Capítulo 35

El entrenador había creído que era buena idea hacer dos equipos mixtos y hacer un partido, en definitiva fue una mala idea, nos estábamos matando.

Lo único bueno que había sacado de esta situación era que Michelle se encontraba en mi equipo y lo malo era que Gus también estaba en el. La diferencia de puntos era muy poca, solo íbamos abajo por dos.

Max me pasó el balón y comencé a correr por la cancha, estaba por pasarle el balón cuándo alguien se estrelló contra mi cuerpo haciendo que cayera y me golpeará la cabeza, todo a mi alrededor empezó a verse borroso y de repente todo era negro.

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Abrí los ojos lentamente, mi cabeza dolía como mil demonios, llevé mi mano hacía la zona afectada, ahí había bolsa con hielo, la quite de inmediato.Miré el lugar donde estaba y de inmediato reconocí la enfermería del colegio. Genial, salía de una y entraba a otra.Traté de levantarme pero sentí una punzada en mi cabeza.

- No deberías levantarte de golpe, debes seguir muy dolorida después de tal golpe, tu cabeza sonó muy fuerte, solo esperó que no se haya muerto la última neurona que te quedaba.- Reconocí su voz, miré a Michelle quién ahora se sentaba a un costado de la cama.

-¿Qué fue lo qué sucedió?.- Pregunté sobando mi cabeza.

- La idiota de Elsa pensó que estábamos jugando fútbol americano y te tacleo, según ella fue un accidente pero yo sé que lo hizo a propósito. No te preocupes, ya fuiste vengada.- Habló muy sonriente.

- ¿Qué hiciste?.- Cómo si el universo me hubiera respondido, Tatiana entró a la enfermería con el tobillo vendado, me dió una mirada rápida, tomó un frasco con tabletas y luego se fue. - ¿Le rompiste el pie?.- Dije sorprendida.

- Claro que no idiota, intento quitarme la pelota, la hice marear y luego su idiotez se encargo del resto.- Se encoge de hombros.

Entonces entendí, Michelle siempre hacía eso movimiento, se iba de un lado a otro y como uno siempre intenta quitarle la pelota, la sigue, entonces te empiezas a marear, pisas mal y te lastimas, me lo ha hecho un par de veces.

- ¿Tú me trajiste aquí?.- Decidí cambiarle de tema, no pensaba hablar ni un segundo más de mi "pequeño accidente".

- Claro que no, estás gorda y si trato de alzarte estoy segura que quedó con la columna rota. Cómo siempre te trajo tu querido Thomás.- Ese nombre se me hacía conocido, entonces recordé.

-¿Él que me ayudó cuando me empujaron por las escaleras?.- Asiente.- No sabía que estaba en el equipo de básquet.- Argumente.

- Claro que lo está, bueno te diré cómo tú lo conoces, Black fue quién te trajo a la enfermería, yo prefiero llamarlo por su nombre, decirle a alguien por su apellido es cosa de los profesores, no mío.- Entonces entendí, Black me había ayudado aquel día y yo lo culpe de haberme siendo quién me empujó, pero ¿cómo Michelle sabía su nombre?, Si el no se lo decía a nadie.- Blake.- Habló Michelle volviéndome a la realidad.- ¿Qué sucede entre tú y Thomás o Black, como quieras llamarlo?.

¿Qué sucedía entre nosotros?, Ni yo lo sabía, es decir al principio me molestaba su sola presencia, y ahora ya no es así, a veces él me besaba, pero,¿Qué era lo que sucedía entre nosotros?. Al no tener una buena respuesta decidí decirle lo primero que se me vino a la mente.

- Lo mismo que sucede entre Carlos y tú.

- Entre Carlos y yo no sucede absolutamente nada en cambió entre tú y él existe algo, no puedes engañarme, es decir, él estaba muy preocupado por ti y también los vi muy cerquita en el gimnasio, si no hubieramos llegado creo que se hubieran besado o tal vez más. Te pregunto esto porque quiero saber si ya es hora de darte la charla acerca de los condones.- Puso su mano en su mentón adoptando una pose pensativa.

- Claro que no es nece...

Ignoró mis palabras y comenzó a hablar.- Escúchame bien, en estos momentos estás atravesando una etapa en la cual tus hormonas están más locas que las de Cody con las hormonas de chivo, tu cuerpo pide sexo a gritos en cada...

- ¡Ya basta!.- Grité y me tape los oídos.- No quiero escuchar más.

Ella se rió.- Está bien, pero algún día tendrás que tener está conversación.- Se recuesta a mi lado. - Por cierto, le avisé a Jess y ya viene en camino.

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Llegamos al departamento y cada quién se dirigió a hacer algo, Jess decidió preparar unos sándwiches y Michelle lo mejor que sabe hacer, ir a la tienda a comprar algo para tomar, y por mi parte yo fui a tomar un baño.

Me saque mi calza y mi polera, me paré frente al espejo y vi la venda que aún rodeaba mis costillas, ya no la necesitaba pero le pedí al doctor que me dejará que me las quite en casa.No soportaba la idea de estar en brasier frente a un doctor, es decir seguro a visto a varias, peor no me sentiría como, siempre pienso que los hombres estudian medicina para manosear de manera discreta a las mujeres. tome unas tijeras y comencé a cortar las vendas hasta que ya no quedaban más, las hice una bolita y las tiré al basurero. Seguí con mi ducha, al fin tenía un momento de tranquilidad.

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En la cocina ya se encontraban Michelle y Jess comiendo, me senté y también empecé a comer. Sentí algo acariciar mis piernas, miré abajo me encontré con Oliver, hasta que al fin de digna en aparecer el muy desgraciado, corte un pequeño pedazo de mi sandwich y se lo di a Oliver.

- Tengo algo que decirles.- Hablo Jess captando nuestra atención.- El club de fotografía hará un viaje, por lo tanto no estaré aquí por tres días.- Le dió otra bocanada a su sandwich.

-¿Estás en el club de fotografía y no me dijiste?.- Dijo Michelle claramente ofendida.

- El día que se lo conté a Blake tú estabas molesta.- Se encoge de hombros restándole importancia.

Miré la hora en mi reloj, ya iba a ser hora que abran Bob's, le dí un último sorbo a mi bebida y me levanté.- Ya es tarde, así que me voy a trabajar.

- No deberías ir, aún te debe doler la cabeza, debes descansar.- Hablo Jess como toda una madre.