imbécil que se atrevió a besarla y darle su ropa.

A darle calor.

A darle seguridad.

Las ganas de acabar con él solo incrementan cada vez más cuando la observa con amor.

No es más que un simple imbécil con cara de niño bueno.

—¿Está lista la próxima carta? —Oigo a mis espaldas.

—Estará lista hoy. —Aseguro.

—Ya pronto será hora de comenzar a actuar, así que asegurate de que todo esté listo.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.