I Hate You, I Love you

Capítulo 11.

Victoria:

-Hola, soy yo-Ari hablo mientras abría la puerta de mi habitación, me puse rápidamente una playera y la quedé viendo-Traje gomitas-Dijo y le sonreí

-Esta bien, pasa-Le dije, cerró la puerta y se sentó a la orilla de la cama

- ¿Por qué estabas sin playera? -Señale mi cabello mojado y ella abrió la boca en forma de o, miro por la ventana-Athan debe de estar disfrutando de cada ducha que tomas-Menciono sonriendo, no pude evitar sorprenderme.

-Mierda-Camine hacia la ventana para cerrarla, tonto lo sé, ya que ahora estaba cambiada, Ari me detuvo dándome un manotazo y me jalo para que quedara arrodillada a su lado, me queje- ¿Qué te pasa? -Pregunte intentando levantarme

-Shhh-Me calló y señalo la ventana de Athan, él estaba frente a su armario buscando algo, llevaba puesto solo una toalla alrededor de la cintura, dejando a la vista su espalda bien trabajada-Tori, no me digas que no lo vigilas cada vez que se cambia-Susurro mi amiga como si Athan pudiera escucharnos.

-No-Me observo sin creerlo-Bueno a veces, pero solo por casualidad, casi nunca cierra las cortinas-Dije susurrándole de la misma manera.

-Victoria-Hablo Marisa antes de abrir la puerta y entrar, Ari y yo nos sobresaltamos quedando sentadas en el suelo, Marisa nos observó- ¿Qué estaban haciendo? –Dijo quizá al ver nuestro rostro.

-Nada-Dije rápidamente

-Sentía calor-Hablo después Ari y voltee a verla sin entender.

-Está bien, no importa, Victoria no olvides que la cena es a las 7-Asentí rápidamente-Por favor arréglate bien-Menciono Marisa y me hice la ofendida.

-Para eso estoy aquí-Hablo Ari con emoción, Marisa simplemente asintió, dio un último vistazo a mi habitación para descubrir porque de nuestro comportamiento extraño, al no encontrar nada salió- ¿Puedo alaciar tu cabello? -Pregunto y simplemente negué con la cabeza, ella puso los ojos en blanco y ambas nos pusimos de pie, di un último vistazo a la ventana de Athan, pero el ya no estaba en mi campo de visión

-Comenzare arreglándome el cabello-Ari asintió y se acostó en mi cama mientras yo me sentaba frente al espejo para comenzar a ponerme la crema y después secarlo-Puedes ayudar si quieres-Dije sabiendo la respuesta

-No, gracias, prefiero esperar-Saco su teléfono y comenzó a tomarse fotos, comencé con mi cabello, me hice un par de trenzas pegadas, para dejar libre una parte de mi rostro, sonreí, se veía bien, ahora era momento de comenzar con lo demás, lo cual era un desastre, después de casi 25 minutos de enrollar cada rizo, estaba por terminar-Pero que tenemos aquí-Hablo subiendo la camisa de Athan para que pudiera verlo.

-Deja eso, no lo he podido entregar y él tampoco ha venido por ello-Me encogí de hombros, si bueno no solo tenía su camisa, dentro de mis cajones estaba también una de sus playeras, pero evité mencionarlo

-Si quieres yo puedo entregárselo-Menciono sonriendo coqueta, la quede viendo-Es broma chica-Dijo y volvió a meter la camisa al armario y después saco el vestido y dio brinquitos de felicidad

- ¿Y si no voy? –Pregunte bajando mis brazos cansados

- ¿Estás loca? Tienes que ir o yo misma puedo llevarte arrastrando-Me amenazo y entonces regrese mi vista al espejo para terminar con mi cabello.

- ¡Listo! –Grite emocionada, Ari me inspecciono y sonrió, claro no siempre me veía tan arreglada.

-Okay es mi turno-Puso un bolso enorme sobre mi tocador, abrió la bolsa de gomitas y las puso en mis piernas-Haré mi mejor esfuerzo para dejarte hermosa y Athan no pueda dejar de verte-Le sonreí negando-Aquí vamos-Le pase mi maquillaje ya que teníamos distinto color de piel, ella comenzó y solo se detenía para estirarse o para pedirme que le diera gomitas a la boca

-Espera, espera-Hable como por quinta vez, ella se alejó a regañadientes y estornude-Lo siento-Dije y comencé a reír, ella volvió a poner la brocha sobre uno de mis parpados, después de lo que para mí fue una eternidad, ella se puso derecha y me observo, sonrío al ver su buen trabajo.

-Me encanta-Dijo sonriendo, me paso un espejo pequeño para que me viera por primera vez, sonreí, había hecho un muy buen trabajo.

-Esta increíble, gracias-Ella asintió orgullosa, ambas miramos el reloj, faltaban 30 minutos para las 7-Ve a ponerte el vestido, necesito verte con el-Dijo y asentí, con ayuda de Ari me puse el vestido por debajo, me subió el cierre de la espalda y me observo de lejos.

-Estas divina-La jale para abrazarla-Pero te faltan los tacones-Susurro y la solté negando-Entrare al baño a lavarme las manos y cuando salga espero verte con ellos-Dijo y camino hacia mi baño, intentando limpiarse con toallitas la mano ya que tenía todo tipo de maquillaje embarrado

-Victoria, Kal está aquí-Grito mi madre desde la entrada.

-Dile que suba-Grite de regreso, que raro pudo haber entrado por la ventana.

- ¿Puedo pasar? -Escuché la voz de Kal tras la puerta, abrí y paso.

-Uff, si no te considerará casi como mi hermano, fueras mi novio-Le sonreí coquetamente, aunque ambos sabíamos que era broma, él sonrió de lado, se veía increíblemente bien en ese traje Slim Fit gris, perfectamente hecho a su medida, sin corbata y con un chaleco

-Tú te vez muy hermosa-Me dijo mientras me observaba con una sonrisa coqueta, llevaba un vestido de color rosa pastel tipo campana, dejaba a la vista mis hombros y tenía un largo cuatro dedos sobre mi rodilla

-Gracias-Giré-Elección de Ariadna-Dije sonriendo

-Esa soy yo-Hablo mi mejor amiga saliendo y sonrió viendo a Kal, este le correspondió sonriendo coqueto

-Pues que buen gusto, ese maquillaje resalta tu ojos-Señalo mi rostro y sonreí

-También su elección-Dije y este sonrió

-Bueno venía a pedirte algo-Dijo mientras se sentaba en mi cama, me senté frente a mi tocador y lo vi a través del espejo mientras daba los últimos toques.



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En el texto hay: sarcasmo humor, romance drama

Editado: 13.09.2020

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